El informático Dale Dougherty es considerado uno de los iniciadores del movimiento maker. En 2006 desarrolló el festival Maker Faire. La cultura maker es una extensión basada en la tecnología de la cultura DIY (Do it Yourself) y la cultura hacker. Principalmente se enfoca en la creación de nuevos dispositivos y es muy habitual que adapte y reutilice recursos existentes.  

La cultura maker es compatible con el hardware de código abierto. Los intereses típicos de este movimiento incluyen actividades orientadas a la ingeniería, electrónica, robótica, impresión 3-D y el uso de herramientas de control numérico por computadora. También aprovecha actividades más tradicionales como la metalurgia, la carpintería y las artes y oficios tradicionales.

Hay un fuerte enfoque en usar y aprender habilidades prácticas y aplicarlas a diseños de referencia. Esta cultura está muy relacionada con espacios maker como Hacklabs, Fablabs y eventos maker.

La autora S.A. Applin publicó un artículo este año para Fast Company sobre como la cultura maker y la cultura DIY nos están ayudando a superar esta pandemia. Según la autora, la cultura maker está ayudando a que ingenieros, médicos y ciudadanos cotidianos aborden problemas urgentes con materiales reutilizados y grandes dosis de creatividad.

En prácticamente todo el mundo, miles de personas se están involucrando en la construcción de suministros críticos y equipos de protección personal, respiradores y otros productos clínicos, utilizando herramientas y técnicas como impresión 3D, costura, reutilización de equipos de fábrica y otras habilidades.

Es habitual que esta cultura promueva la equidad y sostenibilidad. La autora menciona algunas revistas, organizaciones y fundaciones de interés como Make magazine, Maker Faire Education y la Make Community.

Paco Bree es profesor en Deusto Business School