[Fundación Endeavor España, Adigital y la Asociación Española de Startups, en representación del ecosistema nacional de startups, publican un manifiesto en respuesta al Gobierno ante lo que consideran una decisión unilateral e injusta contra las plataformas de reparto y, en definitiva, una disonancia con respecto al discurso político de apoyo al emprendimiento innovador. Este es su texto íntegro, al que ha tenido acceso D+I]

“En un mundo globalizado en el que la innovación es el principal motor de desarrollo económico, España no puede quedarse rezagada. Los países innovadores tienen economías más fuertes y son estructuralmente más resistentes a las crisis, lo cual salvaguarda su nivel y calidad de vida y, por encima de todo, su nivel de bienestar”.

Con estas palabras abre el documento Estrategia España Nación Emprendedora presentado el pasado jueves 11 de febrero por Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno. Sin embargo, ese mismo día, leemos en las noticias que el Ministerio de Trabajo, CEOE y sindicatos han llegado a un acuerdo sobre la Ley de Plataformas Digitales, la denominada Ley Rider, en unas negociaciones a las cuales ni Glovo, principal empresa española afectada, ni el resto de plataformas han sido siquiera invitadas.

Vaya por delante que el objetivo de este comunicado no es favorecer un modelo laboral u otro, sino defender la importancia de los emprendedores españoles como motor de desarrollo económico y la necesidad de apoyarlos e incluirlos en el diálogo social y en el diseño de las políticas de futuro.

En un entorno global de transformaciones tecnológica y social, las necesidades de los consumidores están cambiando, los trabajadores valoran más la flexibilidad geográfica y horaria, nuevos modelos de negocio están apareciendo y las empresas tradicionales han de enfrentarse a retos inimaginables ante el riesgo de quedar obsoletas. El carácter exponencial del desarrollo tecnológico no hace sino acelerar esta transformación. No podemos aspirar a construir el futuro mirando hacia el pasado sin aceptar que el marco regulatorio también debe evolucionar.

No nos engañemos, la innovación es un proceso imparable, base de nuestra evolución, y también se producirá en nuestro país, antes o después. Está en nuestras manos, las de todos, aprovechar el talento que tenemos para liderar este progreso. Sin embargo, si no lo apoyamos, la innovación nos acabará llegando desde fuera, impuesta, y seguiremos a la zaga de otras grandes potencias europeas, americanas o asiáticas. Y, lo que es peor, seguiremos generando empleo precario vulnerable ante cualquier crisis.

Según un estudio de la OCDE citado en el propio documento Estrategia España Nación Emprendedora, “entre el 4% y el 6% de las empresas de alto crecimiento producen entre la mitad y las tres cuartas partes del empleo neto de las naciones avanzadas”.

El primer pilar de la Estrategia es el apoyo al emprendimiento innovador y, en concreto, a las empresas que ambicionan escalar, pues son las que más empleo generarán y las que mejor resistirán a las crisis venideras. Los fundadores de Glovo decidieron un buen día de 2015 arriesgarlo todo y crear en Barcelona una empresa con la que responder a la necesidad de conveniencia de los consumidores españoles.

En tan solo 6 años, Glovo ha crecido hasta tener operaciones en más de 750 ciudades en 21 países, empleando directamente a 2.000 personas (1.000 de ellas en España), dando servicio a más de 40.000 establecimientos (85% de los cuales son PYMES, para las cuales el canal digital está siendo la tabla de salvación durante estos tiempos de pandemia), ofreciendo una nueva opción laboral a 60.000 riders y siendo cabeza de lanza en el mundo de la marca España Nación Emprendedora. Sin embargo, es en la propia España donde la ausencia de un diálogo que sí está ocurriendo en países como Francia o Italia pone en riesgo la viabilidad de Glovo.

¿Tan difícil es sentirse orgullosos de que una joven empresa española haya conseguido tener un impacto global en tan poco tiempo? ¿Tan difícil es sentarse a hablar con ellos para encontrar un modelo que permita a Glovo y a tantos otros emprendedores que tenemos en nuestro país seguir innovando y al mismo tiempo asegurar que nadie se queda atrás, como acertadamente busca la Estrategia España Nación Emprendedora?

Se llama Emprendimiento de Alto Impacto a aquel que no sólo genera empleo, sino que se convierte, además, en referente y fuente de inspiración para otros futuros emprendedores, ayudando a desarrollar el tejido innovador del país y liderando su desarrollo económico.

Si no los apoyamos, si los distintos actores sociales no trabajan con ellos para encontrar modelos que fomenten el progreso sin dejar a nadie atrás, desincentivaremos la innovación y la creación de empresas. Será imposible convertir a España en una Nación Emprendedora.