No ha sido necesario llegar a las postrimerías de 2025 para poder concluir que, un curso más, la inteligencia artificial ha sido la tecnología estrella. Toda conversación entre expertos incluye al menos un apéndice sobre la IA.
Y no hay sector que no la esté explorando activamente. El TIC, por supuesto, que la desarrolla, y todos los que la aplican; desde el sanitario hasta el educativo pasando por administraciones públicas, movilidad o alimentación hasta llegar al ecosistema emprendedor y, sin añadir un pero, a todos los demás que conforman el tejido económico de las sociedades.
Entrando más en detalle, este año se ha caracterizado por el aterrizaje con más fuerza de los agentes autónomos, la denominada ‘tercera ola de la IA’, que son aquellos que pueden tomar decisiones por sí mismos basados en el autoaprendizaje y sin intervención humana.
Pero su promesa no es fácil de llevar a buen puerto. Los retos todavía abundan y, si hay algo más que podemos inferir, es que falta todavía madurez en el mercado. Así lo aseguran numerosos estudios. Por ejemplo, la consultora Oliver Wyman dice que sólo el 17% de las grandes corporaciones -cotizadas en el NSYE y con una facturación superior a los 850 millones de dólares- ha conseguido una mejora de ingresos o de reducción de costes superiores al 10% gracias a sus iniciativas de IA.
Es por complejidades como esta que se ha llegado a hablar de pinchazo de la burbuja. Es más, Gartner confirma que, en esta fase en que nos encontramos destinada más a construir infraestructuras y modelos a escala que puedan facilitar el lanzamiento de casos de éxito, se ha abierto una nueva etapa de reajustes de previsiones y evaluación de proyectos que no han alcanzado el resultado esperado, sobre todo en lo referente a la citada IA generativa.
DISRUPTORES – EL ESPAÑOL ha contado este año todo lo referente a esta tendencia de moda y desde distintos puntos de vista. Ya sea a través de los ojos de los expertos o de la recogida de iniciativas de los grandes actores, startups o empresas de distintas industrias, explicadas por sus CIOs.
También ha informado sobre legislación, más en concreto de la europea, que aprobaba el año pasado su pionera ley sobre esta tecnología, pero que en este ha vivido momentos de sobresaltos e incluso de rectificación.
El sector TIC acelera
En no pocas ocasiones, la redacción de este medio se ha desplazado al lugar de la noticia para conocer de primera mano qué están haciendo las grandes tecnológicas con la inteligencia artificial. Por ejemplo, uno de los hiperescalares, Microsoft, trabaja, según sus directivos, con las miras puestas en “hacer que la IA personalizada llegue al mayor número de consumidores”.
Sin embargo, esta tecnología todavía tropieza con la desconfianza de los usuarios: hasta un 41% de los usuarios online no ve aún valor alguno en los resúmenes de IA y un 47% tampoco en los chatbots.
Otro de los primeros espadas de la IA, Amazon Web Services (AWS), tomaba la decisión de desprenderse del legado tecnológico y sustituirlo por fábricas de IA, chips de nuevo cuño y una nueva capa de agentes capaces de reescribir código, gobernar datos y automatizar procesos críticos.
En lo referente a los agentes autónomos, Salesforce pone los esfuerzos en fundar un sistema operativo agéntico capaz de hacer frente a “esta nueva revolución”, según se pudo escuchar en su evento emblema Dreamforce.
Y, otra firma de relumbrón, Oracle, anunciaba que reforzará sus capacidades de IA en España con la apertura de una nueva región cloud para disputar en Europa el trono a los principales hiperescalares.
En resumen, todas estas tecnológicas tratan de afrontar el principal problema de las empresas: aterrizar casos de uso que mejoren su eficiencia y productividad. Muchas asumen que el problema de la IA es de datos, y no al revés, y tratan de apuntalar sus infraestructuras para esta nueva era.
