Los resultados de la gran banca española han puesto sobre la mesa el difícil entorno al que se enfrenta el sector más allá de los tipos de interés en mínimos que tanto han dañado las cuentas de resultados en los últimos años.

Cuando la luz asomaba al final del túnel, los tambores de recesión que sonaban a principios de año han terminado por confirmarse con el estallido de la crisis sanitaria. Y todo ha saltado por los aires. Los objetivos de ganar en rentabilidad han quedado suspendidos, igual que los planes estratégicos o la capacidad del sector para compensar vía dividendo a unos accionistas que han sufrido el desplome de las cotizaciones de las entidades, en muchos casos a mínimos históricos.

Sin embargo, y precisamente por esas caídas, los bancos han sacado algo positivo del primer trimestre del año. Las seis entidades cotizadas en el Ibex 35 (Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Bankinter y Sabadell) han logrado recuperar 111.398 accionistas de enero a marzo. Y también la barrera de los 6 millones que perdieron en 2019 después de varios trimestres de goteo constante de huida de los inversores.

A por los seis millones

En total, y según los datos de sus cuentas trimestrales, los bancos despidieron el primer trimestre del año con 6,01 millones de accionistas. Y todo en un periodo en el que estas entidades perdieron más de 55.000 millones de euros de capitalización, pasando de un valor en bolsa conjunto de 129.419 millones de euros a apenas 74.400 millones a cierre de marzo.

Parece así que los históricos desplomes han animado a algunos inversores a volver al sector financiero. Y esta vez no han existido ‘trucos’ para lograrlo, como cuando Banco Santander superó por primera vez los 4 millones de accionistas gracias a su política de regalar acciones de la entidad a los clientes de su Cuenta 1,2,3.

Precisamente, la entidad presidida por Ana Botín es la que mayor número de accionistas ha recuperado. Un total de 107.881 inversores que han soportado pérdidas de más del 40% en bolsa y cotizaciones por debajo de los 2 euros por acción en los momentos de mayor estrés, desde los 3,73 euros en los que despidió 2019.

La situación se repite en BBVA, con pérdidas similares en un periodo en el que ha recuperado 2.637 accionistas hasta dejar la cifra total en 876.785 inversores. Por su parte, CaixaBank también ha recuperado 1.405 accionistas, hasta los 579.528.

El paso atrás en la banca mediana

Las mayores diferencias en la base accionarial de los bancos cotizados en el Ibex 35 se ha notado en las entidades de menor tamaño. Y para peor. Banco Sabadell, por ejemplo, ha perdido 952 accionistas en un periodo de extrema dificultad para la entidad, que ha visto cómo su cotización se ha desplomado hasta los 0,3 euros por acción con caídas de más del 60%. En total, y según sus cuentas del primer trimestre, el número de accionistas ha pasado de los 235.034 al cierre del pasado año a los 234.082.

Peor le han ido las cosas a Bankia, que ha acompañado a Sabadell durante los últimos meses entre las entidades más castigadas en bolsa, ante las dudas sobre la capacidad del banco de mantener su plan estratégico en un entorno de tipos negativos. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha sido la que ha perdido un mayor número de accionistas. En concreto, 1.529 hasta dejar un total de 172.420.

Dentro de su estructura accionarial, BFA sigue copando un 61,8% de su capital, frente a un 9,15% que corresponde a minoristas. El 23,03% corresponde a institucionales extranjeros y el 6,01% restante a españoles, donde se ha notado el mayor recorte desde el 7,04% que suponían a cierre de 2018.

Bankinter es la única que se salva dentro de las entidades de menor tamaño, con 1.956 accionistas más al cierre del primer trimestre, ampliando su base a 57.314, recuperando prácticamente a todos los accionistas perdidos desde 2016.

Noticias relacionadas