El sector de la movilidad no se entiende hoy en día sin la tecnología. Una tecnología que de cara a un futuro será cada vez más importante, incluso con algunas herramientas o funcionalidades que se están desarrollando.
“El sistema Account-Based Ticketing (ABT, en sus siglas en inglés) es algo que va a venir o está viniendo”, ha asegurado Manuel López Villena, director de Tráfico e Infraestructuras de Indra.
Durante su intervención en el VI Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, el directivo también ha destacado como importantes en un futuro los gemelos digitales para gestionar una infraestructura, el vehículo conectado y autónomo y las plataformas multimodales.
Manuel López Villena, director de Tráfico e Infraestructuras de Indra
Algunas, como por ejemplo el vehículo conectado y autónomo, llevan años siendo probadas. “El vehículo autónomo empezó hace 10-15 años”, ha recordado. Luego se comenzó a integrar en proyectos pequeños, en ciudades…
Un proceso que suele ir más lento. “A veces tenemos la tecnología y falta el proyecto donde implantarlo de manera masiva”, ha añadido.
Al final, para Manuel López “la tecnología tiene que ser un facilitador” y también tiene que “ayudar al gestor de la infraestructura” y, por supuesto, tener a las personas en el centro.
En este sentido, la empresa trabaja en plataformas de gestión de vehículos de alta ocupación en EEUU.
Además, apuesta por las plataformas escalables porque es “más fácil incorporar más medios, llegar a más usuarios o se puede implementar con el sistema ABT”.
Desde Indra también trabajan con inteligencia artificial. “Tenemos IA en la plataforma de gestión de túneles de Londres para la predicción de accidentes o congestiones”, ha destacado.
Colaboración público-privada
Indra lleva más de 25 años trabajando en ofrecer tecnologías en el sector de la movilidad en más de 100 ciudades del mundo.
Con esa experiencia a sus espaldas, el director de Tráfico e Infraestructuras de la empresa ha afirmado que la colaboración público-privada es “fundamental”.
Y lo es a través de tres ángulos. Uno de ellos es con contratos entre ambos sectores, como el que tiene Indra con la DGT para implantar un sistema de tráfico a nivel nacional.
Otro es cuando el sector público puede ayudar a proyectos piloto y extenderlos por la vía de la tecnología, como por ejemplo el vehículo autónomo.
“Hacer pilotos en esto está conseguido y hay que trabajar para llevarlo al uso masivo. Se necesita al sector público con la legislación”, ha apuntado.
Y, por último, la investigación. “Nos apoyamos en universidades para después llevarlo a aplicaciones finales”, ha concluido.
