A pesar de los rumores de las últimas semanas y las presiones de Unidas Podemos en esta dirección, el Gobierno habría descartado formular y aprobar un impuesto a las grandes fortunas ante el gasto generado por la crisis del coronavirus y la reducción de los ingresos públicos por la hibernación de la economía.

“No tenemos ningún impuesto a las grandes fortunas”, ha indicado María Jesús Montero, ministra de Hacienda. “Nunca hemos hablado de él”, ha afirmado, haciendo referencia al pacto de gobierno que acordaron a finales del año pasado el PSOE y Unidas Podemos.

Sin embargo, sí ha admitido que la idea es que estas grandes fortunas tributen más de lo que hacen ahora (un aspecto que sí aparece en el citado acuerdo), pero no con figuras fiscales nuevas sino potenciando las que ya hay. En este sentido, ha hecho mención concreta al impuesto de Patrimonio y a su potenciación, así como al de Sucesiones, bien adecuados para que no impacten a la clase trabajadora.

Tasas Tobin y Google

Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, Montera ha reiterado que habrá impuesto a las transacciones financieras y a determinadas operaciones digitales, es decir, las tasas Tobin y Google.



Ha recordado que los proyectos legislativos para ambos impuestos ya están en tramitación parlamentaria y que “serán sus señorías quienes modulen cuándo y en què momento entran en vigor”.



En cualquier caso, ha recalcado su utilidad, sobre todo en el caso de la tasa Google, que está destinada para hacer que los gigantes tecnológicos hagan una aportación mayor a las arcas públicas. “Las grandes multinacionales en la crisis están obteniendo mayores beneficios” gracias a los diferentes comportamientos y hábitos de consumo que ha ocasionado en la sociedad la Covid-19.

Por otro lado, la ministra ha indicado que sigue sobre la mesa la reforma fiscal que ya había planteado el Gobierno (por el que se subirá el impuesto sobre Sociedades para grandes empresas) y que se acometerá tras las crisis. 

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