Es la lugarteniente de la vicepresidenta Nadia Calviño y, por tanto, una de las figuras más relevantes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y del Gobierno. Ana de la Cueva (Madrid, 1966), secretaria de Estado de Economía y Asuntos Económicos, recibe a Invertia en la sala de reuniones anexa a su despacho, en el 162 del Paseo de la Castellana.

De la Cueva sostiene que, por lo pronto, se mantienen las previsiones económicas del Gobierno que vaticinan una caída del PIB del 9,2% a pesar de que hay órganos que ya agravan este descenso económico. Además, hace un repaso de las medidas que ha aplicado y aplicará el Ejecutivo para resucitar y reimpulsar el tejido productivo español. 

¿Cómo ha sentado en la vicepresidencia económica la derrota de Nadia Calviño en la carrera del Eurogrupo?

Era una magnífica candidata, pero había más. Cuando participas con otros en el mundo europeo, en el que hay muchos factores y equilibrios en juego, estas cosas pueden pasar.

¿Puede dificultar esta circunstancia la negociación del fondo de reconstrucción y su reparto?

No tiene por qué. Al final, las posiciones de los países están bastante definidas y la voluntad de avanzar también. No creo que la negociación cambie sustancialmente.

El ‘Financial Times’ publicaba esta semana que Bruselas se plantea tomar medidas contra la baja fiscalidad que aplican estados miembro como Holanda, Irlanda y Luxemburgo. ¿Cómo valora esta posibilidad España?

Uno de los retos que tiene Europa por delante es abordar la fiscalidad, el tener un marco común que permita avanzar en el mercado único. En esa línea tenemos que trabajar. Es evidente que tenemos líneas muy divergentes y situaciones de partida diferentes.

Ana de la Cueva, secretaria de Estado de Economía / JORGE BARRENO.

¿Cuál es la apuesta de su departamento en estos momentos: una reducción de la fiscalidad o una subida de impuestos a grandes empresas?

Creo que hemos dicho desde el principio que tenemos que avanzar en este ámbito para tener una financiación pública más sostenible. Si nos comparamos con el resto de los países de la OCDE, está claro que tenemos que abordar medidas. Esto ya era así antes del Covid-19 y sigue siéndolo.

Esta misma semana, el BBVA ha dado una previsión de caída del PIB del 11,5% para este 2020 por culpa de la crisis, más de dos puntos por encima de lo pronosticado por el Gobierno. ¿Se plantea el Ejecutivo cambiar el cuadro macroeconómico previsto?

Por los datos que tenemos, tanto del periodo de confinamiento como del de reactivación, la economía se va comportando como esperábamos. La recuperación en algunos sectores es más rápida que en otros. Los datos van en línea con nuestras previsiones, que muestran una caída sustancial del PIB en 2020 y una recuperación en 2021. Las diferencias con otros escenarios son lógicas en este momento de tanta incertidumbre.

Vamos siendo conscientes del impacto que pueden tener los rebrotes también a nivel económico, como se ha constatado en Cataluña y Aragón. ¿Qué impacto puede tener en las previsiones económicas de cara al segundo semestre del año?

La situación ha cambiado bastante respecto a marzo. Tenemos reforzado el sistema sanitario, mecanismos de seguimiento de los contagios y capacidad de aislar y acotar su alcance. Por tanto, la situación es diferente.

¿Tan diferente como para considerar que los rebrotes no van a tener un impacto económico relevante?

Mientras no haya una vacuna, van a existir rebrotes. Los rebrotes que estamos viendo son aislados y entran dentro del escenario previsto. No cambian las previsiones. 

De hecho, los indicadores diarios que vamos conociendo están en línea con nuestras previsiones económicas, que se mantendrán si la actividad continúa avanzando en los términos actuales y si no hay otras circunstancias. 

¿Cómo valora el impacto de la crisis en el consumo interno, que hasta hace no tanto sostenía el crecimiento económico? 

Como le decía, la evolución va en línea con lo que teníamos previsto. Los datos de consumo de tarjetas y de otros indicadores muestran que, a medida que se va restaurando la movilidad, la actividad se va recuperando. Y, por tanto, las estimaciones macro prevén una recuperación gradual.

¿Qué va a suceder con las exportaciones?

Hay un alto grado de incertidumbre. Los destinos de nuestras exportaciones tampoco han descubierto una vacuna, tienen las mismas dudas que nosotros. Con todo, hay un sector exportador consolidado que no existía antes de la anterior crisis. Parte de los activos que tenemos como país es esta internacionalización que hay que seguir potenciando.

En el marco del comercio exterior a un gran interrogante que puede agravar la situación: el Brexit. ¿Ha habido algún avance?

