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Las claves

Cohorte Cantabria, objetivo cumplido. Parecía complicado allá por el año 2021, pero lo cierto es que sin prisa pero sin pausa, la región ha logrado alistar a 50.000 voluntarios de entre 40 y 70 años para monitorizarles la salud de por vida en favor de la medicina de precisión.

Estrella Ortega atiende a DISRUPTORES y bromea sobre lo afortunada que ha sido. Ella es la persona 50.000 que ha decidido convertirse en voluntaria de este proyecto pionero en España y en el sur de Europa.

Hasta el momento, se habían ido conociendo proyectos, avances en el alistamiento, campañas promocionales… pero nunca habíamos escuchado las motivaciones que llevan a un ciudadano a subirse de forma desinteresada al tren de la contribución a la investigación médica. Qué mejor que hablar con el pasajero 50.000.

Es precisamente la contribución a la investigación lo que ha motivado a Estrella a alistarse. "El esfuerzo personal es mínimo y, a cambio de tu participación desinteresada, contribuyes a la realización de un montón de investigaciones biomédicas encaminadas a profundizar en las causas de las enfermedades y cómo se podrían evitar, al avance en diagnósticos precoces y en la medicina personalizada", explica.

Aunque prefiere no confesar su edad, evidentemente, como todos los voluntarios, está en la franja de los 40 a los 70 años. Edad suficiente para valorar cómo está impactando la innovación, la investigación y la tecnología en la sanidad.

"Estos avances están revolucionando el modo de enfocar el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades. Se está viendo cómo los avances tecnológicos -la nanotecnología o la inteligencia artificial- tienen un sinfín de aplicaciones en la medicina, que precisan muchos estudios para poder aplicarlas con seguridad. Por ello me parece que la investigación para seguir avanzando en estos campos cada vez es más necesaria y proyectos a largo plazo y con bases de datos grandes como puede ser Cohorte Cantabria son fundamentales", resume.

Más allá de este tipo de reflexiones, que, por supuesto, son importantes, ¿cómo llega un ciudadano a conocer los pormenores de proyectos como este? Estrella admite que "había oído hablar de Cohorte, creo que empezó a funcionar en el año 2021 y yo supe de su existencia por el boca a boca".

A partir de ahí, la picadura de la curiosidad. "Este verano me comentaron que el proyecto estaba abierto a toda la población residente en Cantabria, en el rango de edad de 40 a 70 años, y que solo había que llamar por teléfono para que te incluyeran. Ya quedaban pocos para conseguir el objetivo inicial. Me pareció interesante formar parte de este gran proyecto de investigación y me apunté", recuerda.

Momento ahora para conocer qué pasa una vez has decidido apuntarte. Estrella lo explica con detalle: "Al alistarte te envían un extensísimo cuestionario sobre datos socioeconómicos y hábitos de todo tipo relacionados con la salud (comida, sueño, actividad física, tabaco, alcohol, etc.). Te hacen una analítica de sangre muy completa, te pesan, te miden y te calculan el índice de masa corporal. El resultado de todo ello te lo envían por email y solo se puede abrir con una clave personal. Todos los datos están anonimizados, esto quiere decir que nadie, excepto los profesionales directamente implicados, pueden identificar a quien corresponden. Además, tienes que firmar bastantes consentimientos informados para el tratamiento de tus datos y de las muestras biológicas que se almacenan en un biobanco".

"El tratamiento de los datos es exquisito y la participación en proyectos siempre es voluntaria"

Estrella Ortega, voluntaria 50.000

Y continúa: "A partir de ahí te pueden llamar para participar, siempre voluntariamente, en los diferentes proyectos de investigación que necesiten información adicional. Por poner dos ejemplos: monitorizando temporalmente el sueño con una pulsera inteligente para estudios sobre cómo influye este en el desarrollo de determinadas enfermedades o realizando pruebas de evaluación cognitivas en relación con investigaciones sobre demencia y Alzheimer. Todos los análisis y estudios realizados se repiten en un plazo determinado para ver la evolución en el tiempo".

Quizá uno de los temas más controvertidos que podría encontrarse cualquier ciudadano alistado a Cohorte podría ser el tratamiento de los datos, pero para Estrella este tratamiento es "exquisito" y además "la participación en cualquiera de los proyectos siempre es voluntaria".

Como curiosidad y a modo de ejemplo de cómo pueden ser determinantes este tipo de proyectos, la voluntaria 50.000 revela que "conozco incluso a varias personas asintomáticas a las que se les ha detectado una enfermedad precozmente al hacerles la analítica de rutina".

Se despide Estrella y saludamos ahora al máximo responsable del proyecto, el doctor Javier Crespo, quien reflexiona sobre que "el reclutamiento de los 50.000 voluntarios en menos de cinco años puede no impresionar, pero si se tiene en cuenta que 50.000 personas constituyen el 20% de la población de nuestra región entre los 40 y los 70 años, se entiende mejor la magnitud de este logro".

"Balance satisfactorio"

Por lo tanto, añade, "el balance global de este proyecto desde su inicio no puede ser más que satisfactorio, gracias a la extraordinaria colaboración de la sociedad cántabra a la que damos efusivamente las gracias".

A día de hoy, Cohorte Cantabria tiene activos hasta una quincena proyectos relacionados con la medicina de precisión. La prevención de la demencia y el ictus o el análisis de factores de riesgo de enfermedad hepática metabólica avanzada en mujeres con insuficiencia ovárica prematura, solo son dos ejemplos.

La pregunta obligada es: y ahora que Cohorte Cantabria ha alcanzado los 50.000 voluntarios, ¿qué?

Crespo anuncia que se va a iniciar la segunda fase del proyecto. "Volveremos a contactar con todos nuestros voluntarios, volvernos a entrevistarlos, les solicitaremos nuevas muestras biológicas y efectuaremos algunas exploraciones nuevas. De esta forma, cumpliremos con nuestro propósito de un seguimiento periódico para observar la transición entre salud y las potenciales enfermedades que se presenten, prestando atención a los determinantes biológicos de la salud, pero también a los sociales, culturales y de cualquier otro tipo", resume.

Y más aún. Sin querer dar más detalles por razones de confidencialidad, "tenemos unas conversaciones muy avanzadas con una empresa biotecnológica de primer nivel mundial para lograr la secuenciación exómica de los 50.000 voluntarios". Se trata de un análisis genético que examina las regiones del ADN que codifican proteínas y que contienen la mayoría de las mutaciones que causan enfermedades.