Proyectos punteros
Más allá de los numerosos desafíos, lo que sí es una certeza es que la inteligencia artificial está en la base de los nuevos proyectos que salen a la luz. Algunos locales como el de la valenciana Maisa AI, que ha registrado la mayor inyección de capital en España registrada hasta la fecha para una compañía de inteligencia artificial.
Su propuesta es crear agentes de IA resistentes a las llamadas ‘alucinaciones’ que se puedan usar con lenguaje natural y sin tocar una sola línea de código. Un proyecto que ya está llamando la atención de muchas grandes corporaciones.
Además, sí que hay casos de éxito tangibles que pueden ayudar a otros a dar forma a sus iniciativas. Es el caso de la petrolera Repsol, que ha dado el salto a la IA agéntica con un proyecto piloto de 22 agentes autónomos, con los que trabajan ya más de 50 empleados de forma colaborativa, y por el que se han invertido cerca de 10 millones de euros. Su objetivo, según contaba en estas páginas a principios de año el CIO Juan Manuel García, es lograr un impacto de 800 millones de euros para 2027 gracias al uso de esta tecnología.
Otra gran empresa nacional, Mercadona, quiere tener “la mejor IA del mundo” para conseguir sus propósitos de ventas, tal y como explica su CTO Sergio Pajares en esta entrevista. En un contexto parejo se mueve Danone, que ha puesto esta tecnología al servicio del negocio, a ojos de su CIO para el sur de Europa, Nicolas Cosqueric.
En sectores como la educación, nos trasladamos hasta Oslo (Noruega) para testar la “imperiosa” necesidad de implantar la inteligencia artificial para personalizar la enseñanza y recuperar la atención de los jóvenes.
Y, en sanidad, ya se están utilizando grandes cantidades de datos de calidad para avanzar en investigación y, en esencia, transformar la manera en que nos aproximamos a esta ciencia en el Viejo Continente a través de la IA.
A vueltas con la inteligencia artificial en Europa
En Europa se ha debatido largo y tendido sobre esta tecnología. Un año después de que se aprobase la pionera ley AI Act, basada en riesgos y en usos inadecuados, la Comisión Europea (CE) ha propuesto una moratoria hasta 2027 de los artículos más conflictivos. Es decir, los que chocan con los intereses de las big tech norteamericanas y de la administración Trump.
Lo hace, bajo el pretexto de aplicar simplicidad al cuerpo normativo del Viejo Continente y de fomentar la innovación. Desde DISRUPTORES – EL ESPAÑOL hemos contado cómo se ha ido produciendo este amago de cesión, algo que ya denunciaron los redactores del documento legislativo el pasado mes de abril.
Lo más destacado de 2025
Durante estas semanas, estamos recopilando y repensando algunas de las historias que han marcado el 2025 en nuestro campo, el de la innovación y la digitalización. Un análisis que busca trazar líneas de pensamiento, ver más allá de la vorágine cotidiana y establecer puntos de partida para la opinión pública de cara a los futuros que nos aguardan, tan prometedores como inciertos:
| Lo más destacado de 2025 | 21 diciembre | Cataluña |
| Investigación y personajes únicos | 22 diciembre | País Vasco |
| Inacción del gobierno de España | 23 diciembre | Comunidad Valenciana |
| Ecosistema startup | 24 diciembre | Andalucía |
| Inteligencia artificial y agentes | 25 diciembre | Galicia |
| Computación cuántica | 26 diciembre | Extremadura |
| Aceleradoras | 27 diciembre | Cantabria |
| Ciberseguridad | 28 diciembre | Castilla y León |
| Sostenibilidad | 29 diciembre | Asturias |
| Inversores | 30 diciembre | La Rioja |
| Digitalización en gran empresa | 31 diciembre | Castilla-La Mancha |
| Cloud y soberanía del dato | 1 enero | Canarias |
| Regulación europea en 2025 | 2 enero | Navarra |
| 3 enero | Baleares | |
| América Latina | 4 enero | Murcia |
| El papel de la mujer en tecnología | 5 enero | Aragón |
| Talento y cambio cultural | 6 enero |
