Bruselas

La exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, regresa a Bruselas y a su ámbito de especialización, la política comercial, tras su salida del Gobierno de Pedro Sánchez. González Laya presidirá el grupo de sabios independientes que ha creado la Comisión Europea en busca de nuevas ideas para modernizar la Unión Aduanera, en particular con el fin de facilitar el comercio electrónico y amortiguar los riesgos que implica en materia de seguridad o falsificaciones. 

"La Unión Aduanera significa prosperidad, empleo y crecimiento para los europeos. Es un honor que me hayan pedido que lidere los esfuerzos para garantizar que sigue adaptándose a sus objetivos en un entorno tecnológico y comercial cambiante", ha dicho González Laya en un comunicado.

El grupo de sabios está formado por 12 miembros, entre los que figuran además el exministro de Finanzas italiano Vincenzo Alfonso Visco o el exviceprimer ministro belga, Kris Peeters. Todos ellos han sido seleccionados por el Ejecutivo comunitario a título personal, para garantizar su independencia; atendiendo a sus conocimientos en la materia; y respetando los equilibrios de género y geográficos. Su mandato es de nueve meses y tendrán que presentar su informe final en primavera de 2022.

Con este nombramiento, González Laya regresa temporalmente a sus raíces profesionales. Fue portavoz de Comercio en la propia Comisión Europea y jefa de gabinete del ex director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) Pascal Lamy. Antes de ser nombrada ministra de Exteriores, era directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional de la ONU.

El mandato del grupo de sabios sobre la modernización de la Unión Aduanera se centra en cuatro grandes temas: el comercio electrónico, la gestión de riesgos, la gestión eficaz de la creciente variedad de tareas no financieras de las aduanas y la estructura de gobernanza futura. 

Según el diagnóstico de Bruselas, la Unión Aduanera se enfrenta, pese a sus éxitos, a múltiples desafíos crecientes que exigen su reforma para acelerar la doble transición verde y digital. La explosión del comercio electrónico enfrente a las aduanas con un incremento de pequeños envíos que acarrean nuevos riesgos financieros, de falsificación y de seguridad. Por otra parte, el Pacto Verde Europeo significa una normativa medioambiental más estricta y estándares armonizados y reforzados.

Todo ello se traduce en una ampliación de las funciones de las aduanas, que lleva al límite las capacidades de control de los Estados miembros. Por otro lado, hay una demanda creciente de una mayor facilitación y aceleración del comercio legítimo sin descuidar la protección contra los riesgos financieros y no financieros de los ciudadanos de la UE y garantizando al mismo tiempo la igualdad de condiciones entre las compañías europeas y sus rivales internacionales.

La UE es el bloque comercial más grande del mundo, seguida de Estados Unidos y China, y representa más del 15% del comercio mundial. Las importaciones de terceros países a la UE superaron los 2 billones de euros en 2019, aumentando desde aproximadamente 1 billón de euros en 2004 y 1,5 billones de euros en 2008. En los últimos años, una gran proporción de estas importaciones procede del comercio electrónico.

En 2019, más de 2.000 oficinas de aduanas de la UE, trabajando las 24 horas del día y los 365 días del año para gestionar este volumen de comercio internacional, gestionaron la importación, exportación o tránsito de más de 868 millones de artículos. La salida del Reino Unido de la Unión Aduanera de la UE ha aumentado aún más la carga de trabajo de las autoridades aduaneras comunitarias, lo que ha provocado un aumento significativo de las declaraciones aduaneras que deben procesarse.

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