El Brexit era una incertidumbre antes y lo sigue siendo ahora. Las negociaciones han cambiado de ritmo, pero siguen pendientes. La posición de la UE es clara y los términos en los que se está negociando siguen siendo los mismos. 

Ana de la Cueva, durante la entrevista.

En dos semanas se conocerán los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre del año. Prometen ser históricas en el peor de los sentidos. ¿Nos puede avanzar algo de su contenido?

Va reflejar la situación que hubo entre abril y junio, que estuvo absolutamente marcada por la hibernación de la economía. Los datos de la EPA reflejarán esa situación, pero también el cambio en el ajuste en el mercado laboral que se ha producido en esta crisis, en la que los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) han jugado un papel muy relevante.

El hecho de que haya un mecanismo flexible y alternativo de ajuste en el mercado de trabajo es un cambio sustancial para el país respecto a lo que pasó en la crisis anterior. Llegó a haber 3,4 millones de personas en ERTE, de las que han salido ya 1,8 millones.

Los ERTE han sido una fórmula clave tanto para el empleo como para las empresas. ¿Qué pasará con ellos a partir del 30 de septiembre?

Tenemos que ver cuál es la situación. Hasta ahora, lo que hemos ido haciendo es tomar las medidas necesarias y ajustar su alcance en función de la situación. Los ERTE han sido bien valorados porque se han definido cuidadosamente para que sean operativos. Así lo muestra su uso intensivo.

El hecho de que haya habido acuerdos con los interlocutores sociales es esencial, y seguiremos trabajando por encontrar nuevos puntos de unión. Es la primera vez que ante una crisis las medidas del Gobierno se han tomado de acuerdo con el Diálogo Social. La manera de hacer las cosas es especialmente relevante. Tendremos trabajar juntos de nuevo para ver cuál es el mejor mecanismo.

El impacto presupuestario de las medidas para las empresas alcanza ya el 5% del PIB en 2020 mientras que las medidas de liquidez equivalen al 15,3% del PIB

Tanto durante la hibernación de la economía como durante su reactivación se ha activado un importante número de medidas. ¿Cuánto se ha invertido para que la empresa española haya podido sobrevivir a la crisis?

El impacto presupuestario asumido alcanza ya el 5% del PIB en 2020 mientras que las medidas de liquidez equivalen al 15,3% del PIB. La preocupación desde el principio era que, para que hubiera una recuperación y un relanzamiento de la economía, teníamos que mantener el tejido productivo, que ha sido esencial. Eso es lo que justifica la rapidez con la que se tomaron las medidas, que han ido destinadas a mantener la actividad de las empresas ante una situación extraordinaria y transitoria.

Cuando se constituyen las nuevas líneas de ICO y el fondo de inversión en empresas… ¿Se desarrollan en colaboración con las empresas?

El fondo tiene por objetivo ser utilizado si hay empresas estratégicas que han tenido un problema por el Covid pero que son solventes, fiables y que lo que necesitan es un apoyo temporal. Esa es la lógica del instrumento europeo y del nacional. Hay todo un conjunto de reglas que garantizan su uso.

¿Puede ser la gran solución para el sector aeronáutico y de aerolíneas?

Una de las cosas que hemos incluido como requisito indispensable es que haya una petición por parte de las empresas. Si hubiera empresas del sector que lo soliciten, se analizará cuál es la situación pero no estamos aún en esa fase.

¿Teme que las ayudas que y los préstamos activados puedan estar sirviendo para permitir sobrevivir a empresas ya inviables? El Banco de España y otros órganos ya han expresado su preocupación por lo que se han venido a llamar empresas zombi.

Yo creo que no, porque el diseño de los instrumentos se ha hecho para ayudar a mantener el tejido productivo y a empresas viables que han tenido problemas ocasionados por el Covid. El propio diseño, el tipo de financiación de las líneas ICO, el ajuste de los ERTE que va cambiando en el tiempo… No hemos creado ningún mecanismo de subvención artificial sostenida. Hemos acudido a apoyar a las empresas en situaciones extraordinarias, que era lo que había que hacer.

No hemos creado ningún mecanismo de subvención artificial sostenida

¿Qué medidas se plantea el Gobierno tomar a partir de ahora para las empresas?

Estamos trabajando en el ámbito de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos para coordinar el plan del futuro, el plan de relanzamiento del país. Hemos tenido un primer conjunto de medidas destinado a apoyar la resistencia del tejido empresarial con medidas de choque, como las líneas de financiación del ICO.

Hay un segundo paquete de medidas que tienen que ver con la reactivación económica, que incluye iniciativas de apoyo a la inversión y a la solvencia, así como los planes sectoriales de automoción, de turismo, de ciencia y de revolución digital.

