Las claves
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Generado con IA
El español César Cernuda lleva algo más de cinco años y medio al frente de NetApp y no duda al definir este periodo como uno de los más decisivos de su carrera. “Es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida profesional”, afirma en entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL, tras más de dos décadas previas en Microsoft.
El motivo, explica, no fue solo personal, sino pensado en clave profesional y meditado con la almohada: su enseña se sitúa hoy en el corazón de la gran mutación tecnológica que atraviesa la economía global: “Estamos viviendo la cuarta revolución industrial. Ya ni hablamos de transformación digital, hablamos de inteligencia artificial. Y la inteligencia artificial son datos. Todo gira en torno a que esos datos trabajen, estén bien estructurados y puedan generar valor”.
De hecho, cuando Cernuda aterrizó en la compañía, en 2020, tuvo clara cuál era su misión inmediata: NetApp debía dejar de ser percibida como un fabricante de almacenamiento para convertirse en el epicentro por excelencia de una infraestructura inteligente de datos.
La tesis se mantiene, pero el contexto ha mutado radicalmente, o ha acelerado el paso si lo prefiere el estimado lector. “Antes almacenábamos datos. Hoy el reto no es tenerlos, sino conseguir que trabajen para ti. La clave no es mover tus datos a la inteligencia artificial, sino traer la inteligencia artificial a tus datos”, insiste una y otra vez Cernuda.
Y en ello se encuentra esta multinacional, en diseñar una arquitectura de datos pensada para operar indistintamente en entornos propios, nubes privadas y proveedores hiperescalares, sin encerrar al cliente en una única opción tecnológica.
Pero para poder situarse en esta batalla, primero NetApp debía realizar el tránsito desde el hardware hacia el software y los servicios. Empero, el directivo español matiza el relato al respecto: “Siempre hemos sido una compañía de software. Nuestro valor diferencial está en ONTAP, nuestro sistema operativo. Lo que ocurre es que históricamente lo hemos monetizado a través del hardware”.
Hoy, explica César Cernuda, esa lógica se ha ampliado: la firma mantiene acuerdos con fabricantes y proveedores de nube que utilizan su software, al tiempo que refuerza su negocio de suscripción y servicios gestionados. “Más de 250 proveedores de servicios gestionados ofrecen nuestra tecnología y cada vez más clientes nos piden directamente que no les vendamos infraestructura, sino capacidad, gestión del dato y seguridad”, señala.
Giro hacia el almacenamiento en la nube
Las cifras avalan ese cambio de tercio liderado por su presidente. El negocio de cloud storage supera ya el 10% de la facturación y crece a ritmos superiores al 30% interanual, con márgenes sensiblemente más elevados que el hardware tradicional.
“Las compañías de software y servicios tienen márgenes más altos, es evidente, pero no a costa del cliente. Aquí no se fuerza a nadie”, subraya.
De hecho, uno de los mensajes que más repite Cernuda es que NetApp no empuja artificialmente a sus clientes hacia modelos de suscripción o cloud, en clara alusión a muchos de sus contendientes del sector: “La decisión es del cliente. A nuestros vendedores y partners les pagamos exactamente lo mismo vaya el cliente por donde vaya. No queremos forzar comportamientos a corto plazo que comprometan la relación a largo plazo”.
Esa filosofía se refleja también en la relación con los grandes hiperescalares. NetApp es el único proveedor cuya tecnología de almacenamiento se ofrece de forma nativa dentro de las consolas de Microsoft Azure, Amazon Web Services y Google Cloud.
“Los tres han decidido integrar NetApp en sus propios data centers para determinados flujos empresariales. No es casualidad”, afirma César Cernuda, aunque sin entrar en cifras concretas de adopción.
Sean cuales sean los datos, estas integraciones son la última esperanza para que las empresas puedan mover datos y cargas de trabajo entre entornos híbridos y multicloud con una única capa de control, algo que, a juicio del ejecutivo, marca una diferencia estructural frente a otros modelos basados en alianzas indirectas.
El paso a 'flash'
En paralelo, NetApp ha vivido una transformación profunda en su catálogo tecnológico. Durante años asociada al almacenamiento tradicional, la compañía se ha convertido en líder mundial en flash según las estimaciones que maneja César Cernuda.
“Por primera vez en nuestra historia somos número uno global en flash, según IDC, tanto por ingresos como por crecimiento”, destaca el presidente, con 3.800 millones de dólares en ingresos anuales en este segmento. Aun así, rehúye los discursos maximalistas: “No creemos en imponer una única tecnología. Hay cargas de trabajo donde el disco sigue teniendo sentido, por coste o por regulación. El futuro no es monocorde: es híbrido y multicloud”.
César Cernuda, presidente mundial de NetApp, durante una edición de 'Wake Up, Spain!'.
Ese enfoque híbrido cobra especial relevancia en el contexto europeo, marcado por la soberanía del dato y la presión regulatoria. Cernuda defiende que muchas de las soluciones que hoy se presentan como novedosas ya forman parte del ADN de NetApp desde hace años: “Permitir que los datos residan en Europa, con control y gobernanza, es algo que llevamos haciendo mucho tiempo con nuestros partners. La diferencia es tener el software que lo orquesta todo de forma coherente”.
Inteligencia artificial
Por si alguien la echaba de menos, la inteligencia artificial atraviesa toda la conversación como telón de fondo. En este sentido, César Cernuda lanza un dato contundente: cerca del 70% de los datos de las medianas empresas nunca se utilizan.
“La mayoría de los proyectos de IA fracasan porque no se ha hecho el trabajo previo: preparar los datos. Sin eso, los modelos generan sesgos, decisiones erróneas y frustración”, advierte. Un reto que NetApp quiere convertir en oportunidad de negocio, con la creación de equipos dedicados a modernizar data lakes y estructurar datos no estructurados antes de cualquier despliegue de inteligencia artificial.
“No se trata de comprar GPUs sin pensar. Se trata de decidir dónde entrenar los modelos, dónde están los datos y cómo optimizar costes y seguridad”, sentencia el directivo.
En ese escenario, la madurez de las empresas es desigual: “La mayoría tiene pilotos de IA, pero pocas tienen una estrategia sólida de datos. Muchas empiezan ahora a darse cuenta de que necesitan modernizar sus infraestructuras y asumir que esto lleva tiempo”. La narrativa de que todo está listo, añade, es más aspiracional que real.
Pero también hay motivos para el optimismo: nuestro país ocupa un lugar relevante en ese mapa que traza Cernuda. “Nosotros no somos Estados Unidos ni Alemania, pero España es estratégica para nosotros. Ser líderes aquí nos da más responsabilidad. Y 34 de las 35 empresas del Ibex son clientes de NetApp”, recuerda.
Kurian y Cernuda
No podíamos dejar de preguntarle sobre el tándem directivo que forma con George Kurian, CEO de la compañía: “Nuestra relación es magnífica. Él lidera la visión de producto y largo plazo; yo, la operación y el negocio. Ese equilibrio ha sido clave para llegar hasta aquí”, afirma César Cernuda, convencido de que el verdadero diferencial de NetApp no está en una tecnología concreta, sino en la capacidad de hacer que los datos -allí donde estén- se conviertan en inteligencia accionable.
