Tecnológicas

La próxima gran revolución de la computación: la voz

Primero fueron las líneas de comando. Después llegó Windows. Y, más recientemente, las superficies táctiles. La tendencia está clara: buscar interfaces más intuitivas.

2 marzo, 2018 09:36

Hace 20 años, una persona tenía que ser adecuadamente formada para usar un ordenador escribiendo código, pero hoy hasta un niño pequeño es capaz de hacerlo. La voz, la visión, el tacto, e incluso, el olfato. Todas son válidas, aunque una parece destacar sobre las demás. La voz. "Así es cómo interactuamos con las personas que tenemos cerca", dice el CTO de Amazon.com, Werner Vogels, durante el Re:Invent 2017 celebrado en Las Vegas. "No le escribimos un mensaje a quien tenemos a nuestro lado, le hablamos". "La voz será la próxima gran revolución de la computación", sentencia.

Y es que la nueva generación de sistemas se construirá basándose en lo conversacional. El CTO de Amazon.com no titubea: "Las interfaces se van a centrar en el humano, serán la forma habitual en la que accedamos a los datos". Servirán tanto para recibir instrucciones durante una cirugía como para seguir una recita en la cocina.

El verdadero potencial de la voz, apunta Vogels, es que "desbloquea los sistemas digitales para toda la población". Hasta ahora, la tecnología estaba restringida a un segmento específico de población, especialmente, a los nativos digitales. "Si les das una tableta a tus abuelos, la usarán para hablar contigo por Skype, poco más", comenta. Lo mismo pasa con los niños que aún no saben hablar ni escribir. Las interfaces conversacionales rompen estas barreras. Además, mejoran la experiencia del cliente. Sin olvidar los beneficios potenciales para la productividad y la eficiencia de la empresa.

No es extraño que, de todas las interfaces naturales, Vogels haga hincapié en la voz. Amazon ha apostado todo a Alexa. De hecho, el éxito de esta tecnología es su mejor argumento. En España prácticamente aún es una desconocida (el servicio no está activo), pero en Estados Unidos causa furor. "La primera palabra de mi hijo fue 'Alexa'", confesaba una persona del público durante el Re:Invent. . Este 'cerebro' virtual es capaz de tomar cualquier cuerpo (desde un altavoz Echo de Amazon a una nevera de LG o un coche de Volkswagen) para ayudar al usuario en su día a día. Sólo tiene que llamar a Alexa y ésta se encarga de lo demás, desde reservarle un billete de avión hasta hacerle la compra.

En sólo un par de años, el gigante tecnológico ha conseguido que su Inteligencia Artificial se convierta en un miembro más de los hogares estadounidenses, adelantándose a otros grandes competidores como Google. "Cuanto más intuitivamente interactuemos con nuestro entorno, habrá menos posibilidades de volver atrás", señala Vogels. Pero, las casas se quedaban pequeñas. ¿Por qué no entrar, también, en las oficinas? Así que AWS ha creado una versión especialmente diseñada para el entorno profesional. Alexa for Business permite a negocios y empresas trasladar las ventajas del asistente virtual al lugar de trabajo.

No sólo está pensada para incrementar la productividad del empleado, sino para que las compañías puedan aprovechar sus ventajas a escala. La idea es que las organizaciones puedan usar dispositivos Echo compartidos en las áreas comunes, pero que los empleados también aprovechar sus dispositivos personales para conectarse en casa y en la oficina. Las posibilidades son múltiples. Por ejemplo, para unirse a una 'call' sin tener que marcar el farragoso código inicial.

"En todas las conferencias se pierden 10 minutos conectando, ahora sólo hay que decir 'Alexa, empieza la reunión", puntualiza el CTO. También es útil para encontrar una sala de reuniones disponible, enviar mensajes, consultar una cita, gestionar las tareas, hacer recordatorios o incluso encontrar información en otras aplicaciones. Y es que el servicio ya está integrado con Salesforce, SAP SuccessFactors, Concur o Splunk.

La nube es clave en este avance. "La inteligencia reside en ella, no en el dispositivo. Hasta ahora, la Inteligencia Artificial estaba limitada por la escala", dice el director general de Inteligencia Artificial en AWS, Matt Wood. "Pero el 'cloud' hace posible el almacenamiento de la gran cantidad de datos que necesita". Así el momento "mágico" de la voz coincide con el "renacimiento" del 'machine learning'. Una combinación con resultados imprevisibles.