El ruso Mijail Fridman ha salido vencedor de la decisiva junta de accionistas de Dia. El inversor ha conseguido sacar adelante su hoja de ruta para la compañía, mientras que las propuestas del consejo de administración se han topado con el rechazo de la asamblea. A pesar de que la afluencia de pequeños inversores ha sido masiva este miércoles, el cuórum de capital se ha quedado en el 54,3%, la cifra más baja de sus ocho años como cotizada. Este porcentaje, a falta de que salgan a la luz las cuotas de voto definitivas, ya garantizaba que, incluso sin ningún apoyo ajeno, el plan de LetterOne sería el triunfador.

Después de algunos fallos técnicos que han impedido el recuento de participantes con normalidad, el secretario de la asamblea, ha confirmado que han acudido o han enviado representación 2.358 accionistas de Dia titulares de más de 338 millones de acciones del grupo. Un 54,3% del capital social. Un porcentaje clave para entender los derroteros que ha tomado una asamblea que se prevía bronca y prolongada. Es así que, según los estatutos de la cotizada, con un cuórum superior al 50% la aprobación de cualquier acuerdo requiere de mayoría absoluta de los registrados, un 27,15% en este caso. Y el fondo inversor LetterOne, comandado por el empresario ruso Fridman, llegaba a la cita por sí solo un 29,001% del capital. No le hacía falta ni un compañero de viaje para asegurarse el éxito.

Cuando el hombre de confianza de Fridman, Stephan DuCharme, ha tomado la palabra en el cónclave celebrado en la Casa de América de Madrid ya conocía este factor. El directivo que abandonó el consejo de Dia el pasado diciembre, ha defendido la propuesta de LetterOne con argumentos como un menor efecto dilutivo, continuidad en gobierno corporativo y una agenda de compromisos bien definida para lograr la recuperación de la salud financiera del grupo.

Al terminar este discurso, sin embargo, la sala ha enmudecido y solo se han escuchado un par de aplausos sueltos, lo que podría indicar que los planes del ruso tampoco gozan de apoyo entre sus compañeros de inversión. De hecho, sin conocerse los porcentajes de voto, podría haberse dado la circunstancia de que ni un solo accionista hubiese apoyado su hoja de ruta, condicionada al éxito de una oferta de adquisición de acciones (opa) que el exconsejero se ha comprometido en tener lista "a la mayor brevedad posible".

"Dia seguirá operando con normalidad sea cual sea el resultado de esta junta", ha asegurado su actual consejero delegado

Haya sido con el apoyo que haya sido, Fridman ha resultado vencedor y las propuestas del consejo en esta línea han caído en saco roto. De este modo, queda sin efecto la proposición de 'operación acordeón' y el resto de medidas de salvamento que había diseñado el consejo, entre ellas el plan de refinanciación presentado en la sesión de ayer martes. Además se han quedado por el camino otras iniciativas como la reelección del consejero ejecutivo Miguel Ángel Iglesias, la prórroga a KPMG como co-auditor de cuentas. Sí que ha habido visto bueno en el nombramiento de la firma EY para esta tarea, en el nombramiento de Jaime García-Legaz como consejero independiente y en la compensación de pérdidas con cargo a reservas.

Mientras llegan las cifras definitivas de voto, cosa que tiene que producirse antes de cinco días, la hoja de ruta del consejo habrían podido conseguir un apoyo máximo del 25,3% en el mejor de los casos. Una cifra por debajo del umbral mínimo exigible por estatutos. Ante este panorama, el consejero delegado, Borja de la Cierva, ha insistido antes de conocerse el recuento provisional en que “Dia seguirá operando con normalidad sea cual sea el resultado de esta junta”.

"UN EJERCICIO DIFÍCIL E INTENSO"

El vicepresidente primero, Richard Golding, ha sido el encargado de hacer un repaso a los últimos y convulsos meses de Dia. En su discurso ante los accionistas, ha reconocido que “se ha cerrado un ejercicio difícil e intenso en el que hemos adoptado decisiones de calado”. En una defensa cerrada de la actividad del consejo, cuya hoja de ruta queda hoy en papel mojado, ha subrayado los esfuerzos por “la búsqueda de un plan eficiente de negocio, regenerar la cultura y el equipo directivo”. Asimismo ha mostrado su acuerdo con las críticas de algunos accionistas con respecto a los bonus cobrados por algunos exdirectivos, que la compañía se ha planteado reclamar, y al reparto de dividendos cuando la situación financiera de la compañía ya no de la solvencia que se presumía.

Sobre este último punto, decisivo desde que estalló la revisión de cuentas del ejercicio 2017 y los hombres de confianza de LetterOne abandonaron el consejo, Golding se ha detenido para defender su comportamiento “con la mayor diligencia, responsabilidad y transparencia, también en la aplicación de medidas disciplinarias y en la comunicación permanente con el regulador y los mercados”. No obstante, el vicepresidente primero ha reconocido también que en este punto queda un fleco suelto por atar: la selección de un presidente. “Las circunstancias en las que la sociedad ha operado en los últimos meses no ha permitido el nombramiento, a pesar de contar con candidatos válidos”, ha explicado.

El turno de ruegos y preguntas se ha alargado por más de una hora y ha contado con la dificultad de que, debido a la masiva afluencia de pequeños inversores, un nutrido grupo de accionistas ha tenido que ser ubicado en una sala diferente de la Casa de América al auditorio -con capacidad para 400 personas- donde se ha celebrado la asamblea. Concretamente, en la sala Simón Bolívar de la segunda planta, tres por encima del espacio central de la celebración de una junta en la que cada voto se ha disputado hasta el último minuto.

LO QUE ESTÁ POR VENIR

Con indiferencia del triunfo de Fridman y del número de accionistas que hayan podido respaldar su propuesta, todo queda supeditado al éxito de la opa que tiene formulada sobre Dia y que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está analizando todavía. Una vez liquidada esta operación, tendría que producirse el nombramiento de "una mayoría de miembros del consejo de administración propuestos por LetterOne". Solo entonces se procedería a buscar un acuerdo de refinanciación con la banca acreedora, que pasaría por una ampliación de capital de 500 millones de euros, 100 menos de lo que había propuesto el consejo.

En este sentido, el consejo de administración ya se ha puesto "a disposición de las partes" para conseguir un acuerdo "con la máxima celeridad posible a la luz de los exigentes plazos a los que se enfrenta la compañía". En este sentido, en el mercado se especula con la posibilidad de que el acuerdo suscrito ayer martes se renueve con ciertas modificaciones.

Los consejeros han explicado que "se pronunciarán en el momento oportuno sobre los términos de la opa de conformidad con la legislación vigente", que fija un calendario específico para que la gerencia de una compañía opada se pronuncie sobre estas operaciones. Asimismo, han reiterado su agradecimiento a "clientes, proveedores, franquiciados y empleados del grupo" junto a su compromiso por "la búsqueda de soluciones que aseguren su sostenibilidad en el largo plazo".

En el mercado, se instala la cautela dentro del optimismo. Las acciones de Dia han cerrado sesión con una subida del 2,55% y tocan los 0,635 euros, una cota aún sensiblemente por debajo del precio de la opa que indica que siguen siendo muchos los que se resisten a vender, desconfiando de que la opa pueda tener tanto éxito en su aceptación como hoy ha cosechado Fridman en la decisiva junta. El volumen de negociación se disparaba por encima de lo habitual, con casi nueve millones de títulos frente a una media anual diaria que apenas rebasa los 7,5 millones de títulos.

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