Ahora estamos trabajando en el plan de relanzamiento, un plan de reformas e inversiones. El objetivo es concentrar los esfuerzos en proyectos tractores que tengan la mayor capacidad de generar empleo y crecimiento y que mejoren el crecimiento potencial de la economía para aprovechar esta oportunidad.

¿De cuántos recursos estamos hablando?

Estamos pendientes de que se cierre la negociación europea, pero las cifras que se planteaban en la propuesta de la Comisión de 750.000 millones de euros son una muestra del compromiso de la UE con la recuperación y la necesidad de dar un respuesta europea a un problema global.

¿Si no 'caen' los 140.000 millones que espera España de este fondo, qué podemos hacer? ¿Una condicionalidad excesiva al acceso al fondo daría al traste con el plan de reformas e inversiones?

El plan está planteado para dar respuesta a la necesidad del país en este momento y a los retos que tenemos de futuro. Y estos retos son absolutamente compartidos por la UE. Están en sus recomendaciones, en la Agenda del Cambio y en nuestras prioridades. Tenemos claro cómo orientar los recursos y cómo utilizarlos. Ahora tenemos que ver cómo se cierra la negociación, pero está claro que Europa ha dado un paso al frente.

¿En qué sectores se va a centrar el ‘Plan Marshall’ español?

Estamos definiendo el plan de forma que concentre los recursos en los sectores que más empleo generan, que mejoran el crecimiento potencial de la economía y que pongan las bases de un crecimiento futuro mayor para el conjunto del país. La vicepresidenta Calviño presentó en la Comisión de Reconstrucción del Congreso las primeras líneas del plan, que estamos articulando en torno a seis ejes: la transición ecológica y la economía verde; la industria, la digitalización y el emprendimiento; la Formación Profesional y el empleo; la ciencia, la innovación y la investigación; el Estado del Bienestar, y el ámbito rural, el reto demográfico y el sector agroalimentario.

Dentro de cada uno de estos ámbitos,que coinciden con las prioridades que ha tenido el Gobierno desde sus inicios, estamos definiendo cuáles son las reformas y cuáles las inversiones. En ese proceso estamos, trabajando con todos los ministerios para presentar el plan español.

Industrias de alto valor añadido como la sanitaria piden ‘motivaciones’ para incrementar sus inversiones en España.

En este plan tenemos claro que hay que apostar por la movilización de recursos públicos y privados. Hay sectores tractores en digitalización, como el sanitario, en los que el ámbito privado tiene mucho que aportar. Tenemos que ser capaces de trabajar conjuntamente. La definición de una serie de proyectos tractores tiene ese objetivo, definir cómo somos capaces de movilizar recursos y de atraer las inversiones que el país necesita.

Sector público y sector privado tenemos que ser capaces de trabajar conjuntamente

¿Cuánta inversión privada se quiere movilizar?

Estamos haciendo la estimación ahora mismo. En función de la concentración en sectores, la movilización en cada uno de ellos es diferente. Queremos hacer algo parecido al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que incluía una movilización de recursos públicos y de recursos privados.

¿Las subastas sindicadas van a seguir siendo clave en la estrategia del Tesoro de este año?

Las subastas han funcionado muy bien. Estamos aprovechando todo este proceso para captar los recursos que necesitamos. Han tenido una acogida excelente por parte de los inversores y un coste de emisión muy reducido -en 2020 está siendo del 0,82%- y el coste de deuda en circulación está en el mínimo histórico. Por tanto, vamos a continuar con este proceso. El Tesoro Público está haciendo un trabajo excelente.

¿Se van a estrenar nuevas referencias en deuda?

En principio, estamos donde estamos. No habrá referencias nuevas de deuda.

¿Cree que se aprobará el ‘sandbox fintech’ antes de que acabe el año?

Eso esperamos. El proyecto normativo está en el Congreso, en proceso de enmiendas. Es un proyecto excelente y sienta las bases de cómo podemos avanzar en innovación en este ámbito y proteger al inversor y al consumidor.

Unidas Podemos ha insistido en que Bankia se emplee como una banca de uso público, sobre todo en esta crisis. ¿Cuál es su postura ahora mismo?

Tenemos un instrumento público, que es el ICO, que ha funcionado muy eficientemente en esta crisis y ha dado una gran respuesta en colaboración con el sector financiero, compartiendo riesgos. Esta vía ha funcionado y tenemos una serie de instrumentos en los que ya estamos trabajando, como la nueva línea de avales del ICO.

En cuanto a Bankia, siempre decimos que queremos maximizar el retorno para el contribuyente.

¿Eso significa mantener la idea de ‘privatizar’ Bankia, dado que a día de hoy el 60% de esta entidad es estatal?

Claro. Pero en este momento tomar una decisión en la situación actual no va a maximizar ese retorno para el contribuyente.

