No habían pasado ni 24 horas desde que el consejo de administración de Gas Natural Fenosa lo designó como presidente ejecutivo, pero Francisco Reynés no ha querido perderse la rueda de prensa en la que la gasista ha presentado sus resultados de 2017 este miércoles en Madrid. Una ocasión perfecta para dar las primeras pinceladas de lo que será, asegura, una gestión con su "sello personal".

El nuevo presidente de la gasista, que sustituye a Isidre Fainé y deja sin cargo al hasta ahora consejero delegado, Rafael Villaseca, ha lanzado varios mensajes de cara a esta nueva etapa. El primero, que llega al cargo con confianza, propia y en la compañía, que ha seguido una senda “sólida en un sector resiliente”. También ha señalado que, para esta nueva etapa, se requiere un plan estratégico para afrontar la coyuntura del mercado energético nacional e internacional que la gasista desvelará en el primer semestre del año, coincidiendo con la celebración de la junta general de accionistas.

Al mercado le ha pedido paciencia. “Me toca aterrizar y escuchar, para desarrollar nuevas ideas. Presentaremos el nuevo plan estratégico en la próxima junta general, eso nos da margen para trabajar, adaptarlo e incorporar las ideas de transformación que, basándose en el pilar de resiliencia de la compañía, seguro nos lleva por una senda exitosa”, ha afirmado Reynés en sus primeras palabras a los medios como presidente de Gas Natural.

Una de las preguntas más repetidas durante su comparecencia ha sido el momento en que supo que su nombre estaba en la lista corta para liderar Gas Natural. Reynés respondió esquivo en todas las ocasiones. Su nombre llevaba algún tiempo sobre la mesa, pero el exCEO de Abertis no ha soltado prenda. “Ayer (por el martes) a las 17 horas supe que iba a ser el presidente ejecutivo de Gas Natural”, ha asegurado no sin cierta socarronería. “Fainé me llamó para acudir al consejo, claro”.

Tampoco ha cedido terreno cuando se ha cuestionado que su figura acumule todo el poder en lugar de dividir entre presidencia no ejecutiva y consejero delegado, como marcan los códigos de buen gobierno. “Los códigos recomiendan dos fórmulas: o presidente no ejecutivo y consejero o presidente y consejero independiente coordinador. Esta es la que ha elegido el consejo”, ha aclarado.

En el hecho relevante enviado este martes a la CNMV la compañía informa de la designación de Ramón Adell como consejero independiente. Además, esa división de poderes se contempla en el pacto parasocial que, ya sin vigencia, firmaron La Caixa y Repsol y establecía que el primer accionista elegiría al presidente y el segundo proponía al consejero delegado. Este pacto “expiró con la entrada del fondo GIP (en 2016) en el accionariado”, ha aclarado.



El nuevo plan

Este nuevo plan estratégico para el periodo 2018-2020 tendrá “un nuevo estilo personal, lo que se espera y pretende ante esta nueva etapa”. Sus palabras siguen la línea de lo que el propio Fainé afirmó sobre su llegada: “Doy la bienvenida al equipo liderado por Francisco Reynés porque creo que necesariamente deben ser ellos quienes impulsen el nuevo plan que conduzca a la compañía por la senda de su transformación y crecimiento”.

El ya ex consejero delegado de Abertis era uno de los hombres de confianza de Fainé. Mantenía sólidos vínculos con el ex presidente de La Caixa tras su paso por la casa como director general de Recursos en 2006, y de donde salió un año después de que se firmara la fusión con Fenosa.

Después de un 2017 marcado por las operaciones de desinversión (en Italia, Colombia, Moldavia y Kenia), en su primer año al frente de Gas Natural el nuevo presidente tendrá que lidiar con la expropiación de Electricaribe por parte del Gobierno colombiano y con el desafío de sacar a la compañía de la parálisis actual.

Además, en los últimos meses, los rumores sobre su posible fusión con la portuguesa EDP suenan con más fuerza. Aunque ambas empresas lo han negado en reiteradas ocasiones, fuentes del sector privado apuntan a conversaciones para lograr la operación.

Para esta integración, que crearía un gigante energético en la península ibérica, se espera que la gestión de Reynés al frente de Gas Natural siga los pasos dados en Cellnex y Abertis. La gasista necesita disponer de caja suficiente, por lo es previsible que el próximo plan estratégico aborde nuevas desinversiones.

Reynés se ha enrocado ante las reiteradas preguntas que buscaban algún detalle más de este nuevo plan. No ha respondido si se revisará la política de dividendos -de al menos un euro por acción- o si se abordará esta posible fusión con EDP. El presidente de la gasista ha pedido tiempo para poner apunto la hoja de ruta que marcará el cambio de la compañía en la dirección que se estime oportuna.

“Vamos a hacer un plan estratégico en donde vamos a intentar poner encima de la mesa objetivos que desafíen y que implican la transformación de la empresa para adaptarla a un sector que lo requiere”, ha asegurado. En este camino, no perderán de vista un detalle: crear valor para el accionista.

Reynés también ha tenido buenas palabras para Villaseca: “La compañía estaba en excelentes manos dirigida por Rafael y seguirá estándolo por el equipo de personas que me apoyarán en la labor”. Ha querido destacar así el “importante resultado” obtenido en 2017, “en un momento de gran incertidumbre”.

La gasista ha aumentado su beneficio en un 1% en el último ejercicio, hasta los 1.360 millones. La cifra calza con el objetivo de su plan estratégico, por lo que se han dado por satisfechos teniendo en cuenta el entorno especialmente difícil en algunos de sus mercados, uno de ellos el español.

El nuevo presidente de Gas Natural se ha referido con la misma ambigüedad al cambio de sede. La incertidumbre generada por el conflicto soberanista hizo que la gasista cambiara su sede de Barcelona a Madrid el pasado mes de octubre. Entonces se indicó que la decisión era temporal y que si la tensión remitía estudiarían volver a la Ciudad Condal. “Todas las decisiones son temporales mientras no se tome una en sentido contrario”.

Salida de Cellnex

Otra de las aristas que quedan por definir es si Reynés seguirá en el consejo de Cellnex, donde ostenta la posición de presidente no ejecutivo. Para conocer el futuro de este cargo, ha emplazado a la reunión del consejo que está convocada para la próxima semana

“Tomarán la decisión que consideren adecuada”, ha señalado.

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