La hipocresía de Europa

La hipocresía de Europa

La tribuna

La hipocresía de Europa

7 abril, 2019 07:00

La RAE define la hipocresía como aquel "fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan". Una forma de encarar la realidad que no resulta precisamente positiva y de la cual intentamos (o, al menos, deberíamos) huir más rápido de lo que el Correcaminos corre detrás del coyote. Así sucede en todos los campos de nuestra vida... salvo que de lo que hablemos sea de ciencia y la protagonista sea Europa.

No es nada nuevo lo que voy a plasmar en esta columna: los reguladores europeos imponen criterios en materia científica sin tener en cuenta los argumentos científicos básicos, extralimitándose en base a intereses políticos ajenos al mundo de la innovación y cayendo en la ironía del cruel destino de tolerar (e incluso exigir) esos mismos comportamientos que denostan públicamente. 

Dos ejemplos sirven para ejemplificar este comportamiento tan hipócrita del Viejo Continente. El primero son los transgénicos: la oposición frontal de ciertos grupos políticos ha tumbado toda la evidencia científica para restringir la producción de estos alimentos en Europa... pero no se ha hecho lo propio con los piensos y otros componentes agrícolas y ganaderos que son usados posteriormente por el sector primario local. Dicho de otro modo, estamos consumiendo -en última instancia- alimentos modificados genéticamente, pero sin aprovechar el potencial económico completo de liderar esa alternativa de producción.

Más absurdo si cabe es el caso de la experimentación con animales. En Europa esta clase de trabajos está prohibida, especialmente si se trata con fines cosméticos o para el tabaco. Y las marcas, como incluimos en el reportaje de esta semana de Philip Morris, tiene que recurrir a localizaciones como Singapur para llevar a cabo estos experimentos. Hasta aquí podría quedar como un hito europeo en favor de los derechos animales... si no fuera porque al mismo tiempo que prohíben estas prácticas, los mismos reguladores exigen pruebas de haber experimentado con animales para dar el visto bueno a un nuevo producto. ¿Alguien le ve la lógica a prohibir algo que luego exiges por normativa? ¿Hay algún objetivo más allá de quedar bien de cara a la galería?
rn 

Ahora en portada

Candidato, ¿sabes qué es un algoritmo?

Candidato, ¿sabes qué es un algoritmo?

Anterior
Un robot industrial colocando una pieza en un chasis de vehículo en la Hannover Messe 2019

De la fábrica automatizada a la fábrica autónoma

Siguiente

Operar con instrumentos financieros o criptomonedas conlleva altos riesgos, incluyendo la pérdida de parte o la totalidad de la inversión, y puede ser una actividad no recomendada para todos los inversores. Los precios de las criptomonedas son extremadamente volátiles y pueden verse afectadas por factores externos como el financiero, el legal o el político. Operar con apalancamiento aumenta significativamente los riesgos de la inversión. Antes de realizar cualquier inversión en instrumentos financieros o criptomonedas debes estar informado de los riesgos asociados de operar en los mercados financieros, considerando tus objetivos de inversión, nivel de experiencia, riesgo y solicitar asesoramiento profesional en el caso de necesitarlo.

Recuerda que los datos publicados en Invertia no son necesariamente precisos ni emitidos en tiempo real. Los datos y precios contenidos en Invertia no se proveen necesariamente por ningún mercado o bolsa de valores, y pueden diferir del precio real de los mercados, por lo que no son apropiados para tomar decisión de inversión basados en ellos. Invertia no se responsabilizará en ningún caso de las pérdidas o daños provocadas por la actividad inversora que relices basándote en datos de este portal. Queda prohibido usar, guardar, reproducir, mostrar, modificar, transmitir o distribuir los datos mostrados en Invertia sin permiso explícito por parte de Invertia o del proveedor de datos. Todos los derechos de propiedad intelectual están reservados a los proveedores de datos contenidos en Invertia.

© 2024 El León de El Español Publicaciones S.A.