La moda sostenible lleva décadas siendo defendida por algunas marcas. Desde Skunkfunk en textil hasta El Naturalista en calzado, varias españolas también han querido formar parte de un cambio que pedía parte la sociedad. Hoy, son cada vez más los ciudadanos que quieren que la ropa que visten sea respetuosa con el medio ambiente. Algo que hasta gigantes como Inditex han oído.

Por eso la compañía fundada por Amancio Ortega lanzó la colección Join Life, que identifica sus prendas "más sostenibles" y cuya fabricación tiene un "menor" impacto ambiental, aunque no especifica cuánto de sostenibles son.

Empezó a incluirla en Zara, en 2015, aunque no comercializó estas prendas en todas sus secciones hasta 2016, año en el que el buque insignia de Inditex puso a la venta 42,3 millones de artículos Join Life, lo que representa más de un 5% de toda la colección de la marca.

Pero no le basta con incluir su colección sostenible en Zara. Por eso se ha propuesto que todas sus marcas tengan una muestra de su apuesta 'eco'. De hecho, durante julio de este año Inditex registró Join Life para todas sus marcas en la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO), tal y como adelantaba La Información

Objetivo Pull&Bear, Bershka, Stradivarius...

Después de Zara, la elegida fue Massimo Dutti, que ha comenzado a comercializar prendas Join Life en su colección otoño/invierno. "Próximamente", aunque la cadena no quiere dar fechas, estas prendas se venderán en Pull&Bear, Stradivarius, Uterqüe, Zara Home y Oysho.

Esta última, Oysho, ya cuenta con la etiqueta Weare the Change que certifica que tanto los materiales como los procesos de fabricación son responsables con el medio ambiente. En este sentido, lanzó su primera colección Weare the Change íntegramente de algodón orgánico durante la temporada primavera/verano 2016.

La colección Join Life garantiza, aseguran desde Inditex, tres condiciones diferentes. La primera, que el producto está fabricado con las materias primas más sostenibles como el algodón orgánico, el Tencel o las fibras recicladas; después, que el producto ha sido confeccionado en una fábrica que funciona con energía renovable; o, en tercer lugar, que durante el proceso de fabricación se han empleado tecnologías que ahorran agua.

La demanda de la sociedad es clara. El último que la entienda pierde.

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