Madrid

Allá por 2018, Renfe se encontró de frente con dos grandes desafíos que sacaban al histórico operador ferroviario de su zona de confort. El primero de ellos, la liberalización ya materializada en las líneas de AVE, y la consiguiente internacionalización para compensar la pérdida del monopolio local. El segundo, la digitalización de un sector tan tradicional como éste para abordar la multimodalidad y la tan necesaria eficiencia, tanto en el transporte de pasajeros como de mercancías.

Así lo reconoce Rubén Leonor, director de Estrategia de Renfe, responsable de diseñar la hoja de ruta que desde entonces hasta hoy (el próximo 'roadmap' se diseñará a partir de 2023) ha intentado abordar estos dos fenómenos en la compañía pública.

En lo que nos atañe en la arena innovadora, dos son los iconos que ejemplifican este cambio de siglo en la empresa: la propuesta de una aplicación de multimodalidad puerta a puerta (Renfe-as-a-Service, que verá la luz "a finales de verano en las principales ciudades, con un nuevo nombre que presentaremos pronto") y la creación de una aceleradora para innovar de forma abierta con las startups del ecosistema.

TrenLab, el programa desarrollado por el operador ferroviario junto a Wayra, va ya por su cuarta edición. Un tiempo más que suficiente para ir madurando la iniciativa, centrando el tiro en tecnologías con verdadero impacto en la operación y sostenibilidad de Renfe. Y, también, convocatoria a convocatoria, se ha ido ampliando su alcance e impacto.

Más allá del clásico premio a las startups elegidas cada curso (50.000 euros en este caso) y seis meses de trabajo junto a Renfe, en esta cuarta edición se ha añadido la posibilidad de que los emprendedores puedan seguir trabajando con la compañía pública una vez que finaliza el programa de aceleración. Así, las startups podrán optar a contratos directos de hasta un millón de euros con Renfe, sin pasar por sus tediosos procesos de licitación. 

El siguiente paso, y quizás el más ambicioso hasta la fecha, es introducirse en el mundo del 'corporate venture', adquiriendo participaciones en las startups más destacadas de su ecosistema. María Pilar Górriz Ramón, gerente de Innovación en Renfe, confirma que la empresa acaba de licitar la 'due diligence' para llevar a cabo la primera operación de esta índole, que espera poder cerrar antes del 31 de julio.

"TrenLab se nos ha quedado corto: queremos poder usar sus soluciones para que nos den valor. De ahí los contratos de un millón de euros y las inversiones en startups. No buscamos comprarlas, sino participar y formar parte de ellas. Que se sientan parte de nosotros y nosotros parte de ellas", explica Górriz Ramón a D+I, aunque no detalla ni cuánto porcentaje, ticket medio o presupuesto se estima para este tipo de operaciones. Tampoco concreta si habrá más movimientos antes de que acabe el año: "Dependerá del 'target' y las oportunidades que veamos".

De "leer trenes" a mejorar el mantenimiento

Esta apuesta de Renfe se materializa en impulsar proyectos concretos como Limmat, repetidora en el programa de TrenLab, que opera en varios segmentos de actividad dentro del ámbito ferroviario. Su premisa es digitalizar tanto la operación como el mantenimiento preventivo gracias a la sensorización tanto de la infraestructura como de los trenes para anticipar potenciales fallos y tomar decisiones en tiempo real.

También encontramos el sello de TrenLab en startups como Allread, que se autoproclama como capaz de "leer los trenes". Su empresa, orientada a toda clase de sectores industriales y logísticos, permite conectar las distintas cámaras ya existentes en las instalaciones y vehículos de Renfe para, mediante software reconocimiento OCR e inteligencia artificial, poder seguir y monitorizar cualquier clase de activos, mejorando su trazabilidad y seguridad.

En la pata medioambiental y de sostenibilidad, la startup GreeMko es la que aporta su tecnología para la medición y cálculo de la huella de carbono, El tren en España, electrificado en su inmensa mayoría, es una de las opciones más limpias para movernos, con lo que este tipo de soluciones pueden darle valor a esta característica en un mercado cada vez más concienciado por estos temas.

Otro ejemplo, más ligado a la innovación social, es el de Visualfy. La startup, dirigida por Manel Alcaide, ofrece tecnologías de accesibilidad para espacios públicos, como las propias estaciones y trenes, haciendo más sencillo que personas con algún tipo de discapacidad puedan moverse sin limitaciones en el sistema ferroviario.

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