La inteligencia artificial está viviendo este 2025 su tercera ola con la llegada de los denominados agentes autónomos que, a diferencia de los populares chatbots, pueden tomar decisiones de manera propia -eso sí, siempre bajo la supervisión humana- prometiendo una potente mejora en la productividad y eficacia del usuario.
Estos ya están impregnando todo el mercado laboral, llegando a todos los sectores conocidos, desde el financiero, por poner un ejemplo, hasta la propia base del mercado laboral, el educativo.
Aquí, esta suerte de asistentes personales del aprendizaje aterrizan para resolver dudas en tiempo real, guiar al alumno por los contenidos según su ritmo y nivel y ayudar a poner en práctica lo aprendido con ejercicios exclusivos, tal y como explica Pau Garcia-Milà, cofundador de Founderz AI Business School.
Esta escuela de negocios online en inteligencia artificial, "por la que hemos formado ya a 250.000 personas en más de 50 países y 1.300 empresas como Prosegur, BBVA, Naturgy o Mapfre, entre otras", acaba de lanzar sus propios mentores digitales (Founderz Fellows) para tratar de “humanizar la educación a través de la tecnología”.
El directivo estima que, además de las virtudes ya mencionadas, la inteligencia artificial mejora la eficiencia y reduce tareas repetitivas para profesores o tutores y promociona la motivación: “Convierte el proceso de aprendizaje en algo más dinámico e inmediato”.
En el caso particular de la compañía, Founderz Fellows incorpora asistentes con voz y videollamada para “adaptarse al progreso de cada estudiante, recordar interacciones previas, personalizar los planes de estudio, generar resúmenes y crear pruebas adaptadas y guías para tareas complejas”.
No obstante, desde la escuela tienen claro que las herramientas digitales en educación, un mercado con una competencia cada vez más nutrida, no sustituyen a las personas, sino que las potencian, y que deben combinarse y ponerse al servicio de toda la comunidad de aprendizaje y mentores.
De este modo, y basándose en la experiencia de los alumnos que ya han empezado a utilizar estos agentes, en la compañía aseguran que “su aprendizaje se vuelve mucho más ágil y personalizado. […] Estos agentes mejoran la experiencia de cada alumno y les hace sentirse más acompañados”.
Por otra parte, indican, “con Founderz Fellows demostramos que no solo enseñamos inteligencia artificial, sino que también la desarrollamos y la aplicamos en nuestro propio campus. Creemos en un modelo híbrido donde la IA amplifica las capacidades humanas y no permitimos que ningún alumno se quede sin acompañamiento”.
Retos a sortear
Para desarrollar una solución de estas dimensiones también hay que tener en cuenta aspectos esenciales como la privacidad y la seguridad, especialmente en estos entornos educativos. “Trabajamos con sistemas cerrados, seguros y que cumplen con las normativas europeas de seguridad. La confianza del usuario es esencial”.
Asimismo, otro de los grandes retos pasa por lo que conocemos como ‘alucinaciones’ de la IA; es decir, en palabras de Garcia-Milà, respuestas incorrectas que la máquina puede generar con mucha seguridad. “Para mitigarlas, es clave combinar los modelos generativos con sistemas de verificación de fuentes y bases de datos contrastadas”, concluye el directivo.
