México es un país que cuenta con aproximadamente 130 millones de habitantes. Su potencial es evidente, pero hay desigualdades y brechas que persisten.

Una de esas brechas, como sucede también en ciertos territorios de nuestra España vaciada, es la tecnológica y se resume en un dato: el 76.6% de la población urbana tiene acceso a internet y en la zona rural el porcentaje se reduce al 47,7%, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de este país centroamericano.

Algunas empresas de telecomunicaciones ofrecen otro dato: el 40% del territorio no puede ofrecer acceso ni a internet ni a telefonía.

La administración pública lleva años intentando desarrollar planes de despliegue de redes, pero lo cierto es que los datos, aunque mejoran año a año levemente, siguen lejos de los objetivos.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, en los últimos años, se ha ido moviendo en la fina línea que separa las ambiciosas promesas de programas como el 'Internet para todos' y la escasez de recursos, agravada por la pandemia.

Para intentar solventar esta situación, el gigante tecnológico Telcel (América Móvil) -primera compañía del continente y una de las punteras en el mundo- estaría trabajando en un revolucionario plan encaminado a reducir, en parte, esa brecha en un horizonte aproximado de cuatro años.

Lo haría en colaboración con la empresa española CoComm, que aportaría tecnologías disruptivas como las que ha venido implantando ya en España y en Europa.

"Uno de nuestros objetivos estratégicos para los próximos años, además de seguir desplegándonos en el mundo, es cerrar esa brecha existente en el México rural. Queremos apostar por la digitalización de estas zonas y por eso hemos suscrito esta alianza con Telcel", explica Remigio Lluch, CEO de Cocomm.

Los términos y características principales del acuerdo aún no se han hecho públicas, aunque Lluch sí ha recalcado la importancia que va a tener en términos de transformación tecnológica y de modelo a seguir por otros territorios.

Despliegue de infraestructuras

"Los resultados estadísticos en México sugieren que desde la oferta es fundamental proporcionar, en las zonas rurales, infraestructura TIC. Desde el punto de vista de la demanda, se deben ofrecer cursos de capacitación para el desarrollo de habilidades digitales, que conlleven a un uso eficiente del ciberespacio tanto en las zonas urbanas como en las rurales", explica Marlén Martínez Domínguez, investigadora de economía rural de la Universidad de Guadalajara (Jalisco-México).

Una de las claves que da esta investigadora mexicana es el despliegue de infraestructuras, pero más allá de las grandes inversiones, quizá haya soluciones más económicas.

De hecho, una de las tecnologías de la empresa Cocomm que está teniendo una gran acogida en el mercado de las telecomunicaciones va encaminada, precisamente, a subsanar ese tipo de brechas digitales entre territorios urbanos y rurales.

Se trata del "teléfono con cuerpo de fijo pero alma de móvil", como le gusta decir al CEO. Dicho de otro modo, son teléfonos de sobremesa que incorporan una tarjeta SIM. 

"Vimos una oportunidad con una tecnología que no existía y que rápidamente llamó la atención de compañías como Vodafone y Orange, que no podían competir con otras compañías al no ser propietarias de las infraestructuras", reconoce Lluch.

En zonas rurales -tanto en grandes territorios como México o a menor escala- se facilita también ese acceso a las telecomunicaciones.

Pero no conviene perder de vista que soluciones como esta también resultan eficaces para el nuevo modelo de vida en países o territorios desarrollados tecnológicamente. El mejor ejemplo, a día de hoy, es la implantación del teletrabajo en muchas compañías, que ha generado una serie de necesidades.

"Un fijo con alma de móvil"

"El teléfono fijo se quedó obsoleto y sin evoluciones tecnológicas, pero sigue siendo un elemento indispensable en las empresas y en determinados hogares. Ahora esta telefonía fija ya no va a ser solo para hablar. En total ya hemos instalado un millón de dispositivos y eso demuestra que estamos dando una solución adecuada", indica el CEO de Cocomm en conversación con D+I.

Para la solución empresarial, este sistema supone un ahorro en costes, puesto que la empresa no tiene que habilitar puntos de conexión, sino que mueve los dispositivos según le conviene, ya que es una tecnología sin cables. Tampoco tiene que pagar, en caso de que ahora lo hiciera, teléfonos de empresa para el teletrabajo.

Cualquier trabajador, en caso de trabajar en remoto, puede llevarse este dispositivo, de manera que no tiene que asumir gastos propios, tanto telefónicos como energéticos -estos dispositivos disponen de baterías muy duraderas-.

Las principales operadoras son las que están ofreciendo ya este nuevo sistema de comunicación, tanto a nivel empresarial como en zonas de la llamada España vaciada. 

Dentro de los planes de expansión de la compañía para 2020, estaba su expansión por América y en este contexto se enmarca el mencionado acuerdo para crecer en México e implementar todo tipo de mejoras en sus zonas urbanas pero también rurales.

"En países en desarrollo, nuestros teléfonos pueden conectar a más de 500 millones de personas que, en pleno siglo XXI, no tienen aún acceso a

telefonía y a internet. Ayudamos a conectar y digitalizar países con menor

infraestructura de telecomunicaciones", concluye Remigio Lluch.

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