Decisión de calado en la gran banca española. La grave crisis sanitaria ha puesto en un segundo plano los objetivos del sector, centrado ahora en las ayudas a familias y empresas afectadas por la crisis del coronavirus. 

En este complejo escenario, las entidades no serán las únicas afectadas por no poder avanzar en sus planes para mejorar su rentabilidad. Los accionistas también empiezan a sufrir las consecuencias de la crisis. Y los primeros en sentirlo serán los de Banco Santander. El consejo de administración de la entidad ha decidido revisar su política de dividendos para 2020 consolidando cualquier pago correspondiente a este año en un solo abono a realizar en mayo de 2021. 

En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad asegura que "el consejo ha tomado la decisión de dotar al banco de la mayor flexibilidad posible para poder aumentar el crédito y apoyar las necesidades de empresas y particulares afectadas por la pandemia del coronavirus".

La decisión de aplicar este único "dividendo final", que debe aprobarse en la junta general de accionistas de 2021, implica que en noviembre de 2020 no se efectuará el pago del dividendo a cuenta

Desde la entidad indican, no obstante, que el banco cumple holgadamente los requisitos de capital  para mantener la política de dividendo (payout del 40-50%), comprometiéndose, eso sí, a revisar ese dividendo a pagar en 2020 "con el fin de disponer de todos los recursos que sean necesarios para apoyar a las empresas y los clientes particulares que lo necesiten". 

Menos retribución

Banco Santander también ha anunciado la creación de un fondo para proporcionar equipamiento y materiales esenciales, que se financiará con la reducción en la retribución del consejo y la alta dirección del Grupo y con aportaciones voluntarias de  os empleados del banco. Se espera que se constituya con un importe de al menos 25 millones de euros.

Las aportaciones se destinarán a cubrir necesidades inmediatas, como la producción y adquisición de equipamiento médico, ropa de protección y otros equipos que son necesarios para tratar a los pacientes infectados por el virus, así como a efectuar donaciones a las autoridades e instituciones correspondientes.

En este sentido, la presidenta del banco cántabro, Ana Botín, y el consejero delegado, José Antonio Álvarez, han decidido renunciar al 50% de su retribución fija y variable de 2020, mientras que la compensación de los consejeros no ejecutivos se reducirá un 20%.

"La Comisión de Retribuciones del Grupo y los órganos correspondientes en cada uno de los países propondrán trasladar este compromiso al resto de los equipos directivos en los mercados en los que opera Santander. La política de bonus se revisará para asegurar que se destinan los mayores recursos posibles a ayudar a nuestros clientes", indican desde la entidad.

En el comunicado remitido a la CNMV, Ana Botín expresa que “para muchos de nosotros, la pandemia del coronavirus es el desafío más importante al que nos hemos enfrentado en nuestra vida.

La magnitud de la tarea que tenemos por delante exige un enorme esfuerzo colectivo, en el que los gobiernos, los bancos centrales y otras autoridades, el sector privado, las organizaciones benéficas y las personas trabajemos juntos para limitar la propagación y proporcionar atención a los afectados, ya sea directa o indirectamente". "Nos esperan meses complicados, pero confío en nuestra capacidad como sociedad para superarlo y el banco estará a la altura", indica la directiva.

Dividendos en cuarentena

En las últimas jornadas, otras empresas como Amadeus han apostado por cancelar su dividendo. Pero Banco Santander ha sido la primera entidad financiera en dar el difícil paso, especialmente en un momento en el que los accionistas sufren la fuerte corrección en bolsa de la entidad, que se deja un 27% este año. 

Con esta decisión, Banco Santander vuelve a echar marcha atrás en sus previsiones, que apuntaban incluso a un pago 'extra' si la entidad lograba superar el 12% de capital establecido en su plan estratégico, tal y como dejó entrever la propia Ana Botín en al carta incluida en el último informe anual de la entidad, correspondiente a 2019. 

Ya el pasado año, la entidad vivió otro episodio similar y, tras anunciar por activa y pasiva que regresaría al pago 100% en efectivo durante ese ejercicio, finalmente, y ante la perspectiva de que los tipos de interés seguirán mucho más tiempo de lo esperado en negativo, dio marcha atrás en sus planes y conservó la modalidad de dividendo elección para sus inversores. Con el consiguiente castigo en bolsa para sus títulos por aquel entonces. 

Los expertos no descartan que, ante este movimiento del Santander, que suele marcar el camino del resto en este tipo de decisiones, otras entidades anuncien en los próximos días decisiones similares. En el ojo del huracán se sitúa Bankia, después de que los analistas hayan puesto en cuestión sus objetivos de retribución al accionista con la caída prevista de beneficio para este año. 

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