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Las claves

El secretario de Estado de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Cruz Cigudosa, sigue en su empeño por cerrar la brecha de lo que considera que es el “reto más importante” y acuciante de la I+D española: la transferencia de conocimiento. Y ha anunciado, durante un encuentro informativo organizado por Exec Forum, la inminente salida de la primera convocatoria del Plan Complementario de Transferencia de Conocimientos. Esta, que se ha retrasado casi dos meses -se proyectó para septiembre- plantea un modelo de subvenciones y cogobernanza con las Comunidades Autónomas para generar “empleo, riqueza y bienestar” en la materia.

Y es que, el país camina en la novena posición del ranking mundial en Ciencia pero en la número 28 en Innovación. Un desajuste entre indicadores que hay que mitigar y que se hace, según sus palabras, con dicha transferencia.

Por otra parte, el segundo gran desafío pasa por mejorar la colaboración público-privada. El político ha subrayado los “esfuerzos”, sobre todo en inversión, de las administraciones, pero ha dejado un recado a las empresas asegurando que “jugamos a un deporte de equipo” y que necesitamos que “la investigación se genere en industria”.

No obstante, este biólogo de formación por la Universidad de Navarra ha valorado los esfuerzos que se están realizando en los últimos años para acercar al país a la media comunitaria en valores tan elementales como la inversión en I+D. Aunque ha crecido un 7% en 2024 con respecto al ejercicio anterior -unos 24.000 millones de euros-, todavía supone un 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el objetivo es alcanzar el 2,3%.

Además, se registraron 12.600 millones de actividades en I+D, unos 10 puntos por debajo de Europa. “Hemos mejorado pero no es suficiente”, ha señalado. “Necesitamos aumentar la cultura innovadora y activar a miles de empresas innovadoras ‘durmientes”. En este sentido, ha proseguido, el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) se desmarca como herramienta clave.

"El mejor momento de la historia reciente para la innovación española"

Por ello, y a pesar de estas rémoras, Cigudosa ha señalado en su discurso que “España vive el mejor momento de su historia reciente para la innovación, la ciencia y la tecnología” ya que se ha logrado alinear “visión, gasto, prioridades y acción”.

Buena parte de ese éxito se la ha atribuido a la repartición de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, derivados de la pandemia, y de los cuales el 40% han ido a parar a I+D+i y  transformación digital.

De los previstos para su ministerio, ya se han ejecutado 4.466 millones de euros, lo que supone un 86% del total, con especial mención por parte del secretario de Estado a los que tienen que ver con las infraestructuras tecnológicas y científicas que son pioneras en el Viejo Continente.

“Por ejemplo, contamos con el superordenador MareNostrum, uno de los mejores de todo el globo, que está vinculado a hacer llegar la supercomputación y la inteligencia artificial a las compañías”.

Apuesta por las 'deep tech'

Por último, Cigudosa se ha referido a la relevancia que tendrá la primera Estrategia Nacional Deep Tech, cuya cartera está liderando el grupo interministerial que está elaborando el documento, y que verá la luz en enero.

Por tecnologías profundas se ha referido a todas las tecnologías que nos permiten, por ejemplo, hacer posible la computación cuántica, las que van a marcar el futuro de la defensa, o las que permiten diseñar medicamentos sin química. En síntesis: “Son las que por su propia naturaleza se encuentran cerca de la investigación pero aún alejadas del mercado”.

Estas, que requieren de un fuerte empuje económico, tendrán un fondo de capital riesgo (Invierte Deep-Tech Transfer), dotado con 353 millones de euros, de los cuales 300 son aportados por el CDTI y el restante por el Banco Europeo de Inversiones.

En España se estima que hay más de 1.000 spin-offs de estas tecnologías, nacidas en laboratorios públicos y con vocación de salir al mercado para resolver coyunturas estructurales de país, que factura en torno a 1.400 millones anuales y da empleo a 13.456 profesionales.