Creo que una de las campañas más exitosas de la historia del turismo es sin duda la de “Asturias Paraíso Natural”. Un eslogan que describe perfectamente lo que es Asturias, y que nos hace soñar con un paraíso en la tierra. Una campaña que este año cumple 40 años y seguro que seguirá funcionando al menos otros 40.
Asturias lidera hoy la creación de empleo en España, según la Encuesta de Población Activa, +9,7% y tiene una de las tasas de desempleo más bajas de España, 8,57%. Sin duda, la apuesta por la digitalización, la Inteligencia Artificial, la Industria 4.0 y la Ciberseguridad son claves en este crecimiento y un ejemplo para el resto de regiones.
Según datos oficiales, en Asturias 3,5 empleos del sector digital son suficientes para generar un millón de euros de PIB, mientras que en otros sectores se necesitan 35 empleos. No quiere decir que los otros sectores no sean necesarios o no sean eficientes, sino que pone de manifiesto el valor añadido de la industria digital.
Hay que recordar los cuatro ejes para el crecimiento económico y social del país: la competitividad del sector TIC; las competencias necesarias en esta nueva era; el impacto de la digitalización y el desarrollo; y por último, la aplicación en todos los sectores productivos y la sociedad de la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la importancia de contar con datos de calidad.
No está de más recordar la importancia de la colaboración empresarial para crecer y conseguir que las grandes empresas traccionen de las pequeñas y medianas. La competencia es importante, pero la colaboración lo es aún más. Nuestro competidor a veces está muy lejos de nuestra región, mejor colaborar para poder competir en un mundo global.
Para ello, es fundamental reforzar las áreas más débiles de las empresas pequeñas y medianas de la industria digital, muy fuertes en desarrollos de tecnologías, pero en ocasiones con carencias en áreas claves del éxito empresarial como la comercialización, la financiación o la gestión de personas.
Algo que va unido a la incorporación de competencias digitales y tecnológicas en todas las etapas educativas. Si España quiere mejorar su liderazgo a nivel global va a necesitar a las personas mejor formadas del mundo, y esa formación pasa hoy por las competencias digitales. Esa fue la apuesta que hizo Corea del Sur cuando era el país más pobre del mundo, allá por los años 50, y hace ya algunos años que su economía superó a la española.
Siguiendo en el área de competencias digitales, debería ser ineludible la participación directa de profesionales de la industria digital en la docencia, para acercar el mundo de la empresa y de la industria digital a las personas. También el apoyo de las empresas a la docencia, donando materiales, formando y facilitando experiencias en sus empresas.
La universidad juega un papel fundamental en el desarrollo de una sociedad y de un país, en ella se forman grandes profesionales capaces de cambiar el mundo. La universidad española y sus científicos tienen una gran capacidad de producción científica, reconocida a nivel mundial, el reto es convertir esa ciencia en innovación y en producto. Muchas veces la ciencia que desarrollamos con talento español se convierte en innovación, producto y riqueza fuera de nuestras fronteras. Por ello se propone crear currículos flexibles y compartidos, con participación de empresas y administración.
La formación continua en un mundo cambiante es una necesidad primaria, por ello se debería reconocer la formación no reglada de forma oficial y actualizar los programas de formación reglada de forma continua y rápida.
Pero la digitalización no sirve para nada si no se aplica en todos los sectores productivos, y para ello es necesario que las empresas se formen en la gestión del cambio. Los cambios suelen generar rechazo, pero son inevitables para progresar. Es fundamental que se mida y se entienda el impacto positivo de la digitalización en la organización.
Y por último, como dicen los ingleses last but not least , la importancia del papel que juegan las personas en el desarrollo e implementación de tecnologías clave como la inteligencia artificial o la ciberseguridad. La IA está para servir a las personas, y tiene que adaptarse a sus necesidades y condiciones. Es cierto que siempre tenemos que hacer un pequeño esfuerzo para cambiar la forma de trabajar y adaptarnos a las nuevas tecnologías. Y lo mismo ocurre con la ciberseguridad, aquí el factor humano es incluso más importante, porque muchas veces sufrimos ataques cibernéticos por desconocimiento y por exceso de confianza.
Si entre todos fuéramos capaces de aplicar estas fórmulas, estoy seguro de que Asturias, y España en su conjunto, mejoraríamos nuestra competitividad como país, generaríamos empleo de calidad y riqueza para mantener el estado de bienestar. Trabajemos para posicionar a nuestro país como un Paraíso Natural y Digital. “España Paraíso Digital”.