Dentro de sus competencias no está la fiscalidad, ¿pero cree que dada la situación se debería contemplar una exoneración de impuestos para determinadas empresas, o esa solución ni siquiera está sobre la mesa?

Tenemos que financiar nuestro Estado del Bienestar, y para ello tenemos que contribuir todos. Tenemos que mejorar la lucha contra el fraude, hay una ley en el Parlamento en esta dirección, y el Gobierno está llevando a cabo una política activa para hacer más eficiente el gasto público.  

La AIReF está trabajando en un proyecto sobre la eficiencia de las deducciones y los beneficios fiscales. ¿Considera que faltan instrumentos fiscales para incentivar los productos de ahorro en España, como opinan voces del sector?

Bueno, hay que ver las conclusiones y las recomendaciones de la AIReF. Una vez las tengamos se tomarán las decisiones oportunas. El haber encargado un análisis de un conjunto de beneficios fiscales prueba la voluntad de usar de manera eficiente los recursos.

Una vez tengamos el informe sobre beneficios fiscales de la AIReF se tomarán las decisiones oportunas

¿Veremos alguna medida o reglamentación adicional que afecte al sector financiero a lo largo de este año?

Hay varias directivas que tenemos que poner en marcha y que trasponer. En estos últimos dos años hemos traspuesto alrededor de 14 directivas, que nos las encontramos sobre la mesa cuando llegamos al Gobierno.

Ahora estamos con la trasposición de varias directivas que saldrán a consulta pública:  de solvencia, de blanqueo… Tenemos varios casos en los estamos iniciando el proceso normativo.

Existen dudas sobre cuánto gasto social se permitirá España en 2021, sobre todo teniendo en cuanta que PSOE y Unidas Podemos pactaron subirlos en el acuerdo de coalición. ¿Será posible ampliar estas partidas al mismo tiempo que se implementa el ambicioso plan de reformas que ha desgranado?

Bueno, el plan de reformas e inversiones tiene que abordar también el tema del Estado del Bienestar y la reducción de la desigualdad, que era ya un reto que teníamos.

Tenemos que priorizar las inversiones y en qué áreas trabajamos. El área de la transición ecológica se encuentra evidentemente entre ellas, igual que la de la digitalización. Y tenemos que trabajar también en la lucha contra la desigualdad.

Entiendo por sus palabras que habrá fondos europeos que se destinarán este fin.

Estamos en fase de definición, pero creo que hay áreas como la gestión de datos, el sector sanitario, la economía de los cuidados… La crisis ha puesto de manifiesto lo relevante que es la economía de los cuidados y tenemos que dar una respuesta a su futuro.

La crisis ha puesto de manifiesto lo relevante que es la economía de los cuidados

Ya hemos aprobado el Ingreso Mínimo Vital (IMV), con la única abstención en el arco parlamentario de un partido. Hay un acuerdo general en nuestro país de que no podemos permitirnos tener una sociedad con un grado de desigualdad y con una bolsa de pobreza. Y esto hay que abordarlo en nuestra estrategia actual igual que había que abordarlo en la anterior.

¿Cómo está siendo su relación con los ‘vecinos’ de coalición? Creo que mantiene una colaboración muy estrecha con Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo.

Ha sido una experiencia muy positiva. Hemos trabajado como colegas de Gobierno intensamente todas las horas del día y todos los días de la semana. Cuando hemos llegado a estos acuerdos que tienen el respaldo del Diálogo Social es porque se han tenido en cuenta todas las perspectivas y hemos sido capaces de trabajar juntos. En esta línea tenemos que seguir, consolidando esta experiencia.

¿Es tan poderosa la Comisión de Secretario y Subsecretarios? ¿Se corta tanto bacalao como dicen?

(Se ríe) Bueno, en cuatro meses se han aprobado 20 reales decretos-ley (RDL) que antes de pasar al Consejo de Ministros pasan por la Comisión, que prepara el Consejo. Ha sido un trabajo intenso y absolutamente coordinado. Y creo que también es positivo decir que todos esos RDL se han convalidado en el Congreso. Quizá no veamos la importancia que tiene esto, pero es muy significativa.

Ana de la Cueva, secretaria de Estado de Economía / JORGE BARRENO.

Su departamento no ha parado de desplegar medidas y esfuerzos durante la pandemia, en días y semanas maratonianas. 

Para todos los ciudadanos han sido unas circunstancias complicadísimas y extraordinarias. En mi caso, que llevo en el servicio público 30 años, he sentido la necesidad de que teníamos que volcarnos para salvar el país y sacarlo adelante. Cualquier número de horas no parecía suficiente, pero hemos tenido una respuesta de los equipos en éste y en los demás ministerios que dice mucho de cómo funciona la Administración y de la capacidad que tenemos de trabajar juntos. Dentro de la tragedia y de la crisis, esto ha sido muy gratificante.