Una acción, dos votos. Esta es la nueva realidad a la que el Gobierno acaba de abrir la puerta en las cotizadas españolas y que promete engordar el peso político de sus grandes inversores. Berlusconi, Amancio Ortega o los Escarrer son algunos de los potenciales candidatos a ver reforzado su poder en las compañías del Ibex 35 cuyo capital controlan.

De momento, ninguna cotizada ha anunciado su intención formal de recurrir a las ‘acciones de lealtad’ que el Consejo de Ministros acaba de aprobar en el marco de una reforma más amplia del mercado de valores español.

Hasta la fecha, el único movimiento en esta dirección lo ha apuntado Mediaset España, que contemplaba esta fórmula de 'acciones premium' para ciertas posiciones inversoras en MFE, la compañía resultante de la futura fusión con su matriz italiana.

A pesar de que la posibilidad de crear ‘acciones de lealtad’ acaba de comenzar a plantearse y las primeras no podrán estar listas hasta 2022, es previsible que las cotizadas más interesadas en adoptar esta política sean aquellas que cuentan con accionistas históricos de referencia. Una descripción que incluye tanto a personas físicas como a sagas familiares y también a terceras compañías.

En este sentido y en virtud de lo que plantea la hoja de ruta para la creación de MFE, en caso de que el proyecto de fusión acabase en papel mojado, todo apunta a la introducción de estas acciones con doble voto en la rama española del grupo.

Mediaset, primera candidata

Esta medida favorecería a Silvio Berlusconi, que controla un 50% del grupo de televisión a través de Fininvest, mediante la que mantiene su inversión en la cotizada española desde 2006, según los registros del supervisor.

Al mismo año se remonta la presencia de Amancio Ortega en Inditex a través de Pontegadea, también según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El fundador del emporio textil gallego tiene actualmente un 59,3% de sus acciones, con lo que la introducción de esta medida reforzaría sobremanera su protagonismo en las juntas de accionistas.

En ambos casos se superan holgadamente los dos ejercicios de permanencia que, como mínimo, la nueva norma exigirá para la concesión de ‘acciones de lealtad’. Y es que aunque siempre se computarán hacia futuro y nunca con efectos retroactivos, parece del todo improbable que ninguno de ellos fuera a liquidar su participación.

Lo mismo ocurre, entre otros, con el 29,4% que acumula el presidente de Ence, Juan Luis Arregui, en la compañía de celulosa y energía a través de la sociedad Retos Operativos XXI. También con el 15,9% de Cie Automotive que los Riberas mantienen a través de Acek Desarrollo y Gestión Industrial y con el 20,2% que Rafael del Pino mantiene en Ferrovial.

Florentino y 'los Albertos'

En ACS el premio podría ser para dos históricos de la compañía y de la bolsa española. Florentino Pérez mantiene posiciones a través de Inversiones Vesán desde 2007 y actualmente es dueño de un 12,7% de la constructora. Los primos Alberto Alcocer y Alberto Cortina tienen un 8,7% a través de Imvernelin Patrimonio, sociedad a través de la que manejan su participación desde hace 13 años.

Por lo que se refiere a sagas familiares, los Ybarra podrían ganar peso en la junta de accionistas de MásMóvil (13,3%), los Escarrer en Meliá Hotels (52%) y los Entrecanales en Acciona (55,1%).

Sin embargo, no son empresarios los que podrían aumentar más su peso en las compañías en las que invierten o que dirigen. Este honor les correspondería a Enel en Endesa (70,1%), Fundación Mapfre en la aseguradora del grupo (67,7%) y Siemens en Gamesa (67,1%).

Aunque su peso dominante ya asegura el control en todas ellas, la introducción del factor ‘lealtad’ facilitaría un trámite más suave de aquellas cuestiones que requieren de mayorías reforzadas para su aprobación en junta de accionistas.

El peso del Estado

Por su parte, el Estado se aseguraría un marcaje más cercano del devenir de las compañías en las que mantiene inversiones, ya sea por necesidad o por estrategia. Estos serían los casos de Bankia (61,8%), Enaire (51%), Red Eléctrica (20%) e Indra (18,7%).

Este mismo panorama se podría extrapolar también al brazo inversor de Catar, que cuenta con un 20,2% de Colonial, un 8,7% de Iberdrola y un 25,1% de IAG a través de Qatar Airways. No ocurriría lo mismo para el 6,62% de Luxemburgo en ArcelorMittal, porque la acerera se rige por el derecho societario del Gran Ducado.

La ‘lealtad’ de Jaime Botín en Bankinter, donde tiene un 22,9%, también podría recibir premio si la entidad optase por introducir esta fórmula de acciones con doble voto en sus estatutos. Igual que Banco Santander en la socimi Merlin Properties (22,3%), el fondo de inversión CVC Capital en Naturgy (20,4%) y la constructora Sacyr en Repsol (8,2%).

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