Escalar un negocio en 2025 ya no es solo un objetivo ambicioso es, además, una necesidad para no quedarse atrás. Pero ojo, no se trata de trabajar más horas ni de perseguir el crecimiento orgánico como si fuera el único camino. Porque, seamos sinceros, crecer poco a poco, cliente a cliente, puede ser lento y frustrante. Hoy existe un camino mucho más eficiente, pero para aprovecharlo la clave está en automatizar. Automatizar bien. Automatizar lo que realmente importa. Y aunque, a veces, suene tedioso, merece la pena.
Hasta hace unos años automatizar era casi un lujo reservado a grandes empresas. Las herramientas eran caras, complicadas y requerían conocimientos técnicos avanzados o equipos especializados. Pero hoy eso ha cambiado. Gracias a plataformas como Make.com o Zapier, se ha democratizado el acceso a la automatización permitiendo conectar aplicaciones, eliminar tareas repetitivas y liberar tiempo para centrarse en lo que de verdad impulsa el negocio, todo sin necesidad de ser un experto en tecnología.
Sin embargo, antes de automatizar es fundamental conocer a fondo los procesos de la empresa. No sirve de nada automatizar por automatizar, ya que podríamos terminar acelerando errores o ineficiencias. Es aquí donde la inteligencia artificial generativa empieza a jugar un papel clave. Hoy en día, estas herramientas nos ayudan a mapear y documentar procesos internos de forma más rápida detectando puntos críticos o cuellos de botella que, a menudo, pasan desapercibidos. Este apoyo facilita entender qué partes del negocio son prioritarias para automatizar y cuáles deben optimizarse antes de dar el salto. No sustituye la estrategia ni el criterio humano, pero sí ahorra mucho tiempo y evita cometer errores costosos.
Pero la verdadera oportunidad para escalar en 2025 va más allá del crecimiento orgánico. Nos enfrentamos a un fenómeno generacional único: miles de empresarios de la generación boomer están a punto de jubilarse. Según algunos informes, en la próxima década más del 50 % de los dueños de pequeñas y medianas empresas en Europa y América del Norte tendrán que vender sus negocios para retirarse. Este baby boomer exit está creando una oportunidad perfecta para quienes quieran crecer de forma inorgánica comprando negocios ya establecidos.
Estos negocios suelen ser predecibles y rentables, pero muchos están operando de forma anticuada, sin digitalización ni automatización. Aquí es donde entra en juego la estrategia: adquirir empresas con potencial y modernizarlas aplicando procesos automatizados para obtener un rendimiento superior en menos tiempo.
Imaginemos una empresa que aún gestiona sus pedidos en papel o depende del boca a boca para atraer clientes, al introducir sistemas automatizados de gestión de inventarios, facturación digital o marketing automatizado, su rentabilidad puede dispararse rápidamente. Es como adquirir un coche clásico y convertirlo en un modelo eléctrico eficiente sin perder su esencia, pero multiplicando su rendimiento.
Además, la automatización no solo es clave para optimizar el negocio una vez comprado, sino también para acelerar el propio proceso de adquisición. Desde filtrar negocios por criterios clave hasta automatizar la comunicación con los dueños —correos personalizados, recordatorios automáticos, etc.— o incluso la valoración financiera con herramientas que analizan ratios y resultados de forma automatizada.
En resumen, 2025 no será el año de perseguir un crecimiento orgánico a ciegas. El escalado del futuro se basará en comprar este tipo de negocios bien establecidos y optimizarlos mediante la automatización. La clave no es construir todo desde cero, sino adquirir empresas con potencial y hacerlas más eficientes con procesos automatizados. Quien entienda esta combinación ganará la carrera hacia el crecimiento sostenible y rentable.
***Rafa Gálvez es empresario, inversor y mentor experto en la compra de empresas.