El batallón andaluz está formado por los investigadores de hasta siete universidades y nueve centros y fundaciones de I+D+i. Todos ellos tienen como misión luchar contra la Covid-19 y contra sus consecuencias en el tejido socioeconómico de la región. Estos 16 organismos van a desarrollar un total de 46 proyectos, elegidos por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de entre un total de 271 propuestas. 

El gobierno andaluz ha apostado fuerte por este batallón investigador con una ayuda global de 3 millones de euros.  

Estos trabajos elegidos desarrollan líneas de investigación en ocho áreas de interés, concentrando el impacto socioeconómico del coronavirus el mayor número de iniciativas, con once. El estudio de nuevos materiales y sistemas de detección precoz en la población asintomática se aborda en siete investigaciones, las nuevas terapias de rápida implantación también se analizan en siete y los estudios genómicos y epidemiológicos de la infección y de los mecanismos de transmisión, en otros siete.

Asimismo, seis proyectos investigan la respuesta inmune, patología y severidad de la infección, cuatro se centran en técnicas de inteligencia artificial aplicadas al análisis y control de la enfermedad, tres dan cobertura a la caracterización celular y molecular del virus y de su ciclo vital y uno a las actuaciones en protocolo y sistemas de organización en gestión logística de emergencias.

En las 46 iniciativas apoyadas destaca una importante participación empresarial, una colaboración que se lleva a cabo de forma asociada a la entidad pública de I+D destinataria de la ayuda.

Esta implicación empresarial favorecerá la rápida inserción en el mercado de los resultados obtenidos.

En el ámbito de las instituciones académicas, 19 proyectos proceden de la Universidad de Granada, cinco de la Universidad de Málaga, dos de la Universidad de Córdoba y otras dos de la Universidad de Jaén. Por su parte, las universidades de Sevilla, Huelva y Almería desarrollan un proyecto cada una de ellas.

Al margen de las universidades, son nueve los centros y fundaciones de I+D+i que también se benefician de estos incentivos públicos: el Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra (IPBLN) (1), el Instituto de Investigaciones Químicas (IIQ), dependiente del CSIC (1), la Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud (FPS), dependiente de la Consejería de Salud y Familias (1); la Fundación Pública Andaluza para la Investigación de Málaga en Biomedicina y Salud (FIMABIS) (2) y la Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud de Sevilla (FISEVI), también adscrita a la Consejería de Salud y Familias (4).

A estos agentes se suman la Fundación Pública Andaluza para la Investigación Biosanitaria en Andalucía Oriental Alejandro Otero (FIBAO), dependiente de la Consejería de Salud y Familias (3); la Fundación para la Investigación Biomédica de Córdoba, con participación de la Junta de Andalucía (1), la Fundación para la Gestión de la Investigación Biomédica de Cádiz (FIBICA) (1) y el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), del CSIC (1).

Diagnósticos más tempranos y tratamientos eficaces

Esta línea de incentivos lanzada por Transformación Económica con la irrupción de la pandemia busca lograr un diagnóstico más temprano y unos tratamientos más eficaces que ayuden a minimizar los efectos de la crisis sanitaria.

Con esta inyección pública, financiada con Fondos FEDER, el gobierno autonómico pretende, por un lado, apoyar la apertura de nuevas líneas de investigación para hacer frente al coronavirus, y por otro, impulsar aquellos trabajos desarrollados previamente en la comunidad que ahonden en aspectos relacionados con esta enfermedad.

La Consejería de Transformación Económica ha puesto a disposición de universidades y entidades públicas y privadas de investigación 238 millones en ayudas entre 2019 y 2020 en Andalucía, entre las que se incluye estos incentivos de tres millones para luchar contra el Covid. Esos recursos se han desplegado a través de dos vías de actuación. Por un lado, la resolución en menos de un año de las convocatorias por importe de 84,5 millones que se encontraban bloqueadas, y, por otro, el lanzamiento de nuevos programas de I+D+i, que ya están cerradas o en proceso y que cuentan con una dotación de 153,5 millones. Están dirigidos principalmente a universidades y centros de investigación de carácter público.

Entre las actuaciones contempladas en ese montante, destaca el Programa Emergia, que posee una asignación anual de 10,3 millones y pretende captar talento investigador joven de excelencia reconocida capaz de crear y liderar nuevos grupos de investigación. Recientemente, se ha realizado el abono a las universidades públicas andaluzas de 23,8 millones de euros para la contratación de 500 jóvenes investigadores y personal técnico de apoyo. A estas actuaciones se suman la línea de ayudas por 42 millones para proyectos de I+D+i dirigidos a los agentes públicos del Sistema Andaluz del Conocimiento o el programa para la realización de proyectos singulares en el ámbito de los ecosistemas de innovación de los Campus de Excelencia Internacional (6 millones).

Por otro lado, el Ejecutivo autonómico puso en marcha el pasado mes de abril la Plataforma PLAnd COVID-19, una herramienta que conecta oferta y demanda de soluciones innovadoras para necesidades del sistema sanitario. Desde su creación hasta la actualidad este instrumento suma ya casi 500 propuestas registradas y ha permitido la formalización de 91 acuerdos empresariales.

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