La Hidra de Lerna es uno de los monstruos más interesantes de la mitología griega. No tanto por su inmerecido final (fue destruida por Hércules) sino por sus múltiples cabezas, capaces incluso de regenerarse y multiplicarse en caso de ser amputadas. Y, quizás por culpa de esta Hidra, la policefalia siempre ha sido vista como un ejemplo tenebroso que no convenía seguir a pies puntillas.

De hecho, hubo toda una generación de compañías tecnológicas que podían haber hecho de la bicefalia su propuesta de dirección. Microsoft (con Bill Gates y Paul Allen), Apple (Steve Jobs y Steve Wozniak) o Google (Larry Page y Sergey Brin) son solo algunos de los casos más sonados. Y, evitando al monstruo de la envidia y las rencillas en los sillones clave de estas empresas, todas ellas optaron por un liderazgo personalista, incluso recurriendo a terceras personas (Eric Schmidt, en el popular buscador) para ocupar el escalafón más alto de sus respectivas organizaciones. Y, además, parecía que las soluciones bicefálicas no solo eran caldo de cultivo de problemas entre sus líderes, sino también sinónimo de fracaso: BlackBerry tuvo una estructura similar en su bien conocido ocaso.

Y, de la noche a la mañana, la Hidra de Lerna pasó de generar temor a ser la opción preferida por la mayoría de multinacionales tecnológicas. La germana SAP acaba de sustituir al carismático Bill McDermott por Jennifer Morgan y Christian Klein. Salesforce ya lo hizo antes, colocando a Keith Block junto al fundador Marc Benioff al frente de la multinacional. Hasta ahí las bicefalias, pero también hay monstruos de tres cabezas, en concreto llegados del Lejano Oriente: Huawei mantiene nada menos que tres CEO que rotan a los mandos del coloso de la telefonía cada seis meses.

Paradójicamente, una de las pioneras en esta suerte de estructuras -Oracle- está ahora huérfana de un coCEO tras la inesperada muerte de Mark Hurd a los 62 años, quien compartía el liderazgo de la firma con Safra Catz, la responsable de las finanzas de la compañía roja. Ahora está siendo el propio Larry Ellison, fundador, presidente y CTO de la firma, quien está asumiendo parte de esa posición. Mientras, a buen seguro que sus oráculos buscan cómo reconstruir su particular hidra.