COMO LEONES: Francisco Reynés (Naturgy) y J.M. Álvarez-Pallete (Telefónica)

Empresas

2 julio, 2018 01:23

Naturgy aspira a ser una de las empresas más rentables, y se prepara para el cambio de ciclo en el sector

Francisco Reynés, el flamante presidente Naturgy (la antigua Gas Natural) ha colocado a la compañía en el punto de salida para afrontar un futuro apasionante. Lo ha hecho poniendo los pies en suelo, asumiendo 3.000 millones en la depreciación de los ciclos combinados y las centrales nucleares. Un movimiento con el que se anticipa a lo que está por venir en el sector. 

A partir de aquí, Reynés quiere una compañía más pequeña, sólida y centrada en el nuevo modelo energético que se avecina: renovables y negocio regulado. Así que se prepara ya para desinvertir en los negocios que no son rentables, diversificar las fuentes energéticas que ofrece y reducir su exposición a España aumentando la presencia internacional. 

El objetivo de Reynés es ambicioso, pero su trabajo al frente de Abertis demuestra que es una persona capaz de lograr las metas propuestas. Ahora tendrá que conseguir convertir una energética como Naturgy en una empresa todavía más rentable para sus accionistas. 

José María Álvarez-Pallete se hace con todo el fútbol en España

Está por ver, como siempre, si el fútbol es tan buen negocio. Pero el mismo presidente de Telefónica que presumía del tema 'Elige todo', va a dar a sus clientes españoles la posibilidad de hacer, precisamente, tal cosa.

Si bien Telefónica ha pagado más que en el periodo anterior por los derechos y deberá pagar 4.020 millones en tres años por el fútbol, 1.420 millones anuales por la combinación de los contratos de Liga y Champions, lo ha hecho sin cubrir las expectativas iniciales de Javier Tebas, presidente de LaLiga. 

Asimismo, ha conseguido ciertas ventajas, como la eliminación de la marca BeIN de su parrilla y la apropiación no de canales, a través del pago de mínimos garantizados, sino de los derechos propiamente dichos. Básicamente ha logrado, negociando con Mediapro, quedarse exactamente con lo que pretendía cuando pujó por los derechos de la Champions y perdió. 

Con esta negociación, Movistar tiene lo que quería, si bien le podría salir mucho más caro que en los ejercicios precedentes si Vodafone no le compra los canales correspondientes. En todo caso, de ser así, a cambio se llevará a una buena parte de sus clientes. ¿Le serán rentables? Ésa es otra discusión.

Pero, sea un buen acuerdo a largo plazo o uno malo, tiene ventajas de las que el anterior carecía. En la subasta previa, con César Alierta al frente de la compañía y tras una reunión en la cumbre con el presidente de Mediapro, Jaume Roures, Movistar consiguió un acuerdo en condiciones mucho peores. La filial que preside Emilio Gayo ha conseguido lo que quería y puede estar satisfecha. Otra cosa es que se cumpla el viejo proverbio sobre tener cuidado con lo que uno desea.