Esta semana, en concreto el pasado día tres de diciembre, se celebró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.  Una festividad para recordar y luchar contra las enormes barreras que este colectivo enfrenta en su día a día. Hablamos de obstáculos físicos, quizás lo más visual para todos nosotros, pero también frenos en forma de discriminación laboral (un estudio de la Fundación Adecco alertaba al respecto de que el 64,8% de las personas con discapacidad en edad laboral no tiene empleo ni lo busca, porcentaje que desciende hasta el 22% entre la población sin discapacidad) y en el acceso a las nuevas tecnologías. Este último punto es, además, no solo un fin en sí mismo sino uno de los principales acicates para romper con el resto de trabas existentes; motivo más que de sobra para defender la inclusión como un valor más de la innovación en todas sus caras.

Cabe tomar como ejemplo para ello la enorme labor que realiza Discapnet, una pata de la Fundación ONCE, con recursos y herramientas para sobrellevar esta brecha digital. O el planteamiento -más teórico que real, todo sea dicho- de gobiernos como el de Singapur, que han enarbolado una estrategia de dos partes para convertirse no solo en una "nación inteligente" sino también en una "sociedad inclusiva" por medio de la innovación.

También en el lado de la empresa encontramos referentes del interés cada vez mayor en favorecer la tecnología inclusiva. Desde Apple hasta Google, todas buscan llevar sus servicios de la manera más sencilla a todos los usuarios, incluidos los que presentan alguna discapacidad. Pero el espejo donde mirarse quizás sea la Microsoft de Satya Nadella. El actual CEO de la multinacional -cuyo hijo Zain tiene parálisis cerebral y es legalmente ciego- ha instaurado como un valor corporativo la inclusión por diseño, incorporando pequeños avances que marcan la diferencia en el día a día de este colectivo: desde permitir jugar a la XBOX con una sola mano a subtítulos en tiempo real para Powerpoint, pasando por entornos de navegación con alertas sonoras. También la inclusión juega un papel clave en su estrategia de cinco puntos para desarrollar la inteligencia artificial. Por no contar la alianza sellada por la compañía con la ONCE el pasado año en España.