La irrupción de la inteligencia artificial aparece como uno de los factores que han desencadenado la nueva ola de recortes en Estados Unidos. Solo esta semana, Amazon anunció el despido de 14.000 empleados corporativos en todo el país.
“La generación de inteligencia artificial actual es la tecnología más transformadora que hemos visto desde la llegada de Internet”, señaló la compañía en un comunicado interno en el que justificaba la reestructuración.
El gigante de Seattle busca reorganizar su estructura interna y ganar eficiencia mediante la integración de herramientas de IA en sus procesos. Según informó Reuters, esta estrategia podría llegar a afectar hasta 30.000 puestos de trabajo en total, lo que equivale aproximadamente al 10% de su plantilla global. Por lo tanto, se puede esperar que las rondas de despidos continúen en los próximos meses.
Amazon no está sola. Meta también anunció una nueva ronda de recortes, en este caso de 600 especialistas pertenecientes a sus unidades de infraestructura de IA y al equipo de Investigación Fundamental en Inteligencia Artificial (FAIR). Una decisión llamativa, ya que afecta a perfiles que contribuyeron directamente a desarrollar la tecnología que ahora está siendo empleada para automatizar sus funciones.
Este movimiento evidencia el doble filo de la IA dentro del sector: parte de la fuerza laboral que ayudó a crear los modelos y sistemas que hoy marcan la frontera de la innovación está siendo reemplazada por esos mismos sistemas.
De esta manera, la narrativa en Silicon Valley acerca del impacto de la IA en el mercado laboral comienza a tomar un nuevo rumbo. No obstante, no solo la IA es causante de los despidos recientes.
La fabricante de vehículos eléctricos Rivian también comunicó recortes este mes. La startup recortará cerca del 4% de su plantilla en un contexto marcado por la caída en ventas y la retirada de los incentivos federales para la compra de automóviles eléctricos, lo cual ha reducido la demanda. Una medida que enfrentó a Elon Musk (CEO de Tesla) contra la administración Trump a pesar de compartir ideología política.
Estos anuncios se producen en un momento paradójico: la bolsa estadounidense atraviesa una etapa de fuerte desempeño, particularmente impulsada por las firmas tecnológicas. Sin embargo, la tendencia de recortes no es nueva.
Durante la pandemia, el sector experimentó una expansión acelerada. Empresas como Amazon, Microsoft y Google contrataron personal de forma agresiva para responder a la explosión del consumo digital. En algunos casos, llegaron incluso a incorporar talento de forma preventiva, para impedir que sus competidores lo hicieran.
Ese auge fue tan notable que el estado de California registró un incremento importante en sus ingresos fiscales, impulsado por salarios altos, beneficios corporativos y ganancias de capital vinculadas a la industria tecnológica.
Un ciclo que cambió en 2022
El ciclo, no obstante, comenzó a cambiar a partir de 2022, coincidiendo con la normalización económica y la adopción masiva de herramientas de IA generativa. Desde entonces, los ajustes han sido constantes.
Microsoft lleva tres años recortando plantilla de forma gradual, con su mayor reducción en julio de este año: 9.000 empleados, cerca del 4% del total. HP eliminó un 5% de sus puestos a comienzos de año. Compañías como GoPro, Spotify, Lyft, IBM, Netflix, Visa, Mozilla, Yahoo y Stripe también han llevado a cabo reducciones en los últimos doce meses.
Oracle, pese a encontrarse en una posición favorable (incluyendo su participación en la futura reorganización de TikTok en EE.UU. y el reciente acuerdo con NVIDIA para desarrollar una supercomputadora de IA destinada al Departamento de Energía) también ha optado por ajustes internos para “optimizar operaciones”.
Apple, por su parte, ha sido una excepción relativa. Su política de contratación más conservadora durante los años de expansión le ha permitido evitar, de momento, despidos masivos similares a los de sus competidores.
