"Todas la empresas de la AOP (Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos) reconocen desde hace años los efectos de las emisiones de CO2 y están comprometidas en la lucha contra el cambio climático". Así de contundente se ha mostrado Luis Aires, presidente de la asociación que ha organizado la I Jornada de Ecocombustibles.

"De hecho, hace ya meses que presentamos nuestra Estrategia para la Evolución hacia los Ecocombustibles". Con ella el sector pretende reducir en un 90% las emisiones de CO2 del sector del refino, y hasta un 80% la intensidad de las emisiones de los carburantes para el año 2050. "Vivimos un punto de inflexión con la mayor transformación de lo que hemos vivido en los últimos 50 años".

Sin embargo, todos los asistentes han coincidido que es necesario que el Gobierno "genere confianza" a través de un marco legal y normativo estable para que esta industria pueda abordar las inversiones necesarias para dinamizar la economía y acelerar la descarbonización.

Ecocombustibles e hidrógeno

La Asociación Española de Productores Petrolíferos (AOP) engloba a las 'grandes' compañías del sector en el país -Repsol, Cepsa, BP España, Galp, Eni y Saras-. Y prácticamente todas ellas están incorporando medidas para hacer las refinerías más eficientes y menos contaminantes.

"Es la principal industria consumidora de hidrógeno en España, y en el futuro se comenzará a incorporar el hidrógeno verde, además de ser una industria líder en incorporar medidas de economía circular y de implementar tecnología de captura de CO2", ha añadido Aires. 

Sin embargo, para poder acometer la transformación tecnológica del negocio del refino, las ayudas económicas de los fondos europeos y las señales de precio "van a ser muy necesarias". Además, "para que las empresas inviertan esos miles de millones de euros requeridos en la transición energética", es necesario ese marco legal y normativo que "ofrezca confianza para que esas inversiones se lleven a cabo".

Mesa del refino

El presidente de AOP y también de BP España ha hecho referencia al daño que puede hacer al sector el actual del artículo 12 de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética. "A veces una simple palabra puede bastar para generar desconfianza", ha afirmado.

Con ese artículo e pretende "eliminar la circulación de vehículos con emisiones directas en el tubo de escape, ignorando las emisiones de CO2 en todo el proceso productivo y dejando fuera del mercado a los combustibles sintéticos".

Por ello, insistió en la necesidad de "generar confianza" para que se puedan atraer esas inversiones para la participación del sector en la transición energética. En este sentido, valoró "muy positivamente" la oferta de la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de crear un grupo de trabajo para acompañar y apoyar la transformación de refino español.

"Confío en que esa mesa dé sus frutos muy pronto", ha dicho, "sin embargo la crisis por la pandemia del Covid-19 no ha hecho más que acelerar la toma de decisiones estratégicas por parte de las compañías del sector". Y ha recordado que después de que las ventas de carburantes llegaran a caer un 80% en España y las de queroseno más de un 90% por el desplome del tráfico aéreo a nivel mundial.

"En la segunda mitad del año estamos comprobando que el impacto económico negativo de la pandemia va a durar durante un buen tiempo, ya que las ventas no han recuperado los niveles del año pasado y los márgenes de refino a nivel internacional están en los valores más bajos últimos 20 años por el exceso de oferta".

Emisiones cero netas

Por su parte, John Cooper, director general de FuelsEurope, ha hecho referencia al plan Clean Fuels For All, que necesitaría unas inversiones de entre 400 y 650 millones. "La ambición de la política climática de Europa espera solo un papel muy pequeño para los combustibles para el transporte de petróleo en las próximas décadas", ha dicho.

Sin embargo, "nuestro plan muestra cómo se podría lograr una reducción de 100 Mt CO2/año en el transporte para 2035, equivalente al ahorro de CO2 de 50 millones de vehículos eléctricos de batería en la carretera".

Además, "será muy difícil reemplazar todos los combustibles líquidos por electricidad o combustibles de hidrógeno. Los líquidos siguen siendo simplemente la mejor forma de almacenamiento y suministro de energía para muchas formas de transporte".

Por eso, la organización propone seguir utilizando biomasa, materias primas de desechos y residuos, carbono capturado, electricidad renovable e hidrógeno limpio, podemos producir cantidades significativas de combustibles líquidos bajos en carbono.

Coincide con el sector en España que pide al Gobierno que la legislación "sea tecnológicamente neutra", según ha añadido Andreu Puñet, director general de AOP. 

Y es que se espera que los costes de producción de los combustibles de bajas emisiones sean más altos que los de los combustibles derivados del petróleo, a lo que se añade la capacidad de utilizar la infraestructura de almacenamiento y distribución existente.

Por último, el presidente de AOP también apuntó la importancia de los fondos de recuperación europeas, que pueden tener "el potencial de impulsar clusters de hidrógeno renovable para la integración con el sector de refino y petroquímica o apoyar económicamente el desarrollo de electrolizadores".

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