El sensor se clava en el suelo de la planta o cultivo y envía los datos al teléfono móvil.

El sensor se clava en el suelo de la planta o cultivo y envía los datos al teléfono móvil.

Investigación

Crean unos sensores sin batería que se alimentan con la tecnología NFC

La Universitat Rovira i Virgili desarrolla este dispositivo de bajo coste y sin batería que mide la humedad del suelo y la temperatura

10 octubre, 2018 13:04

La Universitat Rovira i Virgili (URV) desarrolla unos sensores sin batería que se alimentan de la tecnología NFC (comunicación de campo cercano), que incorporan la mayoría de teléfonos inteligentes. Un equipo de investigadores del departamento de Ingeniería Electrónica, Eléctrica y Automática crea este dispositivo de bajo coste y sin batería que mide la humedad del suelo, la temperatura y la humedad relativa, muestra estos datos en una aplicación y los guarda en la nube.

Un chip del sensor capta y almacena la energía del móvil a través de una pequeña antena, lo que le permite medir los diferentes parámetros físicos y hacer los cálculos mediante un microprocesador que lleva incorporado. Los datos se transfieren al móvil, que a su vez las envía a la nube a través de su conexión a internet (3G, 4G o Wi-Fi).

Esta transacción de datos se hace en menos de un segundo y sin necesidad de batería, lo que lo convierte en una solución rápida, más económica y más ecológica que los dispositivos actuales, basados en otras tecnologías como el Wi-Fi o Bluetooth.

Así aprovecha la tecnología NFC, un sistema de identificación por radiofrecuencia que permite una comunicación rápida entre dispositivos de corto alcance y que se utiliza, sobre todo, como sistema de pago a través del teléfono móvil.

El dispositivo, que se inserta en el suelo, puede resultar útil para invernaderos y cultivos, ya que permite registrar en todo momento su estado, o en el sector alimentario, para comprobar el estado los alimentos a través de las variaciones del color. Además, permite abaratar costes, ya que, al no llevar batería, no hay que cargarlo y su vida útil es muy larga. La única limitación es la distancia, porque el teléfono móvil debe aproximarse al dispositivo.

Los investigadores también destacan que este trabajo permite pensar en estrategias colaboradoras, basadas en la acción de acercar el teléfono a un sensor -que puede medir parámetros muy diversos-, que pueden hacer muchas personas.