Marzo negro. Este es el pronóstico del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, sobre el incremento de los precios que se espera para este mes y que será "particularmente negativo, un repunte de la inflación muy significativo".

Aunque no ha dado cifras (el dato provisional del mes de marzo no se conoce hasta este miércoles), ha alertado de que los efectos de la guerra en Ucrania van a suponer "un incremento adicional de las tensiones inflacionistas". La clave es que el conflicto está generando "una especie de shock energético". Y eso se nota en el precio de la luz. 

De hecho, durante una conferencia en Pamplona, ha advertido de que los mercados esperan que los precios se mantengan elevados. Si bien no en los niveles actuales, sí en valores superiores a los de hace un año. Cabe recordar que febrero se cerró con un 7,6% incremento anual del IPC, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

El gobernador ha afirmado que la guerra afecta a la economía a través de varios canales. Entre ellos ha citado el de las materias primas, ámbito en el que tanto Rusia como Ucrania son productores, especialmente de materias primas energéticas, de las cuales además Europa es "muy dependiente".

"Esa mayor dependencia genera un incremento de precios que afecta negativamente a la economía", ha explicado, si bien ha precisado que, aunque la economía europea es muy dependiente, "la española no es de las más dependientes".

Evitar un impulso fiscal generalizado

Por ello, ha pedido evitar un "impulso fiscal generalizado" para hacer frente a la crisis derivada de la guerra de Ucrania. Es decir, evitar bajadas o exoneraciones de impuestos generalizadas. Aboga, en cambio, por respuestas "granulares y focalizadas" en los hogares, empresas y sectores "más vulnerables".

Cabe recordar que el terror por la inflación y sus efectos es generalizado. En el Gobierno se teme que los precios alcancen subidas de dos dígitos para el verano si los precios de la energía no se topan o reducen pronto. 

Funcas también alerta del escenario que se viene. Según su panel de previsiones, la estimación media para la tasa de inflación en 2022 ha subido 1,9 puntos, hasta el 5,4%, y la subyacente se sitúa en el 2,8%, ocho décimas más que en el anterior consenso. ¿La causa? Las tensiones inflacionistas. 

El incremento es aún mayor si solo se tienen en cuenta las previsiones que han sido modificadas: hasta el 5,8% para la tasa general y hasta el 3% para la subyacente.