Miami (EEUU)

“Vamos a ser un equipo distribuido para siempre”, así de categórico se muestra Phil Libin, uno de los emprendedores más reconocidos de Silicon Valley, padre de Evernote, y creador de mmhmm, una de las startups nacidas en plena pandemia. Lo que empezó como un tuit resignado por la falta de herramientas de videoconferencia avanzadas y fáciles, se convirtió en un proyecto que tuvo el apoyo, en forma de millones de dólares, casi de manera inmediata.

El primero de abril, conocido en el mundo anglosajón como el April Fool’s Day, el equivalente a nuestros Santos Inocentes, Libin se pone serio para presentar la versión de negocios de su aplicación. Mmhmm permite enriquecer la videollamada al integrarse con Zoom o Google Meet.

El fundador anuncia un paso importante: no cobrarán por usuario registrado o en bloque, sino solo si lo usan. Lo valora como un paso muy relevante porque permite adaptar la visualización de llamadas al entorno de marca de cada empresa, interactuar en llamadas y tratar de quitar un poco de aburrimiento ante tanto tiempo frente a la pantalla.

Servicios a medida

Al igual que sucede con las empresas de software por suscripción y servicios, mmhmm da sus primeros pasos en la creación de un ecosistema propio. Su gran apuesta inicial es el estreno de un equipo de servicios creativos que podrán contratar.

Se ocuparán no solo de la parte técnica, sino también, si así se desea, de entrenar los participantes, o tener complementos y gráficos a medidas. “La intención es ofrecer una imagen más profesional y acorde con los requerimientos de la compañía”, explica Libin desde Arkansas, donde se fue a vivir a finales de 2020.

Durante este tiempo, de manera natural, se ha ido convirtiendo en evangelizador y apóstol del trabajo remoto. “Cuanto antes entendamos que no se va a volver a lo anterior, mejor. Necesitamos superpoderes para aprender y entender que este nuevo modelo es incluso mejor pero hay que pulir cosas y pensar en el sentido. Debemos preguntarnos qué tiene sentido hacer en vídeo y qué no”, relata.

Pone como ejemplo las clases de medicina, donde a través de un vídeo, donde la lección en remoto con apoyo de vídeos incrustados o diapositivas, supera a la experiencia del aula.

Apunta a un modelo híbrido donde la discusión todos juntos sí da sentido a encontrarse en un lugar físico, pero después de la experiencia enriquecida online. Pone como ejemplo el consejo de su propia compañía. Al pensar en organizar el próximo encuentro con los inversores se dio cuenta de que no tenía sentido volver un salón de hotel. No solo por la disparidad en la distribución de las vacunas, sino por la propia experiencia profesional.

El directivo proyecta cómo será el próximo encuentro de todos los miembros de All Turtles, el conglomerado especializado en Inteligencia Artificial del que nació mmhmm y ya cuenta con 70 empleados.

Piensa en desplazar a todo el equipo, ya en otoño a una ciudad pequeña, con encanto, tipo Memphis o Nueva Orleans, cerrar algunos hoteles y restaurantes para su plantilla, pero pensando solo en experiencias para fortalecer la relación entre compañeros, sin reuniones de hojas de cálculo o Power Point.

“Podemos ver en vídeo, cada uno en su escritorio, antes del viaje, el rumbo para el año siguiente, las metas, los KPIs, pero la diversión, mejor todos juntos y en persona”, confiesa entre risas.

De escéptico a convencido

Se da la circunstancia de que mmhmm empezó solo con dos empleados dedicados al proyecto y ta son más de 30. Más de la mitad son nuevos, se han incorporado en plena pandemia. “Temía que no fuéramos eficientes. Yo soy el primero que estaba confundido, en Evernote no permitía las llamadas en vídeo”, confiesa.

Durante este duro año de pandemia ha explorado el lenguaje de las videollamadas y lo que todavía falta por recorrer. “Normalmente, cada vez que hay un gran cambio, se toma como referencia lo anterior y se recrea. El primer cine era como teatro grabado, hasta que se creó su propia forma de contar. Ahora mismo estamos en esa misma situación”, expone.

La aplicación, que nació para Mac, también se abre, en beta, a los usuarios de Windows. Pero no es la única plataforma que interesa. Sabe que los Chromebook, los ordenadores de Google que solo cuentan con el navegador Chrome como software, son uno de los formatos con más aceptación, especialmente en el ámbito educativo. Piensan adaptarse y hacer compatible mmhmm con estos portátiles.

Desde la época de Evernote, Libin ha estado muy cercano a los postulados de Apple. Prefiere pagar por servicios que financiarlos con publicidad. Así lo hizo con su aplicación de notas, y así lo visiona con mmhmm. “Prefiero los ingresos directos, sin anuncios”, remarca. El precio de mmhmm es de 10 dólares al mes o 100 por todo un año si se opta por un solo pago.

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