De izquierda a derecha: Aitor Carratalá, Diego Soliveres y Roberto Mohedano, cofundadores de Timpers, muestran una de sus zapatillas con el nombre de la marca bordado en Braille.

De izquierda a derecha: Aitor Carratalá, Diego Soliveres y Roberto Mohedano, cofundadores de Timpers, muestran una de sus zapatillas con el nombre de la marca bordado en Braille.

Startups

Las zapatillas 'más normales del mundo' diseñadas por ciegos que calzaron al equipo paralímpico español

Timpers promueve la integración social de personas con discapacidad al tiempo que fabrica un producto de alta calidad para el gran público.

18 octubre, 2021 03:05

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Los pequeños detalles son importantes. A veces determinantes. La historia que hay detrás de la alicantina Timpers está plagada de ellos. Porque la innovación al servicio de la integración social es una de las contribuciones más constructivas y enriquecedoras que puede aportar la transformación digital de nuestro tiempo.

Su lema 'la marca más normal del mundo' es toda una manifestación de intenciones. Acelerada por Lanzadera y participada por la sociedad de inversión de Juan Roig, la compañía se ha convertido en uno de los iconos en nuestro país de la lucha por la integración de las personas con discapacidad.

Pero lejos de querer poner el foco en la diversidad funcional de la totalidad del equipo, Timpers quiere destacar por la calidad de su producto, zapatillas diseñadas por ciegos pero dirigidas al público en general.

"Queremos que se nos conozca por la calidad de nuestro producto y no vivir de la caridad", afirma David Soliveres, uno de los tres cofundadores de la startup. De nuevo emerge la importancia de los pequeños detalles. Calidad versus caridad, tan sólo una letra difiere entre ambos términos, pero confiere una enorme diferencia de concepto.

Porque si algo destaca en el producto de Timpers es su diferenciación en el mercado, aquella que no se ve a simple vista pero que reside en las pequeñas cosas: materiales sostenibles, fabricación 100% en España (Alicante), precios asequibles (50-70 euros) y una sensibilidad excepcional en el uso y combinación de texturas y colores.

Las diferentes texturas y graduado de colores son rasgos distintivos de las zapatillas cuya marca está bordada en Braille.

Las diferentes texturas y graduado de colores son rasgos distintivos de las zapatillas cuya marca está bordada en Braille.

Que el diseño esté desarrollado por personas ciegas aporta un valor añadido al producto que no hubiera sido posible si las vidas de Aitor Carratalá y Roberto Mohedano no se hubieran cruzado con la de Diego Solivares en el equipo de fútbol para personas ciegas de Alicante. 

Aitor y Roberto eran el entrenador y el guía, respectivamente, del equipo y Diego, uno de los jugadores de la plantilla. Los dos amigos, que se conocían desde el instituto, habían puesto en marcha un primer proyecto emprendedor de zapatillas "al que le faltaba de todo", reconoce a D+I Roberto Mohedano, CEO de Timpers.

"No teníamos web ni estructura, ni casi de nada, pero nos embarcamos en el proyecto y vendíamos las zapatillas a amigos y familiares", relata el CEO. Un día llevaron las zapatillas al entrenamiento y ambos emprendedores quedaron sorprendidos por las aportaciones sobre el diseño que les propusieron los jugadores. 

"Nos aconsejaron que los cordones fueran redondos -se enredan mucho menos que los planos-, que la textura de la punta y el talón fuera de determinada forma, que no toda la zapatilla estuviera hecha con el mismo material, que los colores tuvieran una degradación concreta... aspectos en los que no habíamos reparado", indica el CEO.

Diseñadas "por" ciegos pero no solo "para" ciegos

El diseño está elaborado por ciegos pero no es exclusivamente para ciegos; dos proposiciones similares que Diego Solivares insiste en no confundir. "Nuestro producto está diseñado por ciegos, pero no es solo para ciegos", recalca. La relevancia, de nuevo, de los pequeños detalles que cuentan.

La aportación de estas personas con discapacidad inflige al producto de Timpers un extra en diseño y diferenciación que ha captado la atención de sus clientes, mayoritariamente personas de entre 25 y 39 años, que ya están demandando una línea infantil que la empresa tiene en estudio.

