La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) acaba de celebrar en Roma el Simposio sobre Innovación en Agricultura para Granjas Familiares, que cultivan el 75% del suelo agrícola mundial y el 80% de los alimentos. Del evento han salido diversas recomendaciones: los granjeros familiares deben estar en el centro de la innovación y tener acceso a las herramientas de la revolución digital.

Además, una de las medidas que aconseja la FAO es propiciar una gobernanza de todos los implicados: esto “es crucial para la innovación”, porque permitirá “el intercambio de información, facilitará la reducción del riesgo de las innovaciones y las inversiones” y ayudará a crear una red de enlaces entre los diferentes actores del ecosistema que estimulará el desarrollo de políticas.

El objetivo es “fortalecer” la capacidad para innovar de estas granjas familiares a través de sistemas de conocimiento, de creación y aprendizaje. En este punto es fundamental el papel que deben jugar las instituciones “facilitadoras” de innovación, es decir, las que proveen al ecosistema mecanismos que favorecen la eficiencia gracias a la creación de redes de colaboración y diálogo.

Según estas recomendaciones de la FAO, “las políticas integradas, el aumento de las inversiones de las instituciones públicas y privadas y un enfoque holístico son esenciales para crear un entorno propicio para la innovación”.

Así, para conseguir una innovación sostenible en la agricultura se requiere “un compromiso a largo plazo” por parte de diferentes actores: hay que evaluar los sistemas agrícolas para poder detectar cuáles son las intervenciones más apropiadas para incentivar la innovación.

Esto es necesario porque existe una “diversidad” en las granjas familiares que hay que reconocer: hay diferencias entre campesinos, pueblos indígenas, comunidades tradicionales, pescadores, ganadores, pastores… “Tiene diferentes necesidades en diferentes contextos, por lo que se precisa unos procesos de innovación escalables” con los que se cubran todas las variantes posibles.

Con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular los dedicados a acabar con el hambre, mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición y promover la agricultura sostenible, hay que apostar por conceptos como la agroecología, las biotecnologías agrícolas y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), entre otros.

Para poder llevarlo a cabo y acelerar la innovación, una de las claves es fomentar mecanismos en red, como el coaprendizaje y la cocreación, el intercambio de conocimientos y de información. “El uso de la innovación deben conducir a la eficiencia, la rentabilidad y la sostenibilidad de los agricultores familiares”, señalan desde la FAO.

La juventud como motor de la innovación

En este foro se ha detectado la necesidad de crear un consejo juvenil en el que representantes jóvenes de diferentes países del mundo puedan discutir sus ideas y su trabajo, incluidos los relacionados con la innovación agrícola, directamente con la FAO.