Los sistemas eléctricos canarios se caracterizan por ser aislados y de reducido tamaño. Estas circunstancias los hacen más vulnerables y, por lo tanto, menos estables y seguros que otros de mayor tamaño. Un sistema eléctrico es más fuerte y fiable cuanto más grande sea y mejor interconectado esté, lo que además aumenta sus posibilidades de integrar las energías renovables.

Este es el diagnóstico regional de un problema en el que pocas veces se repara y que afecta especialmente a Canarias. 

Al respecto, surge una pregunta: ¿cómo interconectar  cada sistema eléctrico en un archipiélago? La respuesta parece improbable si no fuera porque ya existen experiencias en marcha tan exitosas que se van a replicar.

La solución se encuentra bajo el mar y es el cable eléctrico submarino, sistema que ya se ha aplicado en la conexión entre las islas de Lanzarote y Fuerteventura y que va a continuar con su implantación entre las de Tenerife y La Gomera. 

¿Y cómo se cablea bajo el mar? Primero, es fundamental un estudio del trazado a nivel medioambiental. En el caso de este nuevo proyecto se ha realizado un inventario ambiental completo de los ámbitos terrestre y marino.

Sensibilidad ambiental

En el caso del medio marino, se ha realizado una campaña oceanográfica específica dirigida a tener un conocimiento muy preciso entre Tenerife y La Gomera, recogiendo todos los aspectos relacionados con el medio físico, biológico y socioeconómico para poder definir alternativas de paso del cable.

El trazado de la interconexión ha sido diseñado con el fin de minimizar el impacto paisajístico y de asegurar la máxima protección de la vegetación y la fauna en las zonas por las que transcurre su recorrido.

Como peculiaridad constructiva, hay que destacar el empleo de la técnica de la perforación horizontal dirigida a conectar el cable subterráneo con el submarino.

Esta técnica permite salvar los primeros cientos de metros mediante el paso del cable eléctrico a través de un microtúnel, por debajo del lecho marino, lo que anula de esta forma las afecciones sobre las comunidades biológicas en el tramo de la perforación.

Además, para garantizar la protección de la interconexión en el tramo submarino y así minimizar el riesgo de agresiones externas sobre los cables, se emplearán diferentes técnicas en función de las características geofísicas y geológicas del fondo marino en cada tramo.

Y luego, las infraestructuras. El nuevo eje eléctrico contemplará todas las infraestructuras planificadas para hacer posible la interconexión eléctrica de la isla de La Gomera con la de Tenerife.

Entre ellas, una línea eléctrica subterráneo-submarina de transporte de energía eléctrica, de doble circuito a 66 kV (kilovoltios), Tenerife-La Gomera (denominado Chío-El Palmar), de 50 MVA (megavoltiamperio) de capacidad de transporte por circuito.

Consta de un tramo submarino de aproximadamente 36 kilómetros de longitud y discurre a una profundidad máxima de 1.145 metros, con dos tramos terrestres en La Gomera y Tenerife.

Incluye también dos nuevas subestaciones eléctricas de 66 kV, una en Chío (Tenerife) y otra en El Palmar (La Gomera), que se integrará en una zona industrial, para así reducir al máximo la longitud de nuevas infraestructuras de conexión.

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, fue el encargado de presentar hace unos días este proyecto, un plan que definió como "una pieza clave en el impulso de la transición energética de Canarias".

Energías renovables

Torres resaltó que ese proyecto energético "está enmarcado dentro de los objetivos europeos y nacionales de descarbonización de la economía, fines que incluyen la reducción de las emisiones de efecto invernadero en el horizonte 2030 y la mayor integración de las energías renovables hasta conseguir un sector eléctrico 100% verde en 2040 en Canarias, diez años antes del horizonte fijado por la Unión Europea (UE), en 2050".

Por su parte, la presidenta del Grupo Red Eléctrica, Beatriz Corredor, destacó que "con este nuevo enlace revalidamos nuestro compromiso con la seguridad y calidad del suministro eléctrico en Canarias, así como nuestro papel como actor fundamental en la transición energética, al favorecer la implantación de nuevas instalaciones de energía verde".

Esa futura interconexión submarina encaja, según los responsables del proyecto, en el proceso de transformación verde iniciado por el gobierno de Canarias tras la firma del pacto de progreso que apoya al actual ejecutivo, la Declaración de Emergencia Climática en Canarias (de 30 de agosto de 2019) y la definición en curso de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible.

En la misma cita, el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, reafirmó el compromiso de la isla con el proyecto de interconexión eléctrica, "que aportará estabilidad, garantía y capacidad de respuesta ante posibles caídas de la red".

Reducción de emisiones

En esta línea, puntualizó que la llegada del cable eléctrico submarino no frena la apuesta de La Gomera por las energías limpias. "Es una oportunidad para abordar la descarbonización de la economía y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles, además de para colocar a La Gomera en una posición privilegiada y convertirla en un territorio capaz de producir más energía renovable que la que consume en el año", aseveró Curbelo.

También el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, indicó que "el sistema eléctrico en Canarias es frágil. Por ello, todas las iniciativas de interconexión significan mejoras indudables para el Archipiélago".

Pedro Martín añadió que "las propuestas de trazar mallas, redes, siempre se traducirán en la obtención de estructuras energéticas más completas y potentes, como es el caso de la interconexión entre Chío y El Palmar, que supondrá además la instalación de una subestación a ubicar en la parte alta de Guía de Isora, lejos de la población".

El titular del Cabildo tinerfeño concluyó apuntando que "para Tenerife esta nueva conexión con la isla de La Gomera se configura como un paso más en el que se ha tenido en cuenta la protección ambiental y el respeto por el medio, lo que refuerza la permanente relación que existe entre ambas islas".

En su valoración, el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, destacó en el mismo acto que esa interconexión no solo implicará una mayor robustez de los sistemas eléctricos de ambas islas y un avance significativo en la penetración de energías renovables, sino que supondrá la reducción de emisiones de CO2 cifrada en 16 kilotoneladas al año, un paso determinante en la consecución de los objetivos propuestos para descarbonizar la economía canaria en 2040.

Con la unión eléctrica submarina entre Tenerife y La Gomera se creará un sistema eléctrico más robusto y de mayor tamaño, lo que mejora la eficiencia y la fiabilidad del suministro en ambas islas.

El titular del ejecutivo de Canarias, Ángel Víctor Torres, resaltó además que "facilitará la reducción de los costes de generación eléctrica" y contribuirá "a la menor dependencia del exterior en combustibles fósiles y a la mejora medioambiental de las dos islas".

Gracias a la interconexión submarina eléctrica entre Tenerife y La Gomera, se establecen las condiciones para que La Gomera pueda ser, desde el punto de vista de la red, la primera isla en Canarias que produzca más energía renovable de la que consume en el año, evitando así que tenga que acudir a otros sistemas generadores con combustibles fósiles, más caros y contaminantes.

La inversión prevista para hacer posible esa interconexión es aproximadamente de 103 millones de euros, y el tiempo de despliegue del enlace y de construcción de las dos subestaciones extremas será de unos 24 meses, una vez se consigan todas la autorizaciones y permisos.

Noticias relacionadas