"A partir del día en que llevamos las zapatillas al entrenamiento, supimos que teníamos que pivotar el proyecto. ¿Por qué no darle una vuelta y crear una empresa de zapatillas que al mismo tiempo promueva la integración de personas con discapacidad?", interpela Roberto Mohedano.

Así arrancó Timpers en 2018, momento en que Diego Olivares se incorporó al proyecto. Desde ese momento, la trayectoria de la compañía ha sido ascendente y subiendo. Primero llegaron sus éxitos en varios concursos para emprendedores y, después, la entrada en Lanzadera que cambiaría sus vidas.

Lanzadera, punto de inflexión

"Recuerdo perfectamente cuando hablé con mi madre. Teníamos dejar Alicante y venir a Valencia porque habíamos entrado en Lanzadera. Yo trabajaba en la ONCE y estaba a punto de conseguir un trabajo estable en la organización. Dudaba sobre si dar el salto. Y ella lo tuvo claro. Me animó a embarcarme en esta aventura", relata Diego Soliveres.

La decisión no fue fácil, pero, analizada la decisión con la ventaja que da la perspectiva del tiempo, el cofundador asegura que hizo lo correcto.

Cuando la recta final de 2021 toca a la puerta, Timpers hace balance y el resultado es más que satisfactorio. Aterrizaron en Valencia a finales de 2019, la pandemia les pilló en plena incorporación a Lanzadera y, lejos de amedrentarse, la compañía aprovechó el confinamiento para seguir y forjar "unos cimientos fuertes", indica Solivares.

Ni tan siquiera el robo sufrido el pasado verano en su almacén hizo tambalear el ánimo de estos tres emprendedores. "Hacía 15 días que nos habíamos cambiado de almacén. Nos robaron mil pares de zapatillas. Pero de lo malo siempre sale algo bueno y la comunidad de Timpers dio la talla", asegura.

En pleno mes de agosto las fábricas no podían reponerles con la rapidez que hubieran deseado el material sustraído y abrieron en la web la preventa de la colección de otoño-invierno. "La respuesta fue magnífica, nuestros clientes acabaron rápidamente con el mal sueño del robo", añade.

El año 2021 también será recordado por otro hito para la compañía alicantina: el equipo paralímpico español calzó las zapatillas deportivas de Timpers. "Han sido los Juegos Paralímpicos más vistos de la historia. Toda la delegación española en los desfiles de inauguración y la ceremonia de clausura llevaba nuestras zapatillas", asegura Solivares.

La delegación española en los Juegos Paralímpicos del pasado verano lució las zapatillas de Timpers en las ceremonias de inauguración y clausura.

La delegación española en los Juegos Paralímpicos del pasado verano lució las zapatillas de Timpers en las ceremonias de inauguración y clausura.

Y es que la trayectoria de Timpers y el deporte, más concretamente el fútbol, van de la mano desde sus orígenes. Su reciente colaboración con la Fundación del Levante UD también es destacable, ya que sus zapatillas Timpers LUD forman parte de la equipación oficial de paseo de todas las secciones de deporte adaptado de esta fundación.

"2021 va a cerrar como un año muy bueno para la empresa. La ronda y las Paralimpiadas superan con creces el robo y los contratiempos", matiza el cofundador. Formar parte de las startups participadas por Angels Capital, la sociedad de inversión de Juan Roig, es el espaldarazo definitivo para afrontar el futuro con más fuerza si cabe.

Venta online y pronto, en tiendas físicas

Las zapatillas de Timpers se venden exclusivamente online pero esta Navidad -desde mitad de noviembre hasta el próximo enero- se podrán adquirir en el Centro  Comercial de El Saler (Valencia) en un estand físico de Lanzadera dentro del recinto. De cara a 2022 se está estudiando su venta en tiendas físicas.

El equipo de Timpers está en plena fase de expansión. Son cinco personas -todas jóvenes, otro de los valores insignia de la marca- a las que acaban de incorporar una más y prevén en breve aumentar hasta un total de siete. "Nuestro sueño es llegar a una plantilla de cien trabajadores", explica Roberto Mohedano.

También que el gran público les conozca por sus capacidades. "Todos estamos capacitados para algo y no podemos hacer otras cosas. Queremos que se valore aquello que hacemos bien, y que se hable de nuestro producto, de la calidad y de las muchas ventas que tenemos", sentencia Diego Solivares. Sin duda, ya están un paso más cerca de lograrlo.