Un ente público que mire al futuro desde el punto de vista de la innovación y con el objetivo de convertirse en referente o ejemplo para otros tiene que hacer parada obligatoria en la sostenibilidad y en la eficiencia energética.
Y esa es precisamente la hoja de ruta de la Universitat de les Illes Balears (UIB), entidad que, tras recibir una importante inyección económica de los fondos Next Generation, va a acometer un vasto proyecto de transformación energética que tendrá a la tecnología como principal aliada.
Desde el centro universitario remarcan que "esta financiación representa una oportunidad histórica para posicionar a la UIB como modelo puntero en tecnologías de gestión de infraestructuras energéticas y ambientales, además de cumplir con el compromiso de descarbonización".
La Universitat de les Illes Balears ha conseguido en total 18,7 millones de euros en una convocatoria competitiva de fondos europeos convocada por el gobierno regional y ese dinero permitirá avanzar hacia la transformación del campus universitario de Palma en un entorno energéticamente eficiente y autosuficiente, y con una huella de carbono cero.
Las actuaciones previstas en el proyecto se iniciarán a lo largo del último trimestre de 2023 y está previsto que finalicen en el verano de 2025.
El proyecto hará posible, entre otras cosas, que la UIB genere más del 100% de la energía que consume anualmente y deje de emitir, también anualmente, más de 2.868,51 toneladas de CO2.
El proyecto de transformación energética del campus propone un cambio tecnológico "de primer orden", indican desde la universidad. "Contribuirá a la reconversión tecnológica del campus de la UIB en un modelo puntero a nivel mundial con respecto a la integración de las tecnologías de gestión en las infraestructuras energéticas y ambientales", añaden.
El modelo de gestión que se prevé implantar en la UIB será replicable y escalable, todo con la voluntad de proponer un modelo que pueda servir como banco de pruebas. "De esta manera, el modelo será referente para la aplicación a otras instituciones, entidades locales, polígonos industriales, etc.", insisten.
Según consta en el proyecto, en total, se instalarán infraestructuras de generación fotovoltaica con una potencia de 6,56 MWp que irán acompañadas de la instalación de sistemas de acumulación de energía integrados por 5 MWh mediante baterías de tipo LiFePO4 y más de 100 kWh a partir de baterías de segunda vida de vehículos eléctricos que se distribuirán en diferentes edificios y zonas del campus.
Este conjunto de instalaciones se controlará mediante una red inteligente que hará posible el control y la gestión eficiente de los recursos energéticos descentralizados que integran el proyecto.
El proyecto de transformación energética del campus, además, se integrará en el sistema de captación de datos relacionados con el consumo de electricidad y de agua, de medida de la ocupación de espacios docentes y de medida de datos ambientales de que ya dispone la universidad.
Todo ello permitirá que la UIB disponga de una herramienta tecnológica innovadora dedicada a optimizar al máximo la generación y el consumo de energía en el campus.
La integración del proyecto en el entorno natural del campus ha guiado la estrategia rectora del proyecto. Así, "el diseño que se plantea rehúye el modelo de una gran planta generadora y, en cambio, opta por un reaprovechamiento del entorno urbano ya construido, de manera que se potencia el aprovechamiento de las cubiertas de edificios, espacios de aparcamiento y zonas afectadas por infraestructuras de transporte", revelan desde la UIB.
Otras actuaciones
Así pues, el 54% de la superficie que ocupa el proyecto se sitúa en cubiertas, aparcamientos y áreas antropizadas, y supone aproximadamente el 50% de la generación y de la reducción de toneladas de CO2 por año.
Siguiendo esta estrategia, se prevé que las cubiertas de algunos edificios del campus se cubran con instalaciones de captación solar, integradas en el sistema de gestión global. Otros edificios del campus, o bien ya disponen de financiación para ejecutar instalaciones de captación solar a través de otros proyectos, o bien se ha previsto que estas instalaciones se hagan en un tiempo próximo a través de proyectos que optan a otras convocatorias de financiación.
También se ubicarán instalaciones fotovoltaicas sobre cubiertas de marquesinas de los aparcamientos anexos a algunos edificios.
Como se concluye en el estudio de escenarios de generación fotovoltaica del campus de la UIB, con el fin de llegar a hacer un autoconsumo completo en el campus, se hace necesario plantear escenarios de instalaciones de generación fotovoltaica sobre el terreno en diferentes lugares del campus, la gran mayoría de los cuales ya se encuentran afectados por otras infraestructuras.
Los cambios previstos en el proyecto de transición energética se llevarán a cabo en paralelo a las medidas de renaturalización del campus de la UIB, que deben permitir recuperar y valorar diferentes espacios naturales del campus.
Los árboles afectados por la instalación de las infraestructuras de captación solar se replantarán en el campus. Además, con la intención de integrar las nuevas infraestructuras, se prevé el ajardinamiento del entorno de las pérgolas que se instalen en el campus; la estrategia se fundamenta en la reducción del impacto de la instalación.
La biodiversidad del campus se enriquecerá con un arborétum, un espacio paisajístico donde se plantarán especies de árboles de diversos ecosistemas con la intención de que se convierta en un museo de árboles con vocación pedagógica.
El conjunto de actuaciones se inscribe en la Estrategia de Sostenibilidad de la Universitat de les Illes Balears, una iniciativa que tiene como objetivo general transformar la universidad en un modelo de sostenibilidad y de compromiso con la preservación del medioambiente.