Un pequeño dispositivo y una aplicación. Con tan solo estos dos elementos podrían salvarse muchas vidas, concretamente aquellas amenazadas por un infarto de miocardio. Este es el objetivo con el que nació la brasileña Cor.Sync, una startup fundada en 2019 por Raúl de Macedo y Paulo García, ambos graduados en Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Tecnológica Federal de Paraná (UTFPR).

La idea que les llevó a crear Cor.Sync surge, como ocurre muchas veces, de la propia experiencia vital de uno de sus fundadores. “Como ingeniero, empecé a trabajar en distintos proyectos de dispositivos de salud en el año 2013. Poco después, en 2016, sentí un fuerte dolor en el pecho por el que acabé acudiendo al hospital".

"No fue nada grave, pero empecé a compartir mi experiencia con amigos y colegas, y muchos de ellos dijeron que habían perdido a familiares por infartos, algo que no siempre se diagnostica con la celeridad necesaria”, explica Raúl de Macedo.

Una circunstancia que quiso cambiar. “Empecé una maestría en ingeniería biomédica y desarrollé un método que ayuda a que el diagnóstico de infarto sea más rápido y preciso. En 2019, con excelentes resultados en mi estudio académico, decidí convertir este proyecto en una solución que puede salvar vidas”. 

Y ahí nace Cor.Sync para ayudar al diagnóstico de infarto en la atención hospitalaria de emergencia, con un dispositivo point of care y una plataforma para ayudar en la toma de decisiones clínicas.

Análisis clínicos e inteligencia artificial

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año mueren más de 7,4 millones de personas en todo el mundo por infarto.El diagnóstico de un ataque de miocardio se basa en los síntomas (como el dolor en el pecho), un electrocardiograma (ECG) y un análisis de sangre para detectar la troponina cardíaca, una proteína que se libera en la sangre cuando se lesiona el músculo cardíaco.

Hoy en día, explica De Macedo, “un diagnóstico preciso basado en la historia clínica, electrocardiograma y troponina necesita de una estructura de laboratorio de análisis clínicos y suele demorarse más de una hora, lo que aumenta el riesgo de muerte o desarrollo de insuficiencia cardíaca. Con el dispositivo Cor.Sync, la prueba de troponina se realiza en la sala de emergencias del hospital y el resultado, con la misma precisión que en el laboratorio, se obtiene en menos de 10 minutos. ¡Esta agilidad puede salvar muchas vidas!”.

Además de este dipositivo, Cor.Sync incluye también una plataforma de ayuda a la decisión clínica, basada en inteligencia artificial, “de gran valor para ayudar a los médicos a interpretar el resultado de la prueba y en la toma de decisiones”.

Actualmente, la solución se encuentra en el proceso de validación clínica junto a uno de los hospitales más reputados de Brasil, el Hospital Albert Einstein.“Esperamos tener resultados durante este primer semestre de 2021 y así comenzar a comercializar la solución en Brasil a finales de año. También estamos trabajando ya para llevarla a Europa en 2022”, afirma De Macedo.

El ecosistema emprendedor en Brasil

Cor.Sync, que resultó finalista en los Premios everis global 2020 de la Fundación Everis, es un claro ejemplo de cómo el ecosistema emprendedor en Brasil no deja de crecer en los últimos años. Concretamente, y según los datos de la Asociación Brasileña de Startups (Abstartups), el año pasado se registraron 12.700 startups en este país, una cifra tres veces mayor a la de 2015.

“El ecosistema brasileño es joven pero está creciendo rápidamente. Ya tenemos doce unicornios (compañías tecnológicas que alcanzan un valor de 1.000 millones de dólares en el proceso de vida de la startup antes de cotizar en Bolsa), en su mayoría fintechs y apps. Como resultado, el mercado de capital riesgo maduró rápidamente, especialmente para las rondas de financiación iniciales, pero todavía dependemos de fondos internacionales para rondas más grandes”, explica De Macedo.

En el área de la salud y biotecnología asegura que las ayudas gubernamentales no dejan de crecer. De hecho, la propia Cor.Sync ha recibido alrededor de 200.000 dólares en subvenciones del Gobierno brasileño. “Diría que es un buen momento para el emprendimiento en Brasil, pero todavía no hay demasidados casos de éxito de startups de base científica. Esperamos cambiar este escenario pronto”, concluye.

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