La familia francesa Mulliez consuma el fracaso de su cadena de moda en España. La Covid y la mala situación económica han arrastrado a Pimkie a anunciar un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 51 personas en la parte de logística y deja a la compañía con un pie fuera de nuestro país.

“De momento solo nos han comunicado el ERE en logística y almacén”, apuntan fuentes sindicales a Invertia, quienes aseguran que “sobre los trabajadores de tiendas no saben nada”, al menos de momento. Pimkie cuenta con 83 tiendas (cerró 10 el año pasado) y una plantilla de 304 personas tras finalizar el ejercicio 2019.

Al parecer, la empresa llevará la logística y distribución directamente desde Francia. Movimiento que queda reflejado en sus cuentas anuales de 2019 recientemente depositadas en el Registro Mercantil. “Con la finalidad de relanzar la transformación de Pimkie, la empresa ha puesto en marcha un plan de reestructuración que incluye el cierre del centro logístico y de las oficinas de la sociedad atendiendo a razones principalmente productivas y organizativas y, en consecuencia, también económicas”, expresa.

Este ERE se suma al anunciado el 21 de enero de 2019, que afectó a 78 trabajadores de las tiendas que están previstas para el cierre del ejercicio 2019 y a 11 trabajadores de los servicios centrales. En esos meses, la compañía y los sindicatos cerraron una indemnización de 33 días por año trabajado con un tope de 20 mensualidades.

Lo de Pimkie es la crónica de una muerte anunciada. Lleva años arrastrando una situación complicada en España. Tanto es así que a cierre de 2019 registró unas pérdidas de 1,2 millones de euros, un 20% menos que en 2018. Ya son tres los años que arrastra pérdidas, mientras que sus ventas tampoco mejoran. El pasado año su cifra de negocio cayó hasta los 48,5 millones de euros, un 8,8% menos. 

Evolución del beneficio neto de Pimkie. Fuente: Insight View.

Y en 2020 la cosa no mejora. Entre marzo y mayo solo facturó 880.475 euros. Cierto es que la facturación corresponde a las dos primeras semanas del mes de marzo, ya que el resto de tiempo estuvieron cerrada por la Covid. El año pasado, en el mismo periodo, sus ventas alcanzaron los 9,7 millones de euros. 

La compañía reconoce que durante los últimos años "la empresa ha experimentado un estancamiento de sus resultados así como una pérdida de competitividad, que son reflejo de la fuerte competencia que existe en el sector de la moda y, en particular, en el grupo de edad de 18 a 25 años". 

La oveja negra del imperio

De esta forma, Pimkie se consagra como la oveja negra en España del grupo Mulliez. El imperio de esta familia francesa ocupa el puesto número 12 de riquezas del mundo con 37.500 millones de dólares (33.130 millones de euros), según Forbes con datos de 2018. 

Esta familia es una de las más poderosas en Francia desde que en 1955 iniciarán su andadura como grupo empresarial. Sus negocios, que han pasado de generación en generación, están muy presentes en España. 

Además de Pimkie -que controlan a través de la sociedad Jules- poseen el 84% de Auchan, que en España está presente gracias a Alcampo y Simply. Bajo su paraguas, la familia controla el 85% de Adeo, el propietario de Leroy Merlin y Bricoman; el 33% de Kiabi; Restaurante Flunch (a través de restauración Agapé), el 45,5% de Decathlon y una pequeña participación en Norauto.

Una tienda de Decathlon.

En estos negocios el imperio se mantiene a flote mejor que Pimkie. A pesar de las rivalidades entre primos en Decathlon, la empresa en España regresó a la senda del crecimiento tras cerrar el ejercicio 2019 con una facturación de 1.952 millones de euros en España, lo que supone un incremento del 2,9% respecto al año anterior, al tiempo que elevó un 17% sus ventas digitales, hasta alcanzar 136 millones de euros. De hecho, al contrario que Pimkie, las ventas durante la pandemia se han disparado.

Y la parte de alimentación también funciona bien. La facturación Auchan Retail en 2019 ascendió a 45.800 millones de euros, lo que supone un descenso del 1,4% respecto al año anterior. En Francia las ventas han caído un 2%, pero en España se han mantenido en un año en el que la empresa francesa ha pasado por un proceso de transformación de sus tiendas.

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