Bruselas

No hay límites en el compromiso del Banco Central Europeo (BCE) con la supervivencia de la eurozona durante una crisis sin precedentes como la del coronavirus. Este es el mensaje que ha repetido su presidenta, Christine Lagarde, durante la reunión virtual del Fondo Monetario Internacional (FMI) celebrada este jueves. El BCE ya ha anunciado que aumentará sus compras de deuda pública y privada hasta 1,1 billones de euros en lo que queda de año como respuesta al Covid-19. Pero no descarta aumentar todavía más la potencia de su artillería si es necesario.

"El Consejo de Gobierno se compromete a hacer todo lo que sea necesario dentro de su mandato para ayudar a la eurozona a navegar esta crisis. Está totalmente dispuesto a aumentar el tamaño de los programas de compra de deuda y a ajustar su composición todo lo que sea necesario y durante todo el tiempo que se necesite", ha dicho Lagarde en un discurso difundido en Fráncfort.

El BCE, ha insistido su presidenta, "explorará todas las opciones y todas las contingencias para apoyar a la economía a través de este shock".

Lagarde admite que la crisis del coronavirus provocará una "gran contracción" en la eurozona y un "rápido deterioro" en los mercados laborales de los Estados miembros. "La incertidumbre ha aumentado abruptamente y seguirá siendo alta, lo que hace extremadamente difícil predecir el alcance y la duración de la inminente recesión y la posterior recuperación", ha dicho la presidenta.

A corto plazo, la inflación seguirá cayendo, pero las consecuencias de la crisis del Covid-19 para la evolución de los precios a medio plazo "están rodeadas por una gran incertidumbre".

Como respuesta a la crisis, el BCE ha aprobado -tras una serie de vacilaciones y errores iniciales- una barra libre de liquidez para la banca y un nuevo programa especial de compra de deuda por valor de 750.000 millones de euros, que sumado a los ya existentes suma 1,1 billones de euros. El activismo de Lagarde contrasta con la lentitud de reacción del Eurogrupo y ha logrado hasta ahora mantener bajo control las primas de riesgo de España e Italia. 

Durante la reunión del FMI, Lagarde ha explicado además que los bancos de la eurozona se encuentran en mejor posición que durante la crisis financiera de 2008. La decisión del BCE de relajar sus requisitos de capital permitirá liberar hasta 120.000 millones de euros para mantener la financiación a la economía real.

La presidenta del BCE ha reiterado además su recomendación a las entidades de que no paguen dividendos ni recompren acciones al menos hasta octubre de 2020, lo que les permitirá retener capital extra por valor de 30.000 millones. El supervisor seguirá evaluando si es necesario dar pasos adicionales y liberar más colchones de capital de la banca.

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