La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene durante la sesión de control del Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene durante la sesión de control del Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso. Mariscal Efe Madrid

Banca

La banca esperará a que el nuevo impuesto esté en vigor para lanzar su batalla judicial

Algunos bancos aún no han tomado la decisión de recurrirlo, algo que, en todo caso, se hará a nivel individual.

15 diciembre, 2022 03:01

No todos los bancos tienen claro aún si van a recurrir el nuevo gravamen al sector que se aplicará, en principio, en 2023 y 2024. Algunos han anunciado ya que pondrán todos los medios para hacerlo, si bien muchos están esperando no solo a que el impuesto esté en vigor, sino a que sea liquidado para intentar librarse de él en los tribunales, según informan varias fuentes financieras a este periódico.

En líneas generales, los bancos están esperando a ver la entrada en vigor definitiva del nuevo gravamen, así como al momento en el que tengan que ingresar a la Agencia Tributaria su coste, que será del 4,8% de los ingresos por intereses y comisiones de las entidades. No se gravarán los beneficios.

Los servicios jurídicos de las entidades deberán estudiar las vías posibles para deshacerse de esta obligación, pues los bancos no tienen aún articulado el proceso para plantarse ante el impuesto, según añaden estas fuentes.

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Algunos ya han empezado a moverse. Como publicaba hace unos días Vozpópuli, Bankinter estaría ultimando el fichaje del despacho Uría Menéndez para recurrir el gravamen.

Y es que precisamente esta entidad ha sido la más agresiva en su rechazo a este nuevo impuesto. Su consejera delegada, María Dolores Dancausa, no solo ha criticado el diseño y la existencia del impuesto, como ha hecho el resto de los banqueros, sino que amenazó en un foro bancario con recurrirlo "al día siguiente de pagarlo".

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Otras entidades lo tienen también claro. En el mismo foro, el consejero delegado de IbercajaVíctor Iglesias, afirmó que "muy probablemente" el banco lo llevará a los tribunales, mientras que Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, apuntó que el banco, participado al 16% por el Estado, lo recurrirá si, tras analizarlo, considera que el texto "no es conforme a Derecho". En esta situación, "nuestra obligación como gestores es recurrirlo", dijo Gortázar.

El resto de entidades no se han pronunciado con tanta rotundidad, aunque todas han criticado tanto la configuración del impuesto como su mera existencia y la justificación que del mismo da el Gobierno. Consideran que la subida de los tipos de interés no les genera beneficios extraordinarios, sino ordinarios, por lo que el nuevo impuesto no está fundamentado.

Individualmente

Lo que está claro es que el recurso deberá ser individual. Cada entidad tendrá que abonar un importe diferente, dependiendo de sus ingresos por intereses y comisiones, por lo que será cada banco el que, como sujeto pasivo del impuesto, deba afrontar su batalla legal en solitario.

Esto no quita que los argumentos o las estrategias que utilicen finalmente las entidades para combatir el impuesto ante la Administración puedan coincidir, pero en todo caso "es una guerra individual", como apunta una fuente financiera. En el sector se da por sentado que todos o la mayoría de los bancos intentarán recurrir el gravamen.

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Solo podrán hacerlo, lógicamente, los que estén afectados, que serán todos los bancos grandes y medianos, así como los extranjeros que operen en territorio español y estén bajo la supervisión del Banco Central Europeo (BCE).

Durante los últimos meses, los banqueros españoles se han mostrado muy contrarios a la puesta en marcha de este gravamen, al que consideran injusto y desproporcionado. Además, creen que afecta a la competencia al no aplicarse a todas las entidades financieras y que no tiene sentido que grave los ingresos en lugar de los beneficios.

También ha dejado clara su postura el BCE, que pidió realizar un "análisis exhaustivo de las posibles consecuencias negativas" del mismo para evitar que dañe a la rentabilidad del sector y a la futura concesión de crédito.