El BBVA ganó en el ejercicio 2019 un 35% menos que el año anterior: 3.512 millones de euros. Una cifra que se debe al ajuste realizado en el negocio de Estados Unidos por valor de 1.318 millones, así como a la ausencia de extraordinarios por la venta de Chile. 

Pese a esta reducción, la entidad que preside Carlos Torres mantiene su hoja de ruta y repartirá un dividendo de 16 céntimos de euros por acción, algo que tendrá que aprobar la próxima Junta de Accionistas. 

La entidad destaca que, sin estos dos impactos, su beneficio hubiera ascendido hasta los 4.830 millones de euros, el mayor en una década. 

La tasa de mora

A cierre de 2019, la tasa de morosidad del grupo se situó en el 3,8 %, la más baja de los últimos diez años, mientras que el ratio de capital alcanzó el 11,74 %, "con un incremento muy relevante en el año", según ha destacado el presidente de BBVA, Carlos Torres, en una nota de prensa.

El margen de intereses alcanzó los 18.202 millones de euros, un 4,8% más en términos corrientes frente al ejercicio anterior.

Destaca la positiva evolución de México y América del Sur. Las comisiones netas crecieron un 3,9%, hasta alcanzar los 5.033 millones de euros, con una evolución especialmente positiva en España y Turquía.

Así, los ingresos de carácter recurrente crecieron un 4,6% interanual  hasta 23.235 millones de euros. 

El ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ se situó en el 11,74% al cierre de 2019, lo que supone un incremento de 40 puntos básicos en el ejercicio, gracias a la recurrente generación orgánica de capital, tras absorber 25 puntos básicos de los impactos regulatorios. Se mantiene así pues este ratio dentro de la horquilla objetivo del banco, de entre el 11,5% y el 12%.

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