Bruselas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que ha habido "avances" en el debate sobre la crisis energética en la cumbre que ha concluido este viernes en Bruselas, aunque se ha quejado de la lentitud de la UE a la hora de dar una respuesta al alza imparable de la luz. Sánchez insiste en que se trata de una "crisis sin precedentes" que amenaza la recuperación económica tras la pandemia y la competitividad de las empresas europeas.

El jefe del Ejecutivo español ha reiterado además que está dispuesto a "especificar de manera mucho más detallada" a qué empresas eléctricas se les aplicará el recorte de "sobrebeneficios" previsto en el decreto aprobado en septiembre para rebajar la factura eléctrica. Sánchez mantiene su compromiso de que en 2020 se pagará por la luz lo mismo que en 2018.

Tras un acalorado debate el jueves que duró más de cuatro horas, los líderes europeos no lograron acordar ninguna medida nueva a escala europea para amortiguar el impacto del alza de la luz. El Consejo Europeo se ha limitado a pedir a la Comisión de Ursula von der Leyen que estudie el funcionamiento del mercado del gas y de la electricidad, así como del sistema de comercio de emisiones. El único resultado concreto que ha arrancado Sánchez es que la crisis energética vuelva a discutirse en la cumbre de diciembre.

Sánchez ha hablado de "satisfacción", de "objetivos cumplidos" y de "avances", pero al mismo tiempo ha reconocido su frustración por la falta de resultados concretos. "Nos hubiera gustado ir un paso más allá, pero entendemos también que los avances en Europa siempre llevan un ritmo diferente", sostiene.

En todo caso, el presidente del Gobierno se aferra al compromiso de la Comisión de estudiar todas las peticiones centrales de España. Tanto la compra conjunta de gas, como el funcionamiento del sistema de fijación de precios del mercado eléctrico o la posible especulación en el mercado de emisiones de CO2.

"Son elementos que invitan a una cierta esperanza de que la UE también a nivel supranacional tome cartas en el asunto. Y creo que esto es muy importante y es justo reconocer el liderazgo de distintos Gobiernos, entre ellos el Gobierno de España", ha dicho Sánchez. Italia, Francia, Polonia, Grecia o Portugal apoyan todas o parte de las demandas de Sánchez. En el extremo contrario, Alemania, Austria, Holanda y los nórdicos rechazan cualquier intervención en el mercado. Una división que hasta ahora ha impedido una respuesta conjunta a nivel de la UE a la crisis energética. 

Von der Leyen ha confirmado este viernes que su equipo explorará "cómo establecer una reserva estratégica de gas y también examinar las posibilidades de una compra conjunta". En paralelo, el Ejecutivo comunitario examinará "el funcionamiento del mercado del gas y de la electricidad y el mercado de emisiones". El primer informe está previsto para mediados de noviembre, pero es improbable que sirva para zanjar la fractura entre los Estados miembros.

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