Nostrum Group quiere convertir a España en un actor protagonista del futuro digital europeo. Su consejero delegado, Gabriel Nebreda, defendió que el país “tiene todos los requisitos técnicos para transformarse en un hub de inteligencia artificial”, aunque advirtió de que “no será suficiente sin una regulación clara y estable y con tiempos de permisos ágiles”.
“Si cumplimos todo menos dos o tres puntos, esas inversiones se irán a otros países”, señaló Nebreda durante la tercera jornada del II Observatorio de la Energía organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, en la que insistió en que el objetivo de Nostrum es demostrar que España es el país ideal para desarrollar esta industria.
El ejecutivo subrayó que la nueva generación de centros de datos debe estar “cerca de los núcleos urbanos, ser escalables y tener una obsesión total por la eficiencia energética y el ahorro de agua”, además de diseñarse “de forma sensible a las necesidades de la inteligencia artificial”.
Gabriel Nebreda, CEO de Nostrum Group
Nostrum Group, explicó, se encuentra centrado en construir sus proyectos más avanzados, con una cartera de seis desarrollos que suman 500 MW, entre los que destaca un megaproyecto en Badajoz con más de 300 MW de capacidad, cuya construcción está prevista para comenzar en 2026.
Nebreda lanzó también una reflexión crítica sobre la posición europea en la carrera tecnológica global: “Europa, y España aún más, han perdido tres de las cuatro entradas al futuro digital”, afirmó.
“La primera es el software -casi no tenemos patentes-, la segunda es el hardware -no se fabrican chips- y la tercera es la usabilidad -la penetración de la IA en pymes apenas alcanza el 12%-. Sólo nos queda la cuarta: las infraestructuras, en las que estamos especialmente bien dotados”, apuntó.
Para el directivo, los centros de datos son una palanca de impacto económico directo. “Por cada euro que se invierte en centros de datos, el impacto en el PIB nacional es de doce veces”, aseguró. Aunque "las métricas son más complejas que en otras industrias”, pues el impacto en el empleo inducido es difícil de cuantificar. Y es precisamente esta la apuesta del grupo: “atraer ese ecosistema digital y su efecto inducido a España”, aseguró el CEO.
Retos: regulación y red eléctrica
Nebreda identificó dos grandes retos para consolidar esta industria: el regulatorio y el técnico.
En el primero, apuntó al riesgo de que haya “una vorágine regulatoria que genera normas incompletas o confusas”, citando como ejemplo la nueva limitación de cinco años a los derechos de conexión a la red. “Tiene sentido liberar puntos que no se van a usar, pero si un inversor lleva cinco años y ha puesto 300 millones, hay que darle señales claras”, advirtió.
En el ámbito técnico, subrayó que España dispone de “una red de transporte muy sólida y un mix energético envidiable”, pero advirtió de la necesidad de “finalizar las planificaciones del plan de Red Eléctrica 2021-2026, acelerar los concursos de demanda y avanzar de manera decidida en la planificación 2026-2030”.
