Sevilla

Indignación es la palabra que más se repite entre los representantes de la hostelería andaluza. Pieza clave en el motor turístico, su posición ante las nuevas restricciones al ocio nocturno es clara: “Nos están dejando morir al quitarnos los clientes. Se nos está criminalizando cuando la hostelería no es la responsable de esta situación”.

En declaraciones a Invertia, el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía, Francisco de la Torre, no esconde su enfado. Augura que las acciones restrictivas de la Junta se traducirán en cierres en septiembre ante el daño “irreparable” que se está provocando al sector.

Precisamente, ha reprochado el “flaco favor” que se le está haciendo al turismo desde el Gobierno andaluz, que “quiere llenar aviones de turistas pero recorta el aforo de bares”. Desde la hostelería, sector que impulsó un decálogo de acciones para asegurar la seguridad sanitaria, han lamentado que el Ejecutivo autonómico haya “exagerado” las medidas.

Los costes que acarrearán las medidas no se podrán afrontar”, lamenta De la Torre, quien ha reclamado una reunión urgente con la Junta. “¿Cómo se garantiza una actividad económica con las restricciones impuestas?”, ha añadido el representante hostelero, reiterando que se está “criminalizando” al sector.

Ante las limitaciones anunciadas, la Federación Andaluza de Empresarios de Salas de Fiestas y Discotecas lamenta ser el único sector al que “recortan y aprietan”. “El virus es inteligente. Solo ataca en discotecas, no en aviones o en el metro aunque vayan masificados”, ha ironizado el presidente de la federación, Juan Rambla, quien vaticina cuantiosos cierres.

Registros y control de temperatura

Desde la Junta de Andalucía ya lanzaron mensajes que intuían las limitaciones ya anunciadas. Mientras que el consejero de Economía, Rogelio Velasco, abría la puerta a legislar en la materia, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, reconocía que el gran rebrote de Córdoba originado en una fiesta supuso un punto de inflexión.

El Consejo de Gobierno andaluz ha aprobado este martes el decálogo de medidas: registro de los datos de los clientes, se tomará la temperatura antes de acceder al establecimiento y el aforo se reducirá al 40%.

Según ha apuntado el portavoz de la Junta, Elías Bendodo, estas medidas van encaminadas a reducir el riesgo de contagio dado que el ocio está siendo “la puerta del Covid-19”.

Entre otras medidas, no se podrá consumir en las barras y los locales deberán contar con controladores de sala para asegurar su cumplimiento. Los asistentes tendrán que estar sentados en mesas con un número máximo de 12 personas en cada una y deberán ser acompañados a su mesa asignada.

La propuesta del sector

La Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía mantuvo conversaciones este pasado lunes con los alcaldes de las ocho capitales de provincia y con la Junta de Andalucía para trasladar las peticiones viables del sector para combinar la seguridad sanitaria y la viabilidad económica de sus establecimientos.

Entre las peticiones, a las que ha tenido acceso Invertia, el sector estaba dispuesto a tener controladores de sala contratados por la empresa que vigilen el cumplimiento de las normas, reducir en una hora el horario de cierre así como el aforo de los pubs y bares con música del 75% al 60%.

A ello se sumaría la instalación del sistema ‘Dutc Fit’ que garantiza la destrucción a través de los conductos de aire acondicionado del 99,9% de los virus capsulados como el coronavirus, “con lo que nuestros locales serían tan seguros o más que los locales al aire libre”.

También propusieron acompañar a cada cliente a su mesa asignada y explicarles cuáles son las normas, “incluso si es necesario, haciéndolos firmar un documento donde reconozcan que se les han explicado todas las normas”. La venta en barras quedaría prohibida y los clientes serían atendidos en las propias mesas.

Higienizar las manos de los clientes en la entrada de los establecimientos o tomar la temperatura antes de acceder serían otras de las medidas junto a realizar un registro sanitario, solicitando DNI y los datos correspondientes, además de saber en qué mesa están y quiénes son sus vecinos de mesa, “siempre cumpliendo con la ley de protección de datos”.

La federación andaluza ha abogado además por colocar cartelería en las puertas, en el interior de los locales y en las pantallas recordando el uso obligatorio de las mascarillas así como el control de limpieza de los cuartos de baño, “ya sea con una persona permanente en el acceso o con un sistema que demuestre que se limpian cada hora”.

Para garantizar más la seguridad sanitaria, el sector hostelero ha propuesto a la administración reducir el tamaño de los grupos de 25 a 15 personas como máximo y ampliar la distancia de seguridad entre mesa y mesa a dos metros.

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