Jaime Guardiola cree que todavía no se puede calcular el impacto que tendrá el coronavirus, aunque sí está seguro de que tocará apretarse el cinturón en los meses venideros. 

Así lo ha dicho el CEO del Sabadell en la Junta de Accionistas de la entidad, en donde ha insistido en que “es pronto para evaluar el impacto en las economías, aunque es previsible que sea relevante”. Eso sí, ya ha adelantado que se incorporarán “los ajustes necesarios” en la gestión para “acompañar a nuestros clientes y generar valor para el accionista”. 

Un aviso a navegantes en un discurso en el que ha insistido en que 2020 será un año “muy exigente” para las entidades financieras. Sobre todo porque ahora la prioridad es “la protección del equipo [...] y mantener la operativa”, cuando en los planes originales estaba “mantener la fuerte dinámica comercial, seguir incidiendo en la reducción de los activos problemáticos, ejecutar el plan estratégico de TSB, su filial en el Reino Unido, y seguir impulsando la sostenibilidad como un eje central de nuestra actividad”.

Todo ello en un discurso en el que Guardiola ha repasado los principales hitos del banco durante el pasado ejercicio. Así, ha recordado que la entidad logró en 2019 una mejora de la posición de capital, el descenso de los activos problemáticos, una mejora del dinamismo comercial en todos los negocios del grupo, la presentación del nuevo plan estratégico de TSB y avanzar en la transformación comercial y digital.

Las cuentas de 2019

Banco Sabadell cerró el año 2019 con un beneficio de 768 millones de euros. La cifra duplica los 328 millones de euros con los que la entidad presidida por Josep Oliú cerró el ejercicio anterior, un año marcado por los problemas de la migración tecnológica de su filial británica TSB y los costes extraordinarios derivados de la limpieza de su balance. Pese a la mejora, la evolución del beneficio neto se vio interrumpida en el último trimestre del año, cuando la entidad registró pérdidas de 15 millones de euros. 

Por otro lado, el margen de intereses de la entidad sigue 'flojeando'. En concreto, a cierre de 2019 se situó en 3.622 millones de euros (2.644 millones Ex TSB), lo que supone una reducción del 1,4% interanual a nivel grupo por la aplicación de IFRS16, la titulización de préstamos y menores tipos de interés.

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