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Jordi Hereu achaca a la irresponsabilidad política el vacío en que se encuentra la tan esperada Ley de Industria, obviando las críticas de grupos y asociaciones empresariales. Así lo ha afirmado en Santander, donde participa en el encuentro de la patronal tecnológica Ametic.

"Todas las organizaciones industriales y sindicatos nos han expresado el apoyo a esta ley, que es muy trabajada con todos los sectores. Pero necesitamos que haya más responsabilidad de la política, que ojalá pueda haber un gran acuerdo industrial porque es lo que necesita no este gobierno, sino la industria del país", afirmó el ministro de Industria y Turismo.

Ese consenso en torno a la ley, pendiente de aprobarse en las Cortes, no se corresponde con los hechos. Teresa Rasero Guerrero, presidenta de la Comisión de Industria y Transición Ecológica de la CEOE, y presidenta de Feique, junto a Carlos Reinoso, portavoz de la Alianza por la Competitividad de la Industria, comparecieron incluso en el Congreso de los Diputados para manifestar "su preocupación por la falta de medidas concretas en el Proyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica".

Fedea coincide a su vez en la falta de concreción en torno al nuevo Comité de Inversiones Estratégicas o el hecho de que "no hay nada en la norma que sugiera una reducción de las cargas administrativas" que tanto demanda el sector.

Además, en un ejercicio de irónica dualidad, denuncia que "en una ley que deja la concreción de buena parte de su contenido para desarrollos normativos posteriores, no se remitan los detalles en este ámbito a las bases reguladoras de las ayudas relevantes y se establezcan, además, unos umbrales de aplicación general en una norma con rango de ley".

"Yo tengo una opinión totalmente contraria. Tenemos un informe favorable por unanimidad del Consejo Económico y Social. Yo he ido a defenderla en la Asamblea de CEOE. La ley de Industria es un instrumento para acometer los retos que tenemos en la España y la Europa del 2025, de manera que por su contenido y por el marco que establece y los instrumentos que establece, es evidente que es la ley que necesita la industria de España y de Europa", responde Hereu a preguntas de DISRUPTORES - EL ESPAÑOL.

El ministro de Industria ha reivindicado que "España tiene la gran oportunidad de pasar a ser un gran hub industrial de Europa, porque tenemos muchas condiciones para ser una gran potencia industrial. Esto requiere de muchos factores, pero uno de ellos es el marco normativo que nos tiene que ayudar a acometer muchos de los retos que tenemos".

Y sentencia: "Por tanto, es evidente que todas las críticas son legítimas, pero son críticas que lo hacen para aportar en todo caso mejoras. Aun así, el marco tiene la bendición del sector industrial. En su totalidad".

Una ley muy demandada

La norma era una de las viejas demandas del sector industrial y, además, muy necesaria para actualizar la anterior ley del ramo, que data de 1992.

El borrador que está ahora en tramitación parlamentaria establece mecanismos de protección y resiliencia para la industria española, promoviendo la autonomía estratégica en sectores clave y reduciendo la dependencia de importaciones esenciales. Asimismo, pone en marcha la Reserva Estratégica de Capacidades Nacionales de Producción Industrial, que permitirá reaccionar ante crisis internacionales.

Junto al refuerzo de la gobernanza industrial, la ley impulsa la transición digital y ecológica de las empresas, fijando como objetivo la neutralidad climática para 2050 y el incremento del peso de la industria en el PIB español. Incorpora órganos de consulta y coordinación entre administraciones, así como incentivos para evitar la deslocalización y medidas de apoyo a sectores intensivos en energía.

El marco normativo contempla, además, restricciones a la venta de activos industriales estratégicos y prevé la devolución de ayudas públicas si se reduce significativamente la actividad en España.