Empleados de varias startups del programa andaluz Minerva, trabajando en la sede de esta aceleradora.

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Andalucía

2022-2025: el trienio de la ciberseguridad andaluza para la administración y empresas

La Junta presenta una estrategia encaminada a proteger no solo al sector público sino al sector privado, en plena transformación digital.

18 agosto, 2021 03:04

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"Las fábricas ya no echan humo por sus chimeneas, trabajan en bytes y big data". Con esta frase un tanto hiperbólica pero muy gráfica, suele explicar Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de Andalucía, el incesante proceso de digitalización de la economía.

Es este hecho irrefutable de la transformación digital el que obliga a ir un paso más allá. Elías Bendodo, consejero de Presidencia, explicaba recientemente que "precisamente por este proceso de continua digitalización es por lo que la sociedad y las empresas, y no solo la administración, debemos estar más protegidos".

De ahí surge, "como están haciendo, lógicamente, en cualquier rincón del mundo", la idea de desarrollar la que será la Estrategia Andaluza de Ciberseguridad 2022-2025. 

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado la formulación de esta estrategia, el instrumento general de planificación de la administración autonómica para las políticas de ciberseguridad y que será coordinada y elaborada por la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior, a través de la Agencia Digital de Andalucía (ADA).

A nivel autonómico, y alineado con los marcos de referencia nacional y europeo, es necesario disponer de una hoja de ruta que permita avanzar hacia una sociedad digital segura y confiable, posicionando a Andalucía entre las economías digitales más avanzadas, han explicado fuentes de la Junta.

La digitalización uno de los ejes prioritarios de actuación del gobierno andaluz, que actualmente se encuentra inmerso en un proceso de transformación digital liderado por la Agencia Digital de Andalucía y en el que la ciberseguridad se erige como un pilar estratégico.

De este modo, el Gobierno andaluz persigue proteger a la sociedad andaluza en su conjunto ante el cibercrimen y, además, aprovechar el alto potencial de crecimiento del sector de la ciberseguridad en Andalucía para que contribuya a la creación de riqueza y empleo en nuestra región, sin renunciar a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y metas establecidas en la Agenda 2030.

Prevención, detección y respuesta

La Estrategia Andaluza de Ciberseguridad 2022-2025 tiene entre sus fines reforzar la seguridad de la administración pública.

Se reforzarán, pues, las capacidades de prevención, detección y respuesta a incidentes en la administración de la Junta de Andalucía a través de servicios avanzados de ciberseguridad.

Pero también se pretende cooperar y colaborar en aras a extender la capacidad de protección al conjunto de entidades del sector público andaluz, ayuntamientos, diputaciones provinciales y otros entes públicos.

La Estrategia Andaluza de Ciberseguridad supone una hoja de ruta que permita avanzar hacia una sociedad digital segura y confiable.

Igualmente, fortalecerá las estructuras de gobierno y gestión del riesgo en la administración autonómica, buscando el cumplimiento normativo, la coordinación y la especialización en ciberseguridad del personal empleado público.

La estrategia también prevé mejorar las competencias digitales de la ciudadanía y preparará a los futuros profesionales del sector de la ciberseguridad. Pero como decía el consejero de Presidencia, la administración pública no va a ser el único destinatario de esta estrategia.

Así, además de contribuir al desarrollo económico de Andalucía, también definirá y pondrá en marcha un paquete de actuaciones para mejorar el nivel de ciberseguridad de las empresas andaluzas.

Para lograr dichos fines, la Agencia Digital de Andalucía elaborará un borrador de la Estrategia en el que participarán aquellas consejerías y organismos con competencias en el ámbito de la confianza y seguridad digital de las empresas, el empleo, la salud y la educación, sin perjuicio de que, durante la elaboración de la Estrategia, se incorporen otras consejerías y organismos si fuese necesario.

El borrador del documento de la Estrategia será sometido al trámite de información pública, por un periodo no inferior a 15 días, previo anuncio en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.

Asimismo, se recabarán los informes preceptivos exigidos por la normativa general de aplicación, antes de que el texto final de la Estrategia se eleve al Consejo de Gobierno para su aprobación definitiva.

Un ejemplo: fiarnos de un robot

La administración y las empresas, como explican desde la Junta, están en constante evolución digital y cada día hay ejemplos que así lo demuestran.

Sin ir más lejos, estos días el gobierno autonómico andaluz ha implantado unos robots informáticos mediante tecnología RPA (Robotic Process Automation) en la gestión de las pensiones no contributivas con el objetivo de mejorar la tramitación de estas prestaciones, dada la importancia que tienen para una de las poblaciones más vulnerables de la sociedad andaluza.

Esta iniciativa está permitiendo una agilización importante en los controles anuales que se realizan a las personas beneficiarias y el consiguiente beneficio en el volumen de expedientes pendientes de resolver.

Estos robots permiten realizar consultas para un total de más de 100.000 personas beneficiarias, además de los respectivos miembros de las unidades de convivencia, lo que implica un importante volumen de trabajo administrativo, que son los requisitos indispensables para poder aplicar la automatización de tareas mediante RPA.

Esta tecnología permite configurar un software para emular las acciones de una interacción humana sobre aplicaciones informáticas. Entre otras, sus principales características son que se trata de una tecnología no invasiva, tiene un incremento de rendimiento a tiempo completo y altos niveles de fiabilidad y trazabilidad.

Y precisamente esa fiabilidad y trazabilidad es posible gracias a procesos tecnológicos que hacen seguras este tipo de comunicaciones.

La estrategia de ciberseguridad, en este y en otros muchos ejemplos, va a conseguir que esa nueva relación tecnológica entre el ciudadano y la administración sea mucho más fiable.