"He vivido esta empresa desde mi infancia y he aprendido de todos los grandes profesionales con los que he trabajado durante los últimos quince años". Son algunas de las primeras palabras de Marta Ortega tras hacerse publico que, a partir del 1 de abril de 2022, será la nueva presidenta de Inditex.

Un sueño hecho realidad tanto para ella como para su padre, Amancio Ortega, fundador del grupo. "Siempre he dicho que dedicaría mi vida a desarrollar el legado de mis padres, mirando al futuro pero aprendiendo del pasado y al servicio de la compañía, nuestros accionistas y nuestros clientes, en el lugar donde se considere que soy más necesaria", ha afirmado la hija de Amancio Ortega. 

Uno de los dichos del sabio refranero español dice que ‘los niños y los borrachos siempre dicen la verdad’. Esto le dijo una niña a otra: “¿Por qué la ropa que llevas siempre es de Zara?”. La respuesta fue: “¿En serio? ¿Esa es la marca? Mi madre [Flora Pérez] me lo compra todo de ahí”.

Quien hizo la pregunta fue Tamara Sánchez, que hoy ocupa el cargo de directora del departamento de prendas de punto de Zara. Y a quien se la hizo fue a Marta Ortega, por aquel entonces, compañeras de ballet, y quien está llamada a suceder a su padre, como así va a ser, en el imperio Inditex.

La anécdota la recogió Vanity Fair y pone de manifiesto cómo esa niña llamada Marta Ortega desconocía que sus progenitores eran los dueños de uno de los negocios textiles más grandes y más prósperos del mundo. Por aquel entonces, lo único que estaba presente en la mente de esa niña relativo a la profesión de sus padres era que viajaban mucho y que se dedicaban a la moda.

Teoría y práctica

Esa Marta Ortega ha crecido. Y, como decía la canción de Julio Iglesias, ha pasado de niña a mujer. Con 37 años de edad, se ha casado dos veces: primero, con el jinete Sergio Álvarez Moya, de quien se divorció en 2015, y con quien tuvo un hijo llamado Amancio, que tiene ocho años; después, con Carlos Torretta, padre de su hija Matilda, de un año. Antes de acudir a la sede de Inditex en Arteixo, donde lleva a cabo su labor profesional, deja al mayor en el colegio.

Por lo que respecta a la etapa colegial de Marta Ortega, se desarrolló en los jesuitas, en A Coruña. Además del ballet, a Marta le gustaba (y mucho) la hípica. Deporte que practicó en el hipódromo de Casas Novas, en Larín. Incluso llegó a ser campeona de España en su categoría. Una afición que no la llevó al profesionalismo, pero sí a conocer a amigas que se acabaron convirtiendo en íntimas como Athina Onassis o Carlota Casiraghi.

Marta Ortega y su marido Carlos Torretta Gtres

El bachillerato lo cursó fuera de nuestras fronteras, concretamente en Suiza. Después, estudió la carrera de empresariales en la European Business School, en Londres. Una vez licenciada, llevó a cabo varios cursos de formación, entre ellos, uno de economía financiera.

Una formación teórica a la que había que añadir la vertiente práctica. De ahí que, con 23 años, comenzase a descubrir ese imperio desconocido para ella siendo niña llamado Inditex. Primero, trabajando en Bershka. Después, en el resto de firmas. “La primera semana pensé que no iba a sobrevivir”, confesó en una reciente entrevista en The Wall Street Journal.

Como cualquier otro trabajador de la compañía, recibió los cursos pertinentes. Y recogió pedidos, dobló camisas, controló el stock, y ordenó estantes. Por aquel entonces, era una más del Grupo Inditex. Sus compañeros desconocían quién era la chica nueva. A modo de anécdota, lo que no llegó a practicar fue la labor de cajera.

Hecho el trabajo a pie de tienda, llegó la hora de descubrir las entrañas de Inditex. Los departamentos de finanzas, contabilidad, análisis de ventas y diseño fueron su siguiente parada. Y no sólo en Arteixo. También en Londres, París y Shangái. Ya en 2006 fue nombrada vicepresidenta de dos empresas del holding: Gartler y Partler. Cierto que no tenía responsabilidad ejecutiva. Pero era un paso más al frente en su largo caminar hacia la sucesión.

Humilde y honesta

A pesar de que parece que han pasado mil años desde su experiencia en los establecimientos (ya va para tres lustros), Marta Ortega sigue muy pendiente de lo que ocurre en las tiendas. De hecho, suele visitar alguna casi todas las semanas. Así lo afirmó en la entrevista a The Wall Street Journal. También acude a la inauguración de algún que otro establecimiento.

En dicha entrevista, Pablo Isla (presidente de Inditex hasta el 31 de marzo de 2022), la define como “muy humilde”. También destaca que “tiene opiniones firmes sobre muchas cosas diferentes”. De las propias palabras de la hija pequeña de Amancio Ortega se deduce que conoce muy bien cuáles son los terrenos por los que se mueve: “Nunca sabes tu futuro y estoy abierta. Pero para ser sincera, preferiría seguir estando cerca del producto. Creo que es lo que siempre hizo mi padre”. Honestidad, en una palabra.

Marta Ortega junto a su padre, Amancio Ortega. Gtres

También su madre, Flora Pérez, formó parte del equipo de diseño de Zara. Un papel creativo que su hija ha heredado ya que su actual labor es la de ‘senior creative consultant’. Marta forma parte de este equipo integrado por otras cuatro personas.

Sensatez es otra de sus cualidades. Así como la tenacidad. Y parece tener muy claro que la continuidad será parte de su forma de hacer… pero sabiéndose adaptar a los nuevos tiempos.

En el foco mediático

Tiempos en los que triunfan palabras como influencer. A Marta Ortega le gustan las redes sociales. Su cuenta en Instagram supera los mil seguidores. Eso sí, es una cuenta privada.

Si conseguir la fotografía de su padre fue objeto de deseo por los medios de comunicación durante décadas (fueron varias las instantáneas que decían que era él anunciando a bombo y platillo una primicia mundial que acabó siendo falsa), su imagen es más pública. Se la ha visto (y fotografiado) en desfiles, concursos de hípica e, incluso, en su propia boda. Dicho de otra forma, es habitual del papel cuché.

Esa niña, que no sabía que vestía de Zara, sigue luciendo los diseños de todas las marcas del Grupo Inditex. Looks que combina con otra marcas y que acaban siendo objeto de deseo por parte de los consumidores. Prendas que antes de ver la luz han pasado por sus manos, ya que ha supervisado el diseño.

Marta Ortega está a las puertas de hacer su sueño, y el de sus padres, realidad. Le quedan, como se suele decir, meses. De momento, es un activo más del grupo. Una embajadora de la marca que seguirá creciendo empresarialmente paso a paso hasta ocupar, oficialmente, la presidencia.

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