Este viernes, 11 de febrero, celebramos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un día que persigue fomentar la pasión por las carreras científicas y tecnológicas entre niñas y mujeres; un día pensado para promover una mejor formación, para inspirar, para romper barreras… En definitiva, un día creado para hacer que la ciencia y la tecnología ayuden a hacer realidad una sociedad más igualitaria.

Es indiscutible que, debido al gran proceso de transformación en el que se encuentran las empresas y la sociedad en general, las conocidas como profesiones STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) son el presente y el futuro. Sin embargo, vemos cómo las mujeres siguen estando un paso atrás en este campo: los datos muestran que la formación en profesiones del ámbito de la ciencia y la tecnología siguen estando cubiertas por un sector mayoritariamente masculino. 

De hecho, según un estudio lanzado el pasado año con motivo de esta fecha por la Organización de Estados Iberoamericanos, sólo el 13% de estudiantes de carreras STEM relacionadas con sectores como la ciencia, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas en España eran mujeres. Una diferencia que podemos observar en los centros de formación, tanto en alumnado como en el profesorado, y que inmediatamente se replica en el ámbito laboral.

Debemos apoyarnos en la ciencia y la tecnología para conseguir el acceso de la mujer a todas las oportunidades laborales que ofrece el mercado y para poner fin a la brecha salarial. Según los datos de la Fundación CYD, los trabajos tecnológicos presentan una brecha salarial de género inferior y, mientras que en el resto de las profesiones esta diferencia puede superar el 12%, en el caso de las ingenierías, no llega al 6%.

Las charlas, conferencias y debates en este día nos permiten poner el tema encima de la mesa y nos ayudan en este camino, pero tenemos que ir más allá, tenemos que ser capaces de comprometernos, instituciones públicas y privadas, a educar: fomentando la pasión por la ciencia y por la tecnología entre las más pequeñas, creando referentes femeninos mediante la visibilización del trabajo de las mujeres con profesiones STEM, y dando a conocer la gran aplicación práctica que estas tienen en múltiples ámbitos de la sociedad.

Si fomentamos las vocaciones tecnológicas en edades tempranas haremos de las niñas de hoy las científicas y las ingenieras del mañana.

*** Carmen Navacerrada es profesora y responsable del CEB, el grado en Ingeniería de Desarrollo de Software, en IMMUNE Technology Institute.