Los pasillos de la feria ITC DIA Europe, celebrada en Barcelona.

Los pasillos de la feria ITC DIA Europe, celebrada en Barcelona.

Gran Empresa

Así es como las aseguradoras se preparan para frenar los riesgos de la inteligencia artificial generativa

En la reciente feria ITC DIA Europe quedó patente la importancia creciente de la IA en el sector, que todavía no cuenta con seguros específicos para sus riesgos. Empresas como MAPFRE defienden estar evaluándolos y buscando fórmulas para desplegar esta tecnología de manera segura y responsable.

5 agosto, 2023 01:38
Barcelona

Tecnologías como la inteligencia artificial hace tiempo que se utilizan en el sector asegurador, consiguiendo generar un impacto en la automatización de siniestros, el marketing o la gestión de contratos y pólizas. Pero es la IA generativa la que abre nuevos horizontes, sin saber de momento qué procesos se verán más afectados, pero intuyendo que revolucionará el sector.

“Hay que preparar reglas específicas para lo que viene porque los riesgos se van a multiplicar con la inteligencia artificial generativa. El futuro está abierto y es incierto, y no sabemos la evolución que tendrán los productos tradicionales en áreas cómo los vehículos compartidos, conectados y autónomos. Seguirá habiendo reglas que cumplir para contratar pólizas, pero serán diferentes a las que conocemos y hay que estar preparados”, afirma Miguel Ángel Rodríguez Cobos, director global de Innovación de MAPFRE.

Y es que, los beneficios que proporcionará la IA generativa encandilan, pero también preocupan los riesgos. En este sentido, las firmas del sector trabajan para localizarlos, analizando ámbitos como la ética, el rendimiento, los sesgos, la fiabilidad de la información o la propiedad intelectual, buscando fórmulas que ayuden a evaluarlos, monitorizarlos y mitigarlos.

Miguel Ángel Fernández Cobos, director global de Innovación de MAPFRE.

Miguel Ángel Fernández Cobos, director global de Innovación de MAPFRE.

“Hemos de ser capaces de desplegar esta tecnología de manera responsable, segura, confiable y sostenible”, comenta a su vez Bárbara Fernández, directora adjunta de la plataforma de innovación abierta MAPFRE Open Innovation y responsable de la aceleradora insur_space en la compañía.

Como quedó patente durante el congreso ITC DIA Europe, celebrado en Barcelona, existen tres tipos de riesgos de impactos derivados de la IA: operativo, ligado a la robustez, seguridad y rendimiento de la tecnología; ético, referido a las soluciones y modelos equitativos que se deberían utilizar; y regulatorio, sobre el cumplimiento normativo y la responsabilidad legal.

La inteligencia artificial responsable

La gestión de estos riesgos y la generación de mecanismos que permitan controlarlos y reducirlos al máximo da lugar a la RAI, la IA responsable, en sus siglas en inglés.

Los próximos años serán claves para el crecimiento de este ámbito. De acuerdo con un estudio reciente de Gartner, las tecnologías y sistemas RAI podrían alcanzar su madurez en términos de adopción y escala en un periodo aproximado de seis años.

“Nunca se ha visto una adopción tecnológica tan rápida como la que estamos viviendo con las inteligencias artificiales generativas. Dado que la preocupación de los legisladores y las empresas es cada vez mayor, y que los riesgos aún son poco conocidos, el concepto de IA responsable debe situarse en primer plano para tomarse en serio la tecnología, y colaborar para establecer formas comunes de trabajar con ella que ayuden a proteger a las personas y a las comunidades, al tiempo que se fomenta la innovación positiva”, comenta Fernández.

Uno de los paneles sobre inteligencia artificial de la feria ITC DIA Europe.

Uno de los paneles sobre inteligencia artificial de la feria ITC DIA Europe.

Ella recomienda disponer de “marcos de trabajo, herramientas, directrices y regulación para ayudar al despliegue de esta nueva tecnología”. Asegura que los organismos reguladores ya centran sus esfuerzos en habilitar normativas y legislación destinadas a proteger a los individuos y la sociedad en general ante los usos inadecuados de esta tecnología, “pero la incertidumbre, sobre todo en lo que se refiere a la asignación de responsabilidades, sigue siendo alta”.

A medida que los casos de uso se vayan escalando en las empresas y la regulación se esclarezca, “la concienciación sobre una gestión adecuada de los riesgos de la IA aumentará y, con ella, lo hará la demanda de los servicios asociados a la correcta gestión de esos riesgos”, comenta Fernández, que augura que las aseguradoras “pueden actuar como catalizador en ese proceso y ayudar a sus clientes en el despliegue responsable y sostenible de la IA”.

Sin seguros específicos para la IA

En la actualidad, la oferta de seguros que cubren los riesgos asociados al uso de la inteligencia artificial es prácticamente inexistente. Los vehículos autónomos o sistemas utilizados en procesos industriales son los primeros ejemplos en los que empiezan a aparecer pólizas específicas para la IA, un sector en el que se espera que la demanda aumente en el medio y largo plazo, extendiéndose a crear seguros para cualquier sistema que esté gestionado íntegramente por algoritmos, automatizados de principio a fin, en los que la decisión es tomada sin intervención humana.

Sin embargo, antes de llegar a este punto es importante que la regulación determine la asignación de responsabilidades “para poder evaluar los productos actuales y determinar el impacto del uso de la IA por parte de los clientes”, reclama Fernández.

Colaboración con startups

A través de MAPFRE Open Innovation, la compañía ha desarrollado un ecosistema para trabajar codo con codo con las startups insurtech que proponen soluciones escalables en esta y otras materias, con una entrada rápida en el mercado. Desde su creación, en 2018, la plataforma de innovación abierta ha analizado las propuestas de más de 2.500 startups, de las cuales más de 50 han pasado por programas de aceleración y adopción de la compañía.

“Llegamos a acuerdos con las emergentes de forma transparente, trabajando de tú a tú porque no competimos, sino que nos complementamos. Ellas aumentan el valor de nuestro negocio”, afirma Rodríguez Cobos. “Necesitamos trabajar juntos, porque es el momento de aprender”, concluye